¿Quién es? 228

Ángel A. Ramírez Velasco

Marcela M. Rodríguez

Foto: Arturo Orta

“Encontrar un nuevo hueso siempre es fascinante, me siento como un niño frente a un dios: con muy poco que enseñar y mucho que aprender”, afirma Ángel Alejandro Ramírez Velasco, profesor de biología en la Facultad de Ciencias de la UNAM, y primer investigador de enfermedades padecidas por dinosaurios a partir del estudio de sus restos óseos; es decir, su paleopatología.

Ángel recuerda que desde pequeño jugaba con dinosaurios de plástico, era un niño tímido que prefería dibujar y leer sobre dinosaurios a jugar futbol como la mayoría de sus compañeros. A los ocho años de edad tenía muy claro que quería ser paleontólogo. Programas de televisión como Mundo paleolítico de Discovery Channel lo hacían imaginar cómo se veían, movían, comían y olían los dinosaurios.

A los 14 años una maestra de la secundaria lo animó a visitar el Museo de Geología de la UNAM, donde conoció a su director, el Mtro. Luis Espinosa Arrubarena, quien lo invitó a ser voluntario. Gracias a la motivación de este investigador y de otros maestros y amigos estudió biología con especialidad en paleontología.

Poco antes de concluir la licenciatura, conoció al Dr. Mouloud Benammi, geólogo marroquí formado en Francia, entonces adscrito al Instituto de Geología, quien encontró huesos de dinosaurio en Michoacán. Para convencer a este prestigiado investigador de dirigir su tesis de licenciatura, Ángel se incorporó a su equipo y ayudó a desenterrar, limpiar, clasificar y describir restos óseos. Cuando el Dr. Benammi regresó a Francia, Ángel quedó a cargo del proyecto de investigación por su dedicación y trabajo duro.

En su tesis de licenciatura fue el primer mexicano en nombrar a un dinosaurio encontrado en nuestro país. El Huehuecanauhtlus tiquichensis (del náhuatl, que significa antiguo pato de Tiquicheo) pertenece a la familia de los hadrosaurios o pico de pato, era herbívoro y vivió hace aproximadamente 84 millones de años. Durante el análisis de restos óseos, Ángel identificó una masa anormal y quiso conocer más sobre las enfermedades padecidas por este espécimen, pero carecía de los conocimientos necesarios. Ingresó por ello a la maestría en Ciencias de la Producción y de la Salud Animal en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Defendió su proyecto ante el escepticismo de sus compañeros veterinarios y aprendió sobre histología, patología, anatomía, fisiología y morfología del hueso para poder detectar enfermedades en vertebrados fósiles no humanos.

A sus 32 años Ramírez Velasco ha escrito varios artículos y capítulos de libros sobre su novedosa investigación, ha impartido conferencias y talleres de divulgación científica y desde hace cinco años enseña paleobiología de dinosaurios en la Facultad de Ciencias.

En su tiempo libre disfruta visitar museos y colabora en talleres de divulgación científica para niños. A pesar de la carga académica y docente, sigue dibujando dinosaurios; sus ilustraciones son mucho más realistas que en la infancia pues se basan en los análisis anatómicos que ha realizado.