¿Quién es? 32

Dulce María Brousset Hernández-Jáuregui

Concepción Salcedo Meza

Foto: Dante Bucio / Digital Stock

Curiosidad, pasión y compromiso con la naturaleza

A través de las expresiones corporales o de un concierto de rugidos, Dulce María Brousset puede descifrar el estado de ánimo de los felinos; sabe cuando “un león está como enjaulado”. Ésta no es una apreciación simplemente curiosa; a través de sus investigaciones, ha descubierto que vivir en cautiverio afecta enormemente la conducta reproductiva de estos animales y que esa es una de las causas que los están llevando a su extinción.

Dulce María estudió medicina, veterinaria y zootecnia en la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán de la UNAM y se especializó en medicina, cirugía y manejo de fauna silvestre; es decir, puede trabajar con animales exóticos como serpientes, tarántulas, lobos marinos, pavos reales, rinocerontes y guacamayas o con felinos como el puma, el gato montés, el jaguar, el margay y el jaguarundi.

Desde 1987 es profesora y desde 1995 investigadora del Departamento de Etología, Fauna Silvestre y Animales del Laboratorio de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, ubicada en Ciudad Universitaria. Su pasión por el estudio de los felinos brota impetuosamente a través de los conceptos y anécdotas de sus visitas a los zoológicos de México para hacer estudios genéticos y de enriquecimiento ambiental. “Trabajar con los felinos es una aventura científica fascinante”, explica.

Antes de dedicarse de lleno a los felinos, Dulce María atendía animales exóticos en la Clínica de Pequeñas Especies en la misma Facultad. “Empecé a trabajar con felinos por azares del destino. En un congreso sobre animales de zoológico en Estados Unidos, un ponente que se refirió a las enfermedades virales y a la genética en el continente americano, proporcionó datos de todos los países excepto de México. Me acerqué a él para decirle que me interesaba investigar sobre los felinos de mi país. Resulta que se trataba del doctor Stephen O’Brien, uno de los genetistas de felinos más destacados del mundo”.

Dos semanas después, O’Brien la invitó a participar en una investigación sobre genética, reproducción y enfermedades infecciosas en felinos silvestres, proyecto conjunto del Laboratorio de Carcinogénesis Viral del National Institute of Health y el Smithsonian de Estados Unidos. Así, en 1993, Dulce María comenzó a recorrer los zoológicos de Chiapas, Hermosillo, Tampico, Puebla, Acapulco, Morelia y Tabasco para realizar análisis genéticos en los felinos.

Dulce María confiesa que lo que la hace disfrutar la investigación es “querer entender cómo ocurren y funcionan las cosas. Desde la primaria era muy curiosa; me apropié del cuarto de servicio de mi casa y ahí instalé un pequeño e improvisado laboratorio; ponía una gotita de agua en el microscopio de juguete y veía a los microorganismos moverse, ¡eso me emocionaba mucho!”.

Ahora, esa curiosidad se ha vuelto una búsqueda metodológica rigurosa y un compromiso vital con la naturaleza, ya que la investigación genética la llevó a encontrar que la mayoría de los felinos no estaban reproduciéndose adecuadamente en cautiverio. Esta preocupación le hizo plantearse un nuevo estudio: el efecto del medio ambiente en el bienestar y la reproducción en cautiverio de felinos mexicanos en peligro de extinción (ocelote, margay y jaguarundi), proyecto que desarrolla para obtener el doctorado.

Maestra de las asignaturas Clínica de animales de zoológico y Medicina y zootecnia de fauna silvestre, Dulce María invita a los jóvenes a dedicarse a la medicina de animales, pues además de ser una actividad fascinante lo mismo pueden ayudar a los lobos marinos en el Golfo de California que a los ocelotes en Tamaulipas.