28 de marzo de 2024 28 / 03 / 2024

Ojo de mosca 29

Soy totalmente... genoma

Martín Bonfil Olivera

El genoma humano se ha puesto muy de moda. Y no es extraño, pues —tal como repiten una y otra vez los medios de comunicación—, su desciframiento es uno de los avances más importantes que ha logrado la humanidad. Pero habría que matizar: se trata, efectivamente, de un gran avance técnico. No se trata de haber descubierto algún nuevo principio de la naturaleza, ni una nueva teoría acerca de nuestro patrimonio biológico. Consiste, simplemente (y al mismo tiempo sorprendente, heroicamente) en haber logrado descifrar la casi totalidad de los tres mil millones de letras (o “bases”, en lenguaje bioquímico) que conforman el patrimonio genético de nuestra especie. Por ello, se le ha comparado con el primer viaje a la Luna (también podría equipararse con la invención de las computadoras).

No es adecuado, sin embargo, compararlo con el desarrollo de la teoría de la relatividad de Einstein o la de la evolución por selección natural de Darwin, pues éstos son avances científicos que consisten en una nueva manera de ver el mundo, de explicar y predecir lo que pasa en la naturaleza. El desciframiento del genoma, por su parte, consiste en tener, por primera vez en la historia, acceso a una vasta cantidad de datos que nos permitirán comprender —luego de años de estudio y desciframiento— cómo funcionan nuestros cuerpos y utilizar este conocimiento en nuestro beneficio. Por ejemplo, atacando de raíz las enfermedades que tienen un fuerte componente genético.

Aparte del humano, hay otros genomas que se han descifrado (entre ellos los de 599 virus, 38 bacterias, un hongo, dos animales —la mosca de la fruta y el gusano Caenorhabditis elegans— y una planta, Arabidopsis thaliana) o están a punto de serlo (como el del ratón, principal mamífero utilizado en los laboratorios). Su estudio nos permitirá comprenderlos mejor y compararlos con nuestra especie, aumentando así nuestro conocimiento profundo de la biología, la evolución y el funcionamiento de los seres vivos.

Aunque falta mucho por estudiar, uno de los hechos interesantes que se han averiguado al hacer un análisis preliminar de la secuencia del genoma humano es que el número de genes (entre 25 y 40 mil) es sólo el doble o triple del de organismos como los gusanos y los insectos; la mayor complejidad del organismo humano probablemente se deba entonces a una mayor versatilidad de estos genes, que pueden producir distintas proteínas según las necesidades. Por otro lado, la influencia del ambiente probablemente sea más importante de lo que algunos genetistas pensaban. Más alla de una simple moda, la era de la genómica promete revelarnos el tesoro de conocimiento oculto en toda esta información.

Comentarios: mbonfil@servidor.unam.mx

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