25 de abril de 2024 25 / 04 / 2024

De entrada 17

José Antonio Chamizo

Este número especial acerca de la violencia inicia una serie dedicada a los grandes temas de nuestro tiempo. En ¿Cómo ves? hemos considerado necesario abordar de manera más amplia y profunda al menos una vez al año alguno de los problemas más sensibles para los jóvenes, enmarcados desde el ámbito de la ciencia.

Aquí se discute sobre los distintos rostros de la violencia: desde el punto de vista fisiológico en seres humanos y los demás animales hasta los aspectos exclusivamente nuestros, de interacción social, pasando por la cifra negra de la delincuencia y la célebre película Naranja mecánica en la sección “Mira bien”.

La violencia ha acompañado a las sociedades humanas desde que éstas existen como tales; de alguna forma es parte de nuestra cultura. El circo romano, los sacrificios de guerreros vencidos por los aztecas, la guillotina qué funcionó incesantemente durante el “terror francés”, la decisión de arrojar la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki, el camboyano Khemer rojo, las persecuciones pinochetistas, el hambre actual en un mundo que tiene comida suficiente para todos; en fin, buena parte de la cotidianidad de los mexicanos, en el hogar, entre los integrantes de las familias, en la escuela, el trabajo y en la calle. Sin embargo, el tiempo que nos toca vivir está marcado —gracias, entre otras cosas, a los avances de la ciencia y la tecnología— por una especie de separación entre la realidad y la fantasía. Aprendemos buena parte de lo que sucede a nuestro alrededor a través de los medios de comunicación donde esta distancia prácticamente es inexistente. El físico Freeman Dyson, en su libro, Mundos del futuro nos indica:

“A la larga, el problema básico de cualquier especie inteligente es el problema de la sensatez. Hemos de ser libres para elegir nuestros valores y nuestros objetivos. No existirán normas absolutas para juzgar que un conjunto de valores es bueno y otro malo. Estará siempre presente el peligro de que una sociedad caiga en un círculo vicioso, atrapada en un mundo de sueños de su propia invención por un sistema de valores que ha perdido contacto con la realidad... Una sociedad adicta de este modo a sueños y sombras ha perdido su cordura. Es un peligro para ella y para los demás... La única cura para una sociedad enajenada es el duro contacto con la realidad. La cordura es la capacidad de vivir en armonía con las leyes de la naturaleza”.

¿Somos más o menos violentos que antes?, ¿la violencia es innata o socialmente determinada?, ¿qué debemos hacer para aminorarla? Te invitamos a leer esta entrega de ¿Cómo ves? para tratar de averiguarlo.

Logotipo facebook
Logotipo Twitter
Logotipo instagram
Logotipo tiktok

Síguenos en nuestras redes sociales

Imagen de Ciencia a domicilio
Imagen de Suscripción a la revista
Imagen de Universum
Imagen de Ciencia UNAM