¿Quién es? 77

Darío Núñez Zúñiga

Norma Ávila Jiménez

Foto: Adrián Bodek

Entre la ciencia, el cine y el deporte

“El cine es mejor que la vida”, dice Darío Núñez Zúñiga, citando al crítico de cine Emilio García Riera. Y las aventuras de este investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM hacen que su vida parezca de película.

Antes de estudiar la carrera de física en la Facultad de Ciencias de la UNAM, decidió viajar a Europa y para ello pidió trabajo en un barco que zarpó del puerto de Tampico. Llegó a Barcelona después de limpiar la cubierta, engrasar cadenas y ayudar a los maquinistas. En el viejo continente recolectó uvas en Cataluña, aceitunas en Italia, fue office boy en Londres, viajaba de aventón y se hospedaba en campamentos. Y fue del otro lado del océano donde afinó su vocación de conocer el funcionamiento de la naturaleza.

Al finalizar la carrera, en 1982, se fue a hacer su doctorado a la Universidad Estatal de Moscú, ciudad en donde conoció a Natalia, su esposa. Además de dedicarse al estudio de las perturbaciones de los hoyos negros, en la alberca de esa universidad entrenaba para mejorar su tiempo en los 100 metros crawl. Al regresar a México en 1987 se incorporó al instituto donde hoy en día desarrolla sus investigaciones.

Actualmente Darío Núñez se interesa en la relatividad numérica. La teoría general de la relatividad de Einstein es la teoría moderna de la gravitación. Se utiliza para entender fenómenos que van desde la estructura del Universo hasta la formación y comportamiento de los hoyos negros. En relatividad numérica se emplean supercomputadoras para simular estos fenómenos usando como modelo las ecuaciones de Einstein de la relatividad general. Así se puede estudiar la colisión de dos hoyos negros o el colapso gravitacional de una estrella sin tener que esperar a observar estos fenómenos en el espacio.

El interés de Darío en esta rama de la física lo despertó el descubrimiento reciente de una forma de energía que produce repulsión gravitacional (en lugar de la atracción que ejerce la Tierra sobre nosotros, por ejemplo); se le llama energía oscura. “Hace aproximadamente 15 años, el modelo cosmológico explicaba cómo se habían formado los planetas y las galaxias, la existencia de la radiación de fondo, y la edad del Universo. Parecía que todo estaba resuelto. Las observaciones de años recientes señalan lo contrario”, dice Darío Núñez. Al parecer, 71% del contenido energético del cosmos es energía oscura, y este agente aún misterioso está acelerando la expansión del Universo, contra toda expectativa. Además, el 24% de toda la materia también está en una forma misteriosa, llamada materia oscura, que se manifiesta sólo por su efecto en la rotación de las galaxias, pero que no emite luz. Tampoco se sabe todavía qué es. En otras palabras, sabemos de qué está hecho sólo el 5% del Universo. El panorama está oscuro... pero los investigadores trabajan para aclararlo.

Este científico cinéfilo y corredor —a diario se prepara para competir en carreras de 10 kilómetros— ha publicado 44 artículos en revistas especializadas y fue presidente de la División de Gravitación y Física Matemática. Algunos de sus directores de cine favoritos son Buñuel, Bergman, Tarkovsky y Kurosawa, y en cuanto a filmes mexicanos, les da un 10 a Cabeza de vaca y Amores perros.

Menciona entre sus libros preferidos a Rayuela, El siglo de las luces, Crimen y castigo y La montaña mágica, sin olvidar que de niño disfrutaba las aventuras de Sherlock Holmes y la ciencia ficción.

Padre de María, de 17 años y Andrey, de 13, Darío Núñez también es profesor de licenciatura, maestría y doctorado.