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Treinta minutos para ser felices

Numerosas personas sobrellevan una vida totalmente sedentaria y para cualquier desplazamiento utilizan medios de transporte. Además, se pasan (o pasamos) la mayor parte del día físicamente inactivos en una oficina y, después del trabajo, frente al televisor o leyendo un libro.

La Organización Mundial de la Salud asegura que más del 85% de la población no hace ejercicio alguno para mejorar su salud.

¿Existe algún antídoto contra el sedentarismo? Potencialmente, sí. Caminar es un hábito benéfico que mejora la salud física y mental. Además, realizarlo disminuye el estrés y la ansiedad. De acuerdo con un estudio publicado por Medicine and Science in Sports and Exercise, caminar de manera regular (al menos 30 minutos al día) aminora un 35% el riesgo de fallecimiento anticipado así́ como de padecimientos cardiovasculares.

Hay que hacer notar que las ventajas van más allá de la condición corporal. Numerosos experimentos han demostrado que cualquier entrenamiento físico beneficia la liberación de endorfinas, neurotransmisores estrechamente ligados al estado de ánimo, y que los niveles elevados de ellas se asocian al optimismo y al bienestar.

En conclusión, un paseo diario de 30 minutos aumenta la energía corporal, reduce la fatiga —asociada a la ansiedad y al estrés— y el riesgo de padecer periodos depresivos. Pasear nos ayuda a ser más plenos.

M.V.Z. Leticia Gómez Rosas
Estudiante de la maestría en ciencias biológicas
Universidad Autónoma de Tlaxcala