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No sólo los viajes ilustran… a veces también germinan

En julio de 1998 hicimos un viaje de estudio al Parque Nacional de Uruapan, Michoacán. Éste es un magnífico lugar para apreciar los ricos y variados recursos naturales de esa zona y de México y, además, es el único lugar de la República en donde se encuentra una fruta poco común: el plátano con hueso. Tengo entendido que este plátano proviene del continente africano y por ciertas condiciones naturales del parque (clima, humedad, altitud, etcétera) se adaptó extraordinariamente a ese lugar. Al salir del parque compré algunos plátanos con hueso (en su interior contienen alrededor de cuatro a seis huesos, que se parecen a los del tamarindo) y los llevé al Colegio.

Ya en el laboratorio deshidraté los huesos en condiciones semiestériles durante alrededor de 30 días y después los rehidraté con agua controlada y concentrada con sales que favorecen la reproducción y proliferación de células vegetales, los concentrados nítricos y gran oxigenación. Esto permite la germinación y el desarrollo óptimo de la planta. Alrededor de 25 días después, observé la primera germinación.

Después de haber germinado los huesos en el laboratorio, poco a poco se fueron aclimatando al clima semifresco del Colegio. Aún por encima de todo pronóstico desfavorable, la planta no mostró grandes dificultades para crecer.

En este momento tengo tres plantas del plátano de entre 35 y 50 centímetros de altura y calculo que dentro de un año y medio alcanzarán de cuatro a cinco metros, siempre y cuando las condiciones climáticas naturales favorezcan su crecimiento.

Pienso que nosotros, los estudiantes, debemos aprovechar los viajes de estudio y realizar cualquier cosa para el bien de nuestra formación científica con el apoyo
de los profesores.

Jonathan Cuevas Celis
Colegio de Bachilleres del
Estado de Morelos
Yautepec, Mor.