29 de marzo de 2024 29 / 03 / 2024

Ráfagas 8

Martha Duhne

Viaje redondo en globo de alta tecnología

Se llama Orbiter 3 y es un globo de alta tecnología que transportó al médico suizo Bertrand Piccard y al aeronauta británico Brian Jones en el primer e histórico viaje de 20 días (de ida y vuelta), sin más sistema de propulsión que la fuerza del viento. Volando a casi 12 000 metros de altura —lo que implicó que viajaran en una cabina a presión, como la de los aviones, manteniendo así el nivel de aire necesario para respirar—, el Orbiter 3 se mantuvo inflado con aire caliente, gracias a unos quemadores de gas (similares a los que se usan en las estufas domésticas), colocados arriba de la cabina de los pilotos. Además, para evitar sustos, el Orbiter 3 estaba provisto de dos globos internos llenos de helio, el gas con que se inflan los globos para las fiestas infantiles. Con ese equipo, además de los sistemas de navegación y de radio, el Orbiter 3 salió de Suiza, el pasado 1º de marzo, rumbo a Marruecos, luego a Mauritania, India, Egipto y, finalmente, de vuelta a casa. Durante el viaje (sin escalas) se ubicaron las corrientes de viento que permitieron al Orbiter 3 moverse a velocidades de entre 96 y 160 kilómetros por hora. Esta hazaña, que se había intentado antes sin éxito —en 1981 y al menos en veinte ocasiones—, combina el desarrollo tecnológico más avanzado con la insustituible pericia y audacia del hombre.

Perdonar es vivir

Científicos estadounidenses estudian los efectos que puede llegar a tener en nuestro organismo la capacidad de perdonar a quien nos ofende o lastima físicamente. Charlotte van Oyen Witvliet, que trabaja en el Hope College, en Holland, Michigan, y otros investigadores han medido las reacciones del cuerpo humano ante recuerdos de agravios, lo mismo en sujetos que dicen perdonar a quien los ofendió que en individuos que no lo hacen. Así, luego de hacer pruebas con 70 personas, la doctora Van Oyen encontró que cuando alguien nos hace daño —mental o físico— se presenta una importante actividad cardiovascular que es “significativamente mayor” cuando el individuo agraviado piensa en vengarse en lugar de perdonar. Van Oyen señala que la mayoría de las personas son rencorosas porque creen que así mantienen un mayor control y están menos tristes respecto de la ofensa sufrida. Sin veembargo, apunta la investigadora, “las entrevistas que hemos realizado confirman mayor alivio y seguridad en las personas que perdonan y entienden —aunque no justifiquen— a quien los ofendió”. En el estudio se hace la distinción entre el perdón y la reconciliación; para perdonar sólo hace falta una persona; para reconciliarse se necesitan al menos dos.

El secreto de la eterna juventud

En el fascinante mundo de las abejas existen marcadas diferencias entre obreras y reinas; por ejemplo, la infertilidad de las primeras y el mayor tamaño y longevidad de las segundas. Con respecto a esta última característica, la abeja reina parece tener el secreto de la eterna juventud, pues mientras sus obreras viven en promedio 40 días, ella puede prolongar su existencia hasta dos años, en los que produce mil huevos diarios. Si comparamos estas cifras con la esperanza de vida humana (62 años), la reina viviría 1 200 años en plenitud reproductiva. Tales diferencias responden a desarrollos distintos de debidos a la alimentación de las abejas durante el estado larvario. Y es que mientras la larva de la reina se alimenta de jalea real que le es suministrada durante 1 600 visitas, la larva de la obrera consume miel (que contiene tres veces menos azúcares que la jalea) y sólo recibe 150 visitas.

Con el fin de entender este fenómeno, en el Instituto de Biotecnología de la UNAM se realiza el primer análisis molecular de las diferencias de expresión genética entre reinas y obreras durante el proceso de “formación de castas”. El objetivo del estudio es caracterizar de manera más específica el efecto de ciertas moléculas, como la hormona juvenil, sobre la regulación genética, pues a mayor consumo de carbohidratos corresponde una mayor secreción de dicha hormona.

De acuerdo con el citado análisis, los genes que participan en el metabolismo respiratorio son mayormente expresados (hasta 100 veces más) en las larvas de las reinas que en aquéllas de las obreras. Además, el gen involucrado en la producción normal de proteínas y cuya calidad y cantidad disminuye con la vejez, es más abundante en reinas que en obreras.

Lo anterior ha llevado a plantear la hipótesis de que la abeja reina posee mayores niveles de hormona juvenil, la cual cumple una importante función en la estimulación respiratoria, al influir en la producción de más ATP (trifosfato de adenosina) y menos radicales libres, es decir, una mayor disponibilidad de energía y una menor oxidación, factores que repercuten en un envejecimiento más lento.

Cerca del mar

La producción de las lagunas costeras de México, que son fuente de alimentos ricos en proteínas, se ve severamente afectada cuando estos cuerpos de agua pierden comunicación con el mar y por la contaminación ocasionada por derrames de petróleo y descargas del drenaje, lo cual impide la entrada y desarrollo de las larvas y huevecillos de especies de alto valor comercial como el camarón. Para resolver el problema se ha hecho uso del dragado de canales, que, sin embargo, presenta varios inconvenientes: su alto costo, el posible daño ecológico y que se trata de una solución temporal. Por ello, en el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM se ha