¿Quién es? 76

Luis Cabral Rosseti

Concepción Salcedo

Foto: Adrián Bodek

Tras el entendimiento del universo

Luis Cabral Rosetti es un hombre multifacético e integral, admirador de Leonardo da Vinci, Octavio Paz y Paul Dirac, entre otros. Investigador en plena madurez intelectual, a sus 41 años sueña con ver en el laboratorio las pruebas experimentales de la supersimetría, teoría fundamental para entender la constitución y el curso del Universo.

Ha sido investigador en el Departamento de Altas Energías del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM y actualmente es director regional de tecnociencias de la Universidad del Valle de México, campus Querétaro.

Oriundo de Córdoba, Veracruz. Estudió en la Ciudad de México la carrera de física, en la Universidad Autónoma Metropolitana, y la maestría en ciencias (física) en la UNAM. Obtuvo el doctorado en física teórica en la Universidad de Valencia, España, y se especializó en física de altas energías, campo que estudia las diferentes partículas elementales, con la fi nalidad de conocer el origen y destino del Universo.

Luis se define como “tremendamente sociable, transparente y algunas veces aprensivo”, una persona que practica a “rajatabla” los valores del trabajo, la honestidad y la honradez. Es amante de la literatura, la pintura, el teatro, pero Vivaldi es el músico que lo hace sentir “vivo, activo y extasiado”.

Durante sus estudios de maestría se abocó a descifrar el enigma de las oscilaciones de los neutrinos solares, partículas subatómicas postuladas por Pauli en 1932 y que “cambian de personalidad”. Hay tres tipos de neutrinos (véase el artículo “A la caza del neutrino”, de Daniel Martín Reina en ¿Cómo ves? No. 74). Los físicos piensan que unos pueden transformarse en otros, fenómeno al que llaman “oscilación”. Si se confirma, la oscilación daría mucha información acerca de estas partículas. Cabral nos dice que la oscilación de los neutrinos indicaría además el camino hacia una teoría de la gran unificación, que permitiría entender las cuatro fuerzas fundamentales como distintos aspectos de una fuerza unificada. “Ése es el gran sueño —añade Cabral—, esta teoría sería una herramienta para describir las interacciones y las partículas de la materia, y conocer con mayor precisión el origen del Universo; es decir, los primeros instantes de su evolución”. Otra área de su interés es la caracterización de la llamada materia oscura, campo en el que trabaja con otros colegas del Centro de Investigación y Estudios Avanzados y los institutos de Física y Ciencias Nucleares de la UNAM. Hoy sabemos que el Universo está compuesto principalmente de un tipo de materia que sólo se conoce por sus efectos indirectos. Identificarla es uno de los grandes problemas de la cosmología.

Como maestro, Luis Cabral está convencido de la importancia de transmitir a las nuevas generaciones esa pasión por la ciencia. “Me interesa que nuestras investigaciones no sólo sean difundidas en las revistas científicas especializadas, sino también hacia públicos más amplios y sobre todo a los jóvenes”. Con una sonrisa de complicidad, Cabral recuerda: “Gracias a un maestro que impartía geometría analítica y cálculo diferencial e integral, comprendí que las matemáticas eran mucho más que números y ecuaciones. En esa clase me di cuenta de que mi vocación era la física teórica”. Antes de terminar, invita a los jóvenes a dedicarse a la física de altas energías pues es un campo fascinante que, sin duda, les dejará grandes satisfacciones.