¿Quién es? 188

Bárbara Pichardo Silva

Concepción Salcedo Meza

Fotos: Arturo Orta

Dinamismo y fluidez

Desde los ocho años, cuando Bárbara miraba las estrellas, la magnificencia del Universo le hizo querer ser astrónoma. Años después lo logró y se especializó en dinámica de galaxias, de estrellas binarias y de sistemas planetarios, y recientemente en la búsqueda de vida en otros planetas.

"Tengo cientos de preguntas sobre el Universo que he venido formulando desde la infancia. Elegí estudiar dinámica estelar y, a través de modelos matemáticos, tratar de representar los objetos estelares en movimiento, utilizando diversos órdenes de aproximación con el poder de las matemáticas, la física y las supercomputadoras". La doctora Pichardo utiliza observaciones realizadas por colegas para volver sus modelos cada vez más realistas y reproducir fielmente el movimiento de galaxias, planetas y estrellas.

Bárbara explica que su padre, un maestro visionario e inteligente, la motivó a leer e indagar y la educó como una mujer libre. "Desde niña me compraba libros de dinosaurios y estrellas. Un día le pedí que en lugar de dulces me comprara el libro Mundos en colisión, de Velikovsky y lo leí ávidamente, aunque no entendía nada". Años después estudió la carrera de física en la Universidad Autónoma del Estado de México.

Al conversar con Bárbara ella transmite sus conocimientos con dinamismo, fluidez y gran calidez humana. Comenta que su vida está entregada a la ciencia, pero también a su esposo y a su pequeña hija de seis años, con quien comparte su afición por la música. La niña estudia piano y Bárbara toca la flauta transversa; antes disfrutaba también cantar, tiene voz de soprano.

Hace ocho años regresó a México después de tres posdoctorados en las Universidades de Wisconsin, Madison, Lexington, Kentucky y Zürich, Suiza, e ingresó al Instituto de Astronomía de la UNAM. Desde entonces ha concretado muchas ideas ingeniosas y divertidas. Respecto a la dinámica de las galaxias, una pregunta fundamental que trata de responderse es cómo se forman sus espectaculares brazos espirales. La doctora Pichardo explica: "Anteriormente los astrónomos evitaban estudiar los brazos espirales porque son estructuras complicadas y muy difíciles de modelar; por ello en mi tesis de doctorado con mis asesores, Edmundo Moreno y Marco Martos, realizamos un modelo súper complicado que se puede ajustar a los brazos —por cierto, es único en el mundo—. Una vez que sabemos cómo son los brazos, podemos saber cómo se mueven las estrellas y eso queda plasmado en el modelo; así veo los objetos en movimiento, eso es la dinámica".

Su primer posdoctorado, recuerda, fue una gran experiencia ya que lo hizo con "un genio de la dinámica": la doctora Linda Sparke de la Universidad de Wisconsin, Madison, EU. "A ella le gustó la metodología que usé en mi tesis de doctorado y me pidió que lo aplicara a sistemas estelares binarios; más adelante, con el doctor George Lake incursioné en nuestro Sistema Solar. Aún sigo estudiándolo. Por cierto, pronto tendremos en el Observatorio de San Pedro Mártir los telescopios TAOS-2 con los que podremos observar cometas y otros objetos". Además, habrá la posibilidad de responder preguntas como ¿es el caos del sistema planetario capaz de explicar cómo entran los cometas al Sistema Solar, pese a que éste es muy estable?

Otro gran tema que estudia la doctora Pichardo es la dinámica de las estrellas binarias (alrededor del 60% de las estrellas de nuestra galaxia). "Este tema me ha llevado a preguntarme si es posible que haya vida en las estrellas binarias. Sé que por cuestión estadística y teórica hay una alta probabilidad de vida en esas estrellas, desde moléculas o vida más avanzada que la nuestra. El hecho de que haya 100 000 millones de estrellas en nuestra galaxia hace altamente probable que existan montones de planetas con vida. Sin embargo, encontrar vida en nuestro sistema planetario, o en estrellas de la vecindad solar, ha sido imposible hasta el momento".

Muestra un gran entusiasmo ante el devenir de la astronomía moderna: "Hay una sinergia entre la ciencia y la tecnología que hace que tengamos cada vez mejores instrumentos de observación, como el satélite Europeo Gaia que va a revolucionar la astronomía moderna, nos va a dar altísima precisión de la posición de los objetos; sabremos la velocidad y la distancia entre las estrellas y vamos a ver la Vía Láctea en seis dimensiones (6D, es decir posiciones y velocidades). La astrofísica moderna traerá la siguiente revolución de la física".

Bárbara continúa resolviendo enigmas del Universo y lanza un reto a los jóvenes: ¡sean felices y hagan astronomía!