¿Quién es? 219

Mauricio Alberto Trujillo Roldán

Anayansin Inzunza

Foto: Arturo Orta

Investigación con beneficio social

Desde la infancia en su natal Colombia, Mauricio Alberto sintió una afinidad especial por la cultura mexicana, que descubrió a través de los libros, y quería estudiar en la UNAM algún día.

Nació en 1973 en la ciudad de Medellín, donde se graduó en ingeniería química en la Universidad Nacional de Colombia; llegó a México en 1997 para cursar la maestría y el doctorado en ciencias bioquímicas en la UNAM. Regresó después a su país para trabajar como investigador en el sector académico y empresarial y luego de dos años volvió a México a trabajar en una empresa farmacéutica y casarse con una mexicana.

Actualmente es responsable de la Unidad de Bioprocesos del Departamento de Biología Molecular y Biotecnología del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM. “Además de la Nacional de Colombia, la UNAM también es mi alma mater, de aquí ya no me sacan, soy parte del inventario”, dice entre risas.

Su gusto por la ciencia inició en la secundaria, quería ser biólogo pero finalmente se decidió por la ingeniería química. “Una de las cosas que más me impresionaban en el colegio era ver los cambios de color de las reacciones químicas, poner un reactivo y observar cómo salía humo; era increíble”, recuerda con entusiasmo el autor de numerosos artículos especializados y de divulgación en revistas internacionales y mexicanas.

Este investigador también ha creado cinco desarrollos tecnológicos que han sido transferidos y utilizados por empresas patrocinadoras. Con uno de ellos obtuvo el Premio Estatal de Ciencia y Tecnología del Estado de México en 2006. Además ha firmado cinco acuerdos de colaboración con empresas y cuatro convenios de desarrollo tecnológico como investigador de la UNAM.

“Es importantísima la vinculación gobierno, empresa y universidad para que se pueda hacer investigación y desarrollo tecnológico. Las empresas están buscando cada vez más a la academia para hacer esta integración. No soy de los que creen que sólo hay que hacer investigación aplicada, creo que tiene que haber un beneficio social”, enfatizó Trujillo.

Las líneas de investigación del científico se centran en la ingeniería de bioprocesos, particularmente en aspectos asociados a los fenómenos de transferencia de masa y momentum de los procesos de fermentación y su escalamiento a nivel industrial. Sus grupos de investigación estudian la producción de polisacáridos bacterianos y fúngicos, y de enzimas de uso farmacéutico y alimentario. Hoy en día buscan desarrollar procesos de cultivos bacterianos para la producción comercial de biofertilizantes y biofármacos. Sus colaboradores trabajan también en la producción de antígenos para nuevas vacunas y de proteínas para diagnosticar enfermedades como la tuberculosis. Quieren producir las proteínas de la tuberculosis en una bacteria que no sea patógena y hacerlo en grandes cantidades para poder tener un buen kit de diagnóstico de esa enfermedad y en un futuro obtener una vacuna proteica.

El doctor Trujillo ha recibido distinciones como el Mejor Trabajo de Grado 1996 del Consejo Profesional de Ingeniería Química de Colombia y Mención Especial 2004 a la Mejor Tesis Doctoral en Biotecnología, “Dr. Ezio Emiliani”, otorgada en Argentina. En 2012, obtuvo la Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos en el área de Innovación Tecnológica y Diseño Industrial de la UNAM.

Mauricio Alberto exhorta a los jóvenes a estudiar carreras científicas y tecnológicas y a hacerlo con pasión, porque ésta se necesita para ser exitoso en la vida. “Si no se estudian las ciencias exactas no habrá campo nuevo para las ciencias aplicadas y sin éstas no hay avances”, puntualizó.