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Maia F. Miret

Ilustración: revista ¿Cómo ves?
¡Al agua, pingüinos! Suena cero raro, ¿no? Algunos pingüinos pasan hasta tres cuartas partes de su vida en el agua. La mala noticia es que ciertas especies de estos carismáticos y encantadores habitantes del sur del planeta necesitan hielo para empollar a sus crías, para que el ciclo de vida de su alimento funcione bien y para varias cosas más. Y desafortunadamente la Antártida está calentándose y perdiendo hielo a una velocidad extraordinaria. Las malas noticias siempre vienen, al menos, con la buena nueva de que podemos tratar de entender qué está pasando para saber cómo intervenir. Aún podemos hacer algo, así que ¡manos al hielo!
Otra noticia más o menos regular es que las maravillosas moléculas que los humanos inventamos para tratar el dolor, la depresión, los problemas hormonales y muchos otros son bastante resistentes, y pasan íntegras de nuestros sistemas digestivos —o los del ganado y hasta los peces que también los consumen— al agua y el suelo, y de ahí a otros animales y a nuestro alimento. Nadie diseñó fármacos con este ciclo en mente, pero es hora de comenzar a estudiarlo y romperlo con ayuda de nuevos medicamentos que no acaben constituyendo una receta no solicitada para los ecosistemas.
Para terminar, ¡ranitas! Nuestro equipo de autores especialistas en bioacústica estudió los llamados de ranas de los bosques de la Sierra Norte de Oaxaca para saber cómo le hacen para comunicarse en entornos súper ruidosos, como cerca de las cascadas. Y descubrieron cosas muy interesantes sobre cómo viajan los croacs y otros sonidos en la espesura.
Además, mente y cuerpo (¿son lo mismo?), oficinas y por qué amamos odiarlas, la vida en el mar (es más sabrosa) y un juego de la oca muy especial, además de nuestro póster coleccionable, convocatorias, retos matemático-mitológicos y más.
Maia F. Miret