24 de abril de 2024 24 / 04 / 2024

Ráfagas 105

Martha Duhne

Desaparecen las abejas

Desde finales de 2006 y principios de 2007, los apicultores de los Estados Unidos han reportado una drástica mortalidad en sus panales. Se manifiesta por la desaparición de las obreras adultas, lo que deja en el panal sólo a la reina, las obreras jóvenes y las crías. Parece que las obreras, expertas viajeras, se desorientan y ya no pueden regresar a su colonia.

En los estados de California, Florida, Oklahoma y Texas los apicultores han reportado pérdidas de entre 50 y 90% de las colonias, y en algunas regiones de la costa atlántica de los Estados Unidos las pérdidas rebasan el 50% del total de colonias.

El fenómeno se atribuyó inicialmente al hongo Nosema ceranae, que en fechas recientes ha ocasionado colapsos de poblaciones de abejas en España, pero no se ha demostrado que ésta sea la causa del problema estadounidense. Además, este fenómeno se presenta sólo en zonas donde se practica la agricultura intensiva y no se ha dado en regiones naturales, por lo que se piensa que el problema podría estar vinculado con esta actividad, específicamente con el uso de organismos genéticamente modificados y plaguicidas.

Algunas plantas genéticamente modificadas incluyen genes que las hacen tóxicas para los insectos que las consumen y existen datos que muestran una baja en las defensas inmunitarias de las abejas que colectan polen de estas plantas. Esto podría resultar en más enfermedades y mortalidad en abejas expuestas a cultivos modificados, aunque es necesario realizar más estudios para confirmarlo.

La relación con los plaguicidas, y particularmente los insecticidas, parece ser más clara. Entre los estudios que se solicitan para comercializar un insecticida sólo se exige determinar si mata a las abejas, mas no caracterizar los efectos subletales. Un ejemplo, evidenciado por Remy Vandame y Rogel Villanueva, investigadores del Colegio de la Frontera Sur, en México, es la pérdida de orientación espacial de las abejas expuestas a una clase de insecticidas llamados piretrinoides.

Es probable que la mortalidad de las abejas en los Estados Unidos no se deba a un solo factor, sino a varios, como los mencionados, además del avance de la frontera agrícola, la deforestación y el creciente desarrollo urbano, lo cual está reduciendo a pasos agigantados las fuentes alimenticias de las abejas.

Combustible a partir de azúcar

Investigadores de la Universidad de Wisconsin- Madison, de los Estados Unidos, desarrollaron un nuevo tipo de biocombustible más eficiente que el etanol, el más socorrido hasta hoy.

La escasez de combustibles fósiles y el calentamiento global han llevado a muchos centros de investigación y desarrollo tecnológico a buscar fuentes de energía renovables y limpias.

Para que los combustibles puedan usarse en autotransportes deben ser fáciles de distribuir y almacenar, además de ser eficientes. Los combustibles fósiles tienen estas propiedades.

El etanol (un alcohol), el único combustible renovable que se produce en grandes cantidades hoy en día, tiene varias limitaciones: produce mucho menos energía que la gasolina, es lento de fabricar y se contamina fácilmente con el agua de la atmósfera. Se produce usando microorganismos que transforman la biomasa de las plantas (como la caña de azúcar), en azúcares simples, que se fermentan para dar el producto final.

James Dumesic, director del proyecto, y sus colaboradores crearon un nuevo biocombustible, el 2-5 dimetilfurano, por medio de una combinación de procesos biológicos convencionales con nuevos métodos químicos.

Primero utilizaron microorganismos para producir un azúcar simple, la fructosa. Después añadieron un ácido y un metal para producir reacciones químicas que reducen la cantidad de moléculas de oxígeno, lo que mejora la calidad del combustible.

El nuevo biocombustible es superior al etanol por varias razones: su punto de ebullición es más alto que el del etanol, lo que significa que se mantiene en forma de líquido en el tanque y se convierte en vapor al llegar al motor; su densidad energética es 40% mayor que la del etanol, lo que permite que el tanque de almacenamiento en el automóvil sea más pequeño, y además es repelente al agua, por lo que no absorbe la humedad del aire, como sucede con el etanol.

El 2-5 dimetilfurano no está totalmente probado, pero promete ser un avance importante en la producción de combustibles renovables y limpios. Los resultados de la investigación fueron publicados en junio en la revista Nature.

Ciudad Universitaria, patrimonio de la humanidad

A finales del mes de junio, el campus central de la UNAM en Ciudad Universitaria (CU) ingresó en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Con ello, esa organización reconoce a CU como uno de los aportes más significativos a la cultura de la humanidad. “Se trata de la máxima categoría a nivel mundial como Patrimonio Cultural”, dijo un vocero de la UNAM al dar a conocer la decisión de la UNESCO en la XXXI reunión del Comité de Patrimonio Mundial, que se llevó a cabo en Nueva Zelanda. La Ciudad Universitaria, que el 18 de julio de 2005 fue declarada como Monumento Artístico de la Nación, está asentada sobre la lava petrificada del volcán Xitle, que hizo erupción hace 2 400 años.

La lista, iniciada en 1978, contaba en mayo de 2007 con un total de 830 bienes divididos en tres grupos: 664 culturales, 162 naturales y 24 mixtos. De éstos, sólo ocho corresponden a bienes patrimoniales de la modernidad del siglo XX, de los cuales en México se localizan dos: la Casa Estudio del arquitecto Luis Barragán y la Ciudad Universitaria de la UNAM, ambas ubicadas en en la Ciudad de México.

