19 de abril de 2024 19 / 04 / 2024

¿Quién es? 93

Galia González Hernández

Concepción Salcedo Meza

Foto: Adrián Bodek

Fechamiento, fallas y sueños

En esta ocasión visitamos a la maestra Galia González, coresponsable del Laboratorio Universitario de Radiocarbono (LUR). De sonrisa cálida, rostro apacible y cabello negro brillante, nos comenta que este laboratorio surgió del convenio de colaboración firmado en 2004 entre las coordinaciones de la Investigación Científica y de Humanidades de la UNAM y que involucra a los Institutos de Geofísica (IGEF), Investigaciones Antropológicas (IIA) y Geología (IGL).

“El LUR tiene como antecedente al Laboratorio de Fechamiento del IIA, que dejó de operar en 2003. La importancia de reactivar este laboratorio radica en que en México solamente existe otro lugar de fechamiento por radiocarbono que pertenece al Instituto Nacional de Antropología e Historia”.

Galia nació en la Habana, Cuba, y hoy está naturalizada mexicana. Su infancia transcurrió jugando en la calle —una tradición muy cubana— a la pelota y montando en bicicleta en el barrio de Miramar. Al terminar el bachillerato, en 1987, obtuvo una beca en el Instituto de Minas de San Petersburgo, Rusia, donde realizó estudios en ingeniería hidrogeológica. Años mas tarde llegó a México y estudió la maestría en geoquímica y petrología en el Instituto de Geofísica de la UNAM.

Mientras Galia cuida el proceso de fechamiento de una muestra de madera carbonizada, nos platica: “Aquí en el LUR se emplea el método de fechamiento por Carbono 14 o radiocarbono por centelleo líquido, que se aplica en muestras de origen orgánico, es decir, que estuvieron vivas, que contengan carbono y cuya antigüedad no supere los 60 000 años. Así pueden fecharse pergaminos, carbón, plantas, semillas, conchas, restos carbonizados, huesos, madera, textiles, suelos y sedimentos”.

Desde que se desarrolló el método de fechamiento por radiocarbono se ha determinado la edad de infinidad de objetos arqueológicos, como la tumba del faraón Zoser ubicándola entre los años 2700 y 2600 años a. C.; los sedimentos de la base de la pirámide de Cuicuilco, en la ciudad de México, cuyo resultado arrojó que se ubica entre los años 380 y 174 a. C. y las muestras de madera carbonizada de Teotihuacan, que han permitido establecer la fecha del fuego que destruyó esta ciudad en el año 650 d. C.

El fechamiento por carbono 14 es una de las herramientas más utilizadas para fechar sucesos del Cuaternario tardío, es decir, de los últimos 50 000 a 60 000 años, señala Galia. En sismología el radiocarbono puede utilizarse para estudiar la historia de una falla analizando la materia orgánica en suelos de fallas activas justo en el punto donde se haya dado un deslizamiento. En vulcanología, el fechamiento de restos de plantas carbonizados que quedaron atrapados en los flujos de lava permite estimar cuándo hizo erupción un volcán. Este método también ha resultado muy útil para conocer la historia de los cambios ambientales.

Galia permanece largas jornadas en el laboratorio, pero cuando llega a casa disfruta jugar con su hijo Franco, de 11 años, o bien leer alguna novela. “No me gusta mucho cocinar, pero me encanta la comida mexicana”.

Explica que el carbono 14 es un isótopo radiactivo que decae o se desintegra a una velocidad aproximadamente constante. Este isótopo se forma en las capas altas de la atmósfera, como resultado de la colisión de los rayos cósmicos con las moléculas del aire. En el choque se generan neutrones libres que son absorbidos por los núcleos de los átomos de nitrógeno 14 y convertidos en átomos de carbono 14, que al combinarse con el oxígeno presente en la atmósfera forman dióxido de carbono que entra a la biosfera por medio de la fotosíntesis. En vida, las plantas y los animales están en equilibrio con la concentración atmosférica de carbono 14. Al morir, los organismos dejan de absorber carbono, por lo que la concentración inicial de radiocarbono comienza a disminuir ya que los átomos de carbono 14 que decaen no son reemplazados.

“La velocidad de decaimiento del carbono 14 —explica Galia— se expresa por la vida media (el tiempo necesario para que la mitad de los núcleos en una muestra se desintegren). En la década de los 50 un equipo de científicos dirigido por W. F. Libby determinó por primera vez que la vida media del carbono 14 era de casi 6 000 años y desarrolló el método de fechamiento por radiocarbono”. En síntesis, este método mide el tiempo que ha pasado desde el momento de la muerte del organismo hasta que se fecha la muestra.

Actualmente el laboratorio participa en la Quinta Intercomparación Internacional de Radiocarbono (VIRI por sus siglas en inglés), organizada por la Universidad de Glasgow y el Organismo Internacional de Energía Atómica. En este proyecto, que tendrá una duración de cuatro años, participan 75 laboratorios de radiocarbono del mundo.

Personalmente

Autorretrato. Soy tranquila, constante y sobre todo muy despistada.

Significado de su nombre. Galia es el diminutivo de Galina en ruso. Mis padres me lo pusieron en honor de la hija del astronauta Gagarin.

Manía. Pintar, resanar, barnizar constantemente los muebles.

Arte. La literatura rusa y latinoamericana. Entre mis autores favoritos están Gabriel García Márquez, Jorge Amado, Dostoievski, Tolstoi y Turgueniev.

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