¿Quién es? 52

José Franco

Norma Ávila

Foto: Adrián Bodek

De rock y estrellas

Cuando estudiaba su doctorado en física, en Madison, Wisconsin, José Franco formó un grupo musical que logró fundir la salsa, el flamenco, el jazz, el clásico y el rock. Franco, quien recientemente asumió la dirección del Instituto de Astronomía de la UNAM (IAUNAM), fue quien le inyectó los tonos rockeros a las composiciones originales latinoamericanas que se escuchaban en los bares de Wisconsin, la radio y la televisión, y en el disco que grabó Sotavento, nombre del grupo. Porque para este doctor interesado en los procesos de formación de las estrellas, en los campos magnéticos de las galaxias y en la posible conexión entre la formación estelar y la actividad en los núcleos de las galaxias, Premio Universidad Nacional 2002, el rock es su pasatiempo preferido.

Hasta la fecha José Franco, padre de dos hijos —Daniela, de 16 años, y Tomás, de 13— y esposo de la socióloga Claudia Bodek, se reúne de vez en cuando con un grupo de profesionistas para interpretar rock de los años 50 y 60 en bares y restaurantes capitalinos.

Con una mirada que hace alusión a su apellido —franca—, este especialista, ponente en más de 110 coloquios en instituciones especializadas, habla de su estancia en la Facultad de Ciencias de la UNAM, donde estudió la licenciatura en física: “Cuando entré a la facultad tocaba en un grupo, pero con el tiempo me di cuenta de que el ambiente artístico es muy vacío y decidí dejar de tocar por todos lados y aplicarme a la física. Me sentí atraído por la astrofísica, a la que me dediqué después de estudiar la maestría y el doctorado”.

Su peculiar tránsito por esta facultad dio lugar a que sus amigos lo apodaran Pepe loco. “Eso se debe a que no encuadraba en ninguno de los moldes establecidos para un estudiante porque nunca he sido una persona que siga los protocolos o que caiga dentro de los estereotipos. Los estándares marcan que uno debe mantener la solemnidad para que lo consideren normal y en esa época me gustaba divertirme mucho”.

José Franco es precursor en el estudio de los efectos de la presión de la radiación entre el polvo interestelar (el polvo entre las nubes donde ser forman las estrellas), y sus estudios sobre la génesis de las estrellas se consideran punto de partida en el entendimiento de la formación estelar a gran escala. “En este momento trabajo en la retroalimentación entre la energía que inyectan las estrellas y la formación estelar. Las estrellas no se forman de manera arbitraria; siguen procesos bien definidos”.

Para poder desarrollar una investigación, subraya, “el científico requiere de ingenio y trabajo cotidiano, y no sólo de inteligencia. La disciplina científica dista mucho de ser árida como muchos podrían pensar; comparte la esencia del arte porque las dos son actividades creativas generadas por la pasión”.

Como director del IAUNAM quiere sumar esfuerzos con otras universidades y centros de México y de otros países para la construcción de un telescopio de tecnología de punta en el Observatorio Astronómico Nacional, ubicado en la Sierra de San Pedro Mártir, Baja California. Sus objetivos van más allá: “Es importante hacer una reestructuración dentro del IAUNAM que le permita avanzar en la excelencia”. Otra meta es la creación del Plan Universitario de Astronomía, que conjuntaría a centros e institutos de la UNAM relacionados con la física y la astrofísica.  José Franco asegura no sentir muchos huecos en su vida y haber sufrido pocas frustraciones; en tono de broma dice: “el estar loco me permite hacer y disfrutar”.