De entrada 248
Estrella Burgos
Neil Armstrong y Buzz Aldrin fueron los primeros seres humanos en llegar a la Luna. Era el 20 de julio de 1969 y el módulo lunar Eagle que llevaba la nave Apolo 11 tardó 45 minutos y 40 segundos en bajar a la superficie de nuestro satélite. Ahí los astronautas instalaron instrumentos científicos, recogieron muestras del suelo y tomaron fotografías. Su estancia en la Luna duró 21 horas y 36 minutos, aunque sólo pasaron dos horas y media fuera del Eagle. Pero eso bastó para que hicieran historia como narra Sergio de Régules en el artículo de portada, en el que aborda lo que hemos aprendido de nuestro satélite gracias a las misiones tripuladas que lo visitaron. Y lo que seguimos aprendiendo. José Franco cuenta las historias de la Luna que inventamos en la Tierra, desde las de civilizaciones antiguas como la mesoamericana, hasta las de escritores y cineastas que han hecho a sus personajes volar a nuestro satélite en cohetes, barcos e incluso en un armario.
Daniel Martín Reina nos ofrece esta vez el relato de una tragedia que ocurrió durante la Primera Guerra Mundial lejos de los campos de batalla: la de las jóvenes trabajadoras que pintaban los números y las manecillas de los relojes destinados a los soldados. La pintura que usaban se conocía como Undark y, sin ellas saberlo, les costaría la vida.
Por su parte Claudia Hernández se dio a la tarea de investigar si, según la ciencia, el ser ordenados tiene beneficios y por qué. Una de las sorpresas de su artículo es que muchas veces nuestras intenciones de mantener las cosas en su lugar fracasan simplemente porque no sabemos cómo hacerlo. Podríamos aprovechar estas vacaciones veraniegas para aprender, ¿se animan?