De entrada 15

Estrella Burgos

El conocimiento científico acumulado hasta nuestros días es inmenso, y en éste hay por supuesto luces y sombras. Ejemplos de ambas se pueden encontrar en la edición que ahora presentamos. En la página 16 inicia el relato del hallazgo de ciertas moléculas de carbono que dio un vigor, insospechado hace menos de dos décadas, a la química orgánica; sus frutos todavía están por llegar, pero ya se anuncia que probablemente serán de gran importancia para los seres humanos del siglo XXI. El personaje principal de esta historia, el químico Harold Kroto, representa los mejores atributos que pueden tener quienes se dedican a la ciencia: pasión, perseverancia, imaginación, honestidad y el compromiso de contribuir al bien común, tanto desde el laboratorio como en el terreno de la defensa de los derechos humanos. Su conocimiento de la química del carbono está a la par con lo que sabe sobre los agravios que el hombre es capaz de infligir al hombre; proviene de una familia que se vio forzada a huir de los nazis durante la segunda Guerra Mundial. Kroto es sin duda una luz brillante en el mapa del conocimiento. La sombra son aquellos que han empeñado su esfuerzo en el desarrollo de instrumentos de destrucción masiva y para ello se han servido de los métodos y herramientas de la ciencia; la prueba está en otro relato, escalofriante, que da cuenta de las características de las armas biológicas y la magnitud de la amenaza que éstas significan actualmente (página 10). Por fortuna, así como los productos de la ciencia se pueden usar para el bien o para el mal, también pueden ser un pretexto para el humor, lo que a menudo nos allana el camino del entendimiento; un relato más, el del ficticio encuentro de uno de los más grandes matemáticos del siglo XX con una sencilla pescadora de una isla de los mares del sur (página 30), completa esta entrega de ¿Cómo ves? y nos lleva de la mano del humor lejos de los conflictos humanos: al infinito y más allá.