La zona considerada en esta distinción incluye el primer circuito universitario, inaugurado en 1952, en el que hay más de 50 edificios asentados en 176.5 hectáreas, lo que equivale al 25% de las 730 del campus. En su diseño y construcción participó un grupo de 70 arquitectos dirigidos por Mario Pani y Enrique del Moral. En la zona se puede admirar, asimismo, el trabajo de artistas de la talla de Diego Rivera, David Alfaro Siquieros y Juan O’Gorman, entre otros.

La Ciudad Universitaria forma parte ya “del selectísimo grupo de las universidades del mundo que son consideradas Patrimonio Cultural de la Humanidad, junto con la de Alcalá de Henares, en España, y la Universidad Central de Venezuela, en Caracas”, dice el comunicado de la UNAM.

En la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO también se agregaron en esta ocasión la Casa de la Ópera de Sydney, Australia, el Fuerte Rojo de Nueva Delhi, en la India, y el Parque Nacional del Teide, en las Islas Canarias, España.

Para enfrentar el cambio climático

Como las evidencias muestran con toda claridad que el calentamiento global y sus efectos son realidades indiscutibles, científicos de todo el mundo están diseñando estrategias que nos permitan adaptarnos de la mejor manera posible a los cambios que se avecinan. Un ejemplo es el proyecto de Capacidades para la Adaptación al Cambio Climático, emprendido hace cuatro años por Cuba, México y países de Centroamérica. México propuso un modelo desarrollado en Tlaxcala. Se estudiaron las características ambientales actuales de esa región para determinar las acciones prioritarias que es necesario llevar a cabo para enfrentar el cambio climático. Este modelo es el resultado del trabajo de un grupo interdisciplinario de investigadores del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) y del Instituto de Geografía, ambos de la UNAM, y fue dirigido por Víctor Magaña Rueda, del CCA. Se escogió Tlaxcala porque ese estado se ubica en una zona semiárida y es representativo de las condiciones climáticas de buena parte de nuestro territorio, por lo que las acciones propuestas ahí pueden servir en otras regiones de México. El proyecto se centró en tres sectores: la agricultura, los bosques y el agua.

Magaña Rueda señaló que, en relación con la agricultura, la mayor amenaza será la disminución de la humedad de los suelos y los fenómenos meteorológicos extremos, que podrían manifestarse como fuertes tormentas o granizadas. Se ha propuesto recuperar el suelo, construir invernaderos de cultivo orgánico de jitomate, tomate y chile, y utilizar el riego por goteo. Esto garantizaría el agua a los cultivos en esta época de distribución de lluvias cada vez más variable.

En cuanto a los bosques, las proyecciones de cambio climático para esa entidad señalan condiciones más secas, por lo que aumentará el riesgo de incendios forestales y con ello, la tasa de pérdida de cubierta forestal. En materia de reforestación, se propone iniciar un programa de plantación de árboles de baja talla, más resistentes a las sequías; hacer cambios en el calendario de siembras de árboles para asegurar una mayor probabilidad de supervivencia; establecer zonas o bosques semilleros y usar especies nativas de cada estado, por estar más adaptadas al clima local.

Magaña Rueda advirtió que en Tlaxcala la situación del agua es crítica y las proyecciones son muy preocupantes. Las estrategias a largo plazo podrían incluir la conservación de las zonas de recarga —bosques y humedales—, así como la protección de la vegetación de las orillas, la restauración de los canales de ríos a sus formas naturales y la reducción de la contaminación del agua.

Es muy importante el desarrollo de este tipo de proyectos, que nos indican hacia dónde debemos dirigirnos. Ahora falta asegurarnos de que se lleven a cabo.

Al descubierto peligrosa cepa de una bacteria

Científicos del Instituto de Biotecnología de la UNAM identificaron nuevas funciones de los genes de la Escherichia coli enterohemorrágica, cepa O157:H7.

La E. coli es una bacteria que fue descrita en 1885 por Theodor von Escherich, bacteriólogo alemán. A pesar de que su nombre se asocia frecuentemente a una enfermedad, muchas de sus cientos de cepas no sólo son inocuas, sino fundamentales para el correcto funcionamiento del sistema digestivo humano y de muchos animales, además de que producen vitamina K y el complejo de vitaminas B, esenciales para muchas de las funciones celulares.

La cepa de la E. coli denominada O157:H7 adquirió durante su evolución información genética de otros microorganismos que producen toxinas con la capacidad de ocasionar enfermedades, en algunos casos graves. La E. coli O157:H7 se reconoció inicialmente como causa de enfermedad en 1982, durante un brote de diarrea aguda con sangre. Desde entonces, la mayoría de las infecciones han provenido de ingerir carne de res molida poco cocida. Debido a que se determinó que este primer brote se debía a hamburguesas contaminadas, a esta enfermedad se le conoce actualmente como la “enfermedad de las hamburguesas”.

El grupo de investigadores, dirigido por José Luis Puente García, colaboró con la Universidad de Columbia Británica, Vancouver, Canadá. El grupo identificó las funciones de los genes de esta cepa de E. coli, relacionadas con la regulación de algunas proteínas y esto lo llevó a descubrir cuáles son las moléculas responsables de producir diarrea, colitis hemorrágica y otros padecimientos que afectan a miles de seres humanos en todo el mundo y pueden llegar a ser mortales. Todos los grupos de edad son susceptibles de infección con esta cepa, pero los niños menores de cinco años y los ancianos corren más peligro de sufrir complicaciones graves.

Puente García y sus colaboradores estudiaron también otra cepa, la E. coli enteropatógena, que causa diarrea en niños menores de seis meses en países en desarrollo.

El descubrimiento de nuevas funciones ayuda a entender mejor los mecanismos que permiten a esta bacteria causar enfermedades y, con ello, a proponer estrategias para prevenir la infección.

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