20 de abril de 2024 20 / 04 / 2024

Ráfagas 272

Ráfagas

Martha Duhne

Shutterstock

Cenotes, eficientes sumideros de carbono

Los manglares son de los ecosistemas que mejor absorben y almacenan el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera, uno de los principales gases de efecto invernadero. Pero no todos los manglares son iguales: como en otros ecosistemas, existen los llamados puntos calientes, o hot spots, donde la tasa de acumulación de carbono es mayor.

Con la idea de identificar y evaluar estos sitios, investigadores del Instituto de Ecología de la UNAM, de la asociación civil Colectividad Razonatura y de la Universidad de Wollongong, Australia, tomaron muestras de los suelos de turba, materia orgánica que se acumula a través de miles de años en raíces profundas de mangle y en el fondo de los cenotes.

La península de Yucatán tiene una de las más extensas redes de acuíferos del mundo. Estos se originaron por la acción del agua en la piedra caliza que abunda en el subsuelo de la península. A veces la piedra caliza al disolverse forma cámaras en las que se pueden crear sumideros o cenotes, subterráneos o expuestos cuando se viene abajo el techo.

Los investigadores eligieron tres sitios de estudio: el Casa Cenote, cerca de Tulum, a 50 metros del mar y con una profundidad máxima de ocho metros, donde el agua salada del mar se mantiene en la superficie y la dulce abajo. El cenote Yaxchen, a cerca de 350 metros de la costa, con una profundidad de 7.5 metros y un perfil de agua similar al del Casa Cenote. Y en el cenote Jaguar, a dos kilómetros del mar con una profundidad de ocho metros y muy poca agua salada.

Se tomaron muestras en los tres cenotes a distintas profundidades y en las turbas del fondo, que se refrigeraron y transportaron al laboratorio para determinar el carbono orgánico almacenado en el suelo (SOC, por soil organic carbon) resultado del alto contenido de carbono de los suelos profundos, que se ha acumulado y conservado durante cientos de miles de años.

Encontraron enormes cantidades de SOC bajo los manglares de los cenotes cercanos al mar, con una densidad mayor que la reportada en otros manglares del mundo y mucho más alta que la de la vegetación terrestre. Y al cenote Casa corresponde la mayor reserva de SOC para manglares que se haya registrado hasta la fecha.

Una de las conclusiones del artículo donde se dio a conocer la investigación, publicado en mayo en la revista Biology Letters, es que los cenotes son sitios de captura de carbono súper eficientes. Pero enfrentan enormes amenazas por el turismo excesivo, la extracción de agua dulce y la contaminación por actividades industriales y agrícolas. Una joya natural de inmenso valor que tendríamos que luchar por conservar.

En el cenote Casa se encontró la mayor reserva de carbono orgánico del suelo registrada hasta la fecha para manglares.

Cenotes, eficientes sumideros de carbonoLuis Alveart.

Nueva evidencia de una colisión intergaláctica

Un equipo de investigadores identificó con la mayor precisión posible hasta la fecha los detalles de una colisión que ocurrió entre dos galaxias, una de ellas la nuestra.

El equipo, encabezado por Josefina Motalbán, de la Universidad de Birmingham, Inglaterra, basó su estudio en datos de astrosismología, un campo relativamente nuevo que consiste en estudiar las oscilaciones internas de las estrellas. Estos datos, combinados con información sobre la composición química y el movimiento de las estrellas en la galaxia, permiten determinar la edad y origen de las estrellas con mucha precisión y con eso saber si se formaron con la galaxia o se integraron a esta tras una colisión con otra galaxia.

Los astrónomos examinaron cerca de 100 estrellas gigantes rojas de la Vía Láctea, excelentes candidatas para determinar las antigüedades de distintas regiones de la galaxia. La muestra incluyó algunas de las estrellas más antiguas de la Vía Láctea y otras más jóvenes, de origen externo que se integraron a ella después. Con esta información pudieron determinar qué sucedió cuando la Vía Láctea chocó con otra galaxia, conocida como Gaia-Encélado, hace cerca de 10 000 millones de años. Los astrónomos piensan que nuestra galaxia ha sufrido varias colisiones como esta a lo largo de su historia.

La evidencia muestra que cuando ocurrió la colisión algunas estrellas fueron arrastradas por la gravedad de Gaia-Encélado y se desplazaron a la periferia de la Vía Láctea. Cómo consecuencia de este encuentro la galaxia cambió, adquiriendo algunas estrellas y perdiendo otras. Algunas estrellas nativas modificaron sus órbitas. Los resultados de esta investigación se publicaron en la revista Nature Astronomy en mayo pasado.

Nueva evidencia de una colisión intergalácticaESA/Koppelman, Villalobos, Helmi/NASA-Hubble.

Efectos ambientales en poblaciones de abejas

Investigadores del Departamento de Agricultura de Estados Unidos y de la Universidad Estatal de Michigan revelaron el declive de varias especies de abejas debido a climas extremos.

Los investigadores tomaron muestras de las poblaciones de abejas en tres periodos. Para atraer a los insectos usaron recipientes de agua azucarada jabonosa de colores brillantes que colocaron en 15 granjas. Diferentes especies de abejas están activas en distintas épocas del año, construyen sus panales en diferentes lugares y no visitan las mismas especies de plantas. Esta investigación estudió a las abejas que visitan los campos de arándanos. Durante los 15 años que duró el estudio se capturaron ejemplares de 162 especies.

La abundancia en el número de abejas capturadas se redujo 61 % y 31 % en la cantidad de especies distintas entre el primer muestreo y el segundo, y las poblaciones se recuperaron de manera limitada para el tercer periodo. En algunas especies el descenso fue drástico, en particular en la abeja especialista en arándanos Andrena carolina. Lo interesante del estudio es que abarca muchos años y muestra no solo eventos catastróficos puntuales, sino el comportamiento de las poblaciones en los años siguientes. Los investigadores concluyen, en un artículo publicado en la revista Agriculture, Ecosystems and Environment de mayo pasado, que los eventos climáticos extremos son lo que más afecta a las poblaciones de algunas especies de abejas.

Efectos ambientales en poblaciones de abejasElena Kabenkina/ShutterstocK.

Una casa de siete siglos

Investigadores de Salvamiento Arqueológico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dieron a conocer a principios de junio el hallazgo de un predio de 630 metros cuadrados en Xochimilco donde hubo un patio y dos casas, con 17 entierros, la mayoría prehispánicos. En el lugar se planeaba construir un centro comercial, pero los arqueólogos fueron a revisarlo ya que desde 1987 esta región de Xochimilco fue declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO.

El predio se encuentra en el barrio San Pedro Tlanáhuac, que antes de la llegada de los españoles era un pueblo llamado Cuitláhuac Ticic, en un islote en medio del lago de Chalco y Xochimilco.

Los pobladores fueron sometidos sucesivamente por el señorío de Chalco, por los tepanecas y después por los mexicas, con la obligación de proveer mano de obra y productos agrícolas de las chinampas y de la pesca.

Llama la atención que la distribución de los espacios del predio se mantuvo sin grandes cambios hasta el siglo XIX. En el XX se tiraron las casas y se construyeron nuevas, probablemente desconociendo su pasado de siete siglos.

Fue en el patio, área común entre las dos casas vecinas, donde se encontraron los 17 entierros. La mayoría son del Posclásico, pero también de las primeras décadas tras la caída de México-Tenochtitlan. Los entierros son de 16 adultos y un niño. Los cuerpos estaban boca arriba, con las piernas flexionadas sobre el pecho. Los dos entierros de la época colonial se encuentran en posición extendida, a la usanza cristiana, pero el hecho de que aún se hallaran ofrendas y los cuerpos estuvieran enterrados en el patio de la casa revela que los cambios a prácticas funerarias cristianas fueron paulatinos.

Una casa de siete siglosMelitón Tapia/INAH.

Equinos, ingenieros hidráulicos

Los burros y caballos llegaron a América hace cerca de 500 años y algunos escaparon de su encierro y se fueron a vivir en libertad. En el suroeste norteamericano, donde existen poblaciones silvestres de estos animales, las personas de la región los ven como un problema que es mejor erradicar: pisan las plantas, se comen los cultivos y compiten con las especies nativas.

Pero un ecólogo de la Universidad de Dinamarca que visitaba la zona en 2014 observó una conducta que le llamó la atención: vio a un burro silvestre cavando un hoyo. Le explicaron que lo hacía para buscar agua, un recurso a veces muy escaso en la región. El ecólogo decidió estudiar más a fondo este fenómeno. Durante tres años, en los veranos de 2015 a 2018, él y un equipo de colaboradores se dedicaron a cartografiar los sitios donde encontraron los hoyos, en la parte del Desierto de Sonora que está en Arizona. Colocaron cerca de ellos cámaras que se activan con el movimiento y esperaron.

Lo que descubrieron fue asombroso. En algunos sitios, en verano, los riachuelos y pozos de agua se secan y esos agujeros son de las pocas fuentes de agua que quedan para los animales silvestres. Con los agujeros la distancia entre fuentes de agua disminuye un promedio de 800 metros. Los investigadores documentaron 57 especies de vertebrados bebiendo de estos agujeros: aves migratorias, felinos, jabalíes, borregos cimarrones, coyotes, incluso un oso negro. Los burros regresaban a reconstruir el agujero que se tapaba por el pisoteo de animales grandes. El resultado de la investigación, se publicó en la revista Science a finales de abril pasado.

Equinos, ingenieros hidráulicosAl HikesAZ.

Logotipo facebook
Logotipo Twitter
Logotipo instagram
Logotipo tiktok

Síguenos en nuestras redes sociales

Imagen de Ciencia a domicilio
Imagen de Suscripción a la revista
Imagen de Universum
Imagen de Ciencia UNAM