¿Quién es? 205

Zenón Cano Santana

Concepción Salcedo Meza

Foto: Arturo Orta

De naturalista a ecólogo

De niño Zenón jugaba con sus amiguitos y sus hermanos en el "Pe" —así le decían al Pedregal de San Ángel, en la Ciudad de México—, gozaban del paisaje repleto de plantas y de su fauna, y sobre todo se divertían persiguiendo bichos. Eso lo volvió un incipiente naturalista que años después se convirtió en ecólogo. Actualmente es el ecólogo que más ha estudiado la vida animal y vegetal de la Reserva del Pedregal de San Ángel, reducto de los últimos ecosistemas naturales que dejó el volcán Xitle.

El doctor Zenón Cano señala que pese a estar en medio de una megalópolis, el Pedregal alberga una gran biodiversidad; en él habitan especies como la zorra gris, víboras de cascabel, cacomixtles, tlacuaches, reptiles, aves y gran variedad de artrópodos. De allí han surgido proyectos de tesis de sus alumnos y conocimientos que han permitido la conservación y restauración ecológica del lugar. Se han hecho estudios de ecología de polinización, de comunidades de abejas y mariposas, de chapulines y un inventario de artrópodos, entre muchos otros. El doctor Cano fue responsable de esta reserva ecológica de 1996 a 2005 y logró que se ampliara y tuviera mayor presupuesto. Hoy es su asesor científico.

Zenón es un hombre afable, emotivo y gran conversador; es el noveno de 11 hermanos. De su madre apren- De naturalista a ecólogo dió el amor por la plantas y de su padre a valorar el conocimiento. En la UNAM se convirtió en biólogo (obtuvo la medalla Gabino Barreda en 1985) y después en ecólogo por la influencia de dos grandes maestros: el doctor Ken Oyama, su director de tesis de licenciatura, quien lo enseñó a investigar, y el doctor Jorge Soberón, quien le abrió las puertas de su laboratorio para hacer el doctorado.

El desafío del profesor Cano es formar jóvenes biólogos con las herramientas de la ciencia, optimismo y compromiso social pues "cada uno es como parte de mi familia". En sus 25 años como académico de biología en el Departamento de Ecología y Recursos Naturales de la Facultad de Ciencias de la UNAM, ha dirigido más de 50 tesis. Zenón agrega: "Me gusta que la cultura y el conocimiento no se hiper especialicen, me gusta conocer la relación entre las cosas de ese fenómeno complicado que es la vida; por eso me he dedicado a la vez a la ecología de las interacciones, la de artrópodos terrestres, la de ecosistemas terrestres y a la restauración ecológica".

Hace un recuento de sus expediciones a la Isla Socorro, Archipiélago Revillagigedo, donde estudió a las langostas; Parque Izta-Popo, donde investigó los muérdagos que parasitan a los pinos, y a la reserva de la Biósfera de Sian-ka´an, Quintana Roo, donde estudió diversos insectos. Ha visitado los lugares más paradisíacos de México y su gran pasión son los insectos, que constituyen poco más de la mitad de las especies del planeta y son muy exitosos pues viven en todos los ecosistemas. Su primer contacto científico con los insectos ocurrió en su tesis de licenciatura pues abordó su interacción con las plantas: estudió la planta tabaquillo, que tiene pelos urticantes que se creía afectaban negativamente a los insectos. Zenón descubrió que no es así.

Otro de sus preocupaciones es lograr que sus hallazgos mejoren la calidad de vida. Por ello ha divulgado temas ecológicos en radio, TV, artículos y libros. Uno de ellos, Las cuevas y sus habitantes, en coautoría con su esposa, obtuvo el premio Pangea de divulgación para niños y jóvenes en 1989. Zenón se esfuerza por satisfacer las inquietudes científicas de sus alumnos y disfruta su relación con su familia además, por supuesto, del fútbol.