28 de marzo de 2024 28 / 03 / 2024

¿Quién es? 172

Estuardo López Vera

Concepción Salcedo Meza

Foto: Arturo Orta

Fármacos a partir del caracol marino

De las 700 especies de caracoles marinos que hay en el planeta, 70 de la familia Conoidea abundan en los mares de México. Estos caracoles producen un veneno que les sirve para defenderse de sus depredadores y capturar a sus presas. El doctor Estuardo López Vera ha encontrado que las toxinas de ese veneno son herramientas moleculares ideales para entender el funcionamiento de un mecanismo celular que está detrás de algunas enfermedades humanas. A partir de este conocimiento se pueden producir fármacos.

Esta aventura científica empezó cuando Estuardo tenía 10 años: "mi papá nos llevaba a acampar a la playa de Tuxpan, Veracruz. Un día descubrí en el malecón el buque oceanográfico de la UNAM Justo Sierra. Me impresionó mucho y le dije a mi mamá que algún día iba a navegar en ese barco. Y eso se ha hecho realidad, ya que cada año voy a las campañas oceanográficas en el buque y he navegado 15 veces por las aguas del Atlántico. El buque cuenta con tecnologías de punta como ecosondas que describen el perfil del fondo marino para saber si es plano, rocoso o fangoso y regresar al punto donde se colectaron las muestras".

Estuardo estudió biología en la Facultad de Ciencias de la UNAM; su maestra de biología celular, Rocío Salceda, lo invitó a su laboratorio para realizar su tesis de licenciatura. "Desde entonces me di cuenta de que me interesaban las moléculas que interactúan con las proteínas de membrana. Por azares del destino, llegué con los doctores Edgar Heimer y Manuel Aguilar, del Instituto de Neurobiología de la UNAM, campus Juriquilla, a estudiar mi maestría en ciencias en neurobiología y el doctorado en ciencias biomédicas. Ellos me enviaron a la Universidad de Utah, Estados Unidos, para aprender las técnicas de estudio de venenos con el doctor Baldomero Olivera".

Hace cinco años ingresó al Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM y montó su laboratorio, donde además de investigar caracoles, comparte los conocimientos con sus alumnas. "Sí, sólo mujeres: son muy propositivas y críticas", explica.

¿Por qué son interesantes los venenos y las toxinas de caracol? Un caracol puede sintetizar hasta 200 péptidos, que son proteínas pequeñas compuestas por no más de 40 aminoácidos, a diferencia de las proteínas normales, que tienen cientos de aminoácidos. "Estudio los canales iónicos, que son proteínas formadoras de poros que cruzan la membrana lipídica de las células y dejan pasar selectivamente los iones. El movimiento de iones es vital para los procesos fisiológicos de las personas, que van desde el control de la fuerza y la duración de los latidos cardiacos hasta la regulación de la secreción de insulina por las células B pancreáticas". López agrega: "Las enfermedades causadas por mutaciones de los genes que codifican estos canales iónicos o las proteínas reguladoras se conocen como canalopatías". Algunas de estas enfermedades son infartos del corazón, el mal de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y problemas musculares. Yo busco entre los 200 péptidos de los venenos de caracol las toxinas que podrían interactuar con esas proteínas, indago qué está funcionando mal y causando esas canalopatías y así espero ayudar a que ese canal o receptor vuelva a sus condiciones normales".

Tras cuatro años de compartir las tareas de investigación con su equipo de alumnas, López Vera ha logrado ciertos avances: ya descifraron la estructura química de algunos péptidos, así como los mecanismos por medio de los cuales interactúan con las células. Falta hacer más pruebas para saber si estas sustancias son selectivas; es decir, si no se unen a otros receptores celulares que son similares a los que el equipo ha estado probando. Una vez que encuentren la selectividad, se puede hablar de compuestos análogos a éstos, que después podrían servir como herramienta molecular o fármaco. Estuardo López Vera revela que la industria farmacéutica ya ha elaborado el primer fármaco a partir de toxinas de caracoles marinos; el medicamento se llama Prialt, es 1 000 veces más fuerte que la morfina y no causa efectos secundarios.

Hoy Estuardo López Vera tiene los ojos puestos en una gran meta: que a mediano plazo la UNAM firme acuerdos con algún laboratorio privado para que se elaboren estos péptidos como herramientas farmacológicas con la marca Hecho en la UNAM.

Personalmente

Autorretrato
Soy bromista y tolerante.

Pasiones
Los videojuegos, especialmente el Rock Band, que es muy divertido.

Pasatiempo
Ir al cine.

Logotipo facebook
Logotipo Twitter
Logotipo instagram
Logotipo tiktok

Síguenos en nuestras redes sociales

Imagen de Ciencia a domicilio
Imagen de Suscripción a la revista
Imagen de Universum
Imagen de Ciencia UNAM