Ráfagas 293

Ráfagas

Martha Duhne

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Entender y aceptar la teoría de la evolución en México

A pesar de que la teoría de la evolución propuesta por Charles Darwin en 1859 es esencial para comprender cómo funciona la vida y la diversidad de especies en la Tierra, en muchos países sigue siendo poco comprendida y aceptada.

Un equipo de científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del ipn, Unidad Monterrey, estudió cuánto se entendía y aceptaba la teoría de la evolución entre estudiantes de la ciudad de Monterrey. Los investigadores aplicaron dos cuestionarios a 370 estudiantes de escuelas privadas de nivel preparatoria con perfiles socioeconómicos similares. Los resultados muestran que la aceptación de la teoría de la evolución va de moderada (90.3 sobre 120) a alta (3.7 sobre 5), mientras que el nivel de comprensión es bajo (4.5 sobre 10). Uno de los factores relacionados con la aceptación de la teoría es la identidad religiosa de los participantes: los estudiantes no creyentes la aceptan más que los creyentes. Por otro lado, la comprensión de la teoría estuvo influida de manera positiva por el nivel educativo de padres y madres.

El estudio se publicó en la revista plos one. Una de sus conclusiones es que en el salón de clases debe discutirse no sólo qué dice una teoría científica, sino cómo se llegó a ella, para que los estudiantes entiendan la diferencia entre el conocimiento científico y la fe. Se trata de un tema sensible en México, donde cerca de 80% de las familias se definen como católicas.

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Descubren galaxias masivas difíciles de explicar

Un equipo internacional de astrónomos descubrió con el Telescopio Espacial James Webb lo que parecen ser seis galaxias súper masivas que se formaron hace tanto tiempo que su existencia no puede explicarse con el conocimiento actual del Universo, su formación y evolución. El descubrimiento forma parte del estudio Cosmic Evolution Early Release Science Survey del telescopio James Webb, puesto en órbita en diciembre de 2021, que es el telescopio espacial más potente hasta hoy.

Los investigadores determinaron que estas galaxias se formaron entre 500 y 700 millones de años después del Big Bang y son más masivas de lo que los astrónomos esperaban encontrar en épocas tan remotas (una de ellas tiene una masa 30 veces mayor que la de nuestra galaxia). En la observación espacial, mientras más lejos está un objeto, más antiguo es, porque la luz que nos permite observarlo tarda cierto tiempo en llegar hasta nosotros. Y entre más potente es un telescopio, más lejos puede ver en el espacio, y por lo tanto, en el tiempo.

De acuerdo con los modelos cosmológicos actuales, unas galaxias tan antiguas no deberían haber tenido tiempo para alcanzar el grado de madurez que tienen. Esto sugiere que las galaxias se forman mucho más rápido de lo que se pensaba. Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Nature el 22 de febrero. Los autores observan que la existencia de estas galaxias se confirmará con estudios posteriores, o éstos permitirán concluir que se trata de otro tipo de objetos celestes, como cuásares o agujeros negros.

NASA _ ESA _ CSA _ I. Labbe

El núcleo interno de la Tierra tiene un núcleo interno

Sismólogos de la Universidad Nacional Australiana confirmaron que existe una estructura esférica de unos 650 kilómetros de diámetro dentro del núcleo interno del planeta. Estos investigadores analizaron datos sismográficos de sismos intensos de los últimos diez años con una técnica desarrollada por ellos mismos.

La Tierra está compuesta por varias capas concéntricas: la corteza, el manto, el núcleo externo y el interno. Desde hace dos décadas los geofísicos detectaron la presencia de lo que parecía ser un núcleo interno dentro del núcleo interno. Lo llamaron “núcleo más interno”. Pero estudiarlo resulta complicado, porque se encuentra en el centro de muchas capas de distintas densidades y a enormes profundidades. Por ello, los investigadores reunieron datos de temblores intensos cuyas ondas atravesaron varias veces las distintas capas de la Tierra, pasando por el núcleo, y amplificaron las señales registradas. Con esta información realizaron un mapa detallado del núcleo interno y de la estructura que, al parecer, existe dentro de él. Las diferencias entre el material del núcleo más interno y el de las capas inmediatas podría ser el rastro de algún acontecimiento importante en la historia de la formación del planeta.

Los resultados de esta investigación se publicaron en la revista Nature Communications. Entender mejor cómo es el núcleo de la Tierra nos permitirá saber con más detalle cómo se formó y cómo ha ido cambiando con el tiempo.

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Nueva especie de rana

Entre febrero y marzo de 2020 un equipo de tres científicos de la Universidad San Francisco de Quito, en Ecuador, la Universidad de Colombia y la Universidad Complutense de Madrid realizó una expedición al Parque Nacional Río Negro-Sopladora, en el sur de Ecuador, para encontrar especies reportadas como endémicas y probablemente amenazadas descubiertos por James Peters, investigador del Instituto Smithsoniano, en los años 60.

Iban caminando por la selva cuando una ranita le cayó en la cara a uno de los investigadores. Se trataba de una especie que identificaron como perteneciente al género Hyloscirtus, que incluye 39 especies de ranas arborícolas distribuidas de Costa Rica a Bolivia. Resultó ser una especie nueva, que los científicos bautizaron Hyloscirtus tolkieni en honor al escritor británico J.R.R. Tolkien, autor de El señor de los anillos, de quien los tres científicos son admiradores.

Los científicos encontraron en esta expedición otras especies nuevas para la ciencia, entre ellas cinco ranas, una serpiente y dos tarántulas.

Hyloscirtus tolkieni fue dada a conocer en la revista Zookeys. Uno de los investigadores, José Falcón-Reibás, dijo que “la ranita hace alusión a todas estas criaturas fantásticas y seres mitológicos que no sólo están en los cuentos de hadas y en la literatura, sino que están vivos y tienen que ser protegidos”.

Imagen: "A new stream treefrog of the genus Hyloscirtus (Amphibia, Hylidae) from the Río Negro-Sopladora National Park, Ecuador", Juan C. Sánchez-Nivicela, José M. Falcón-Reibán y Diego F. Cisneros-Heredia, Zookeys, núm. 1141, pp. 75-92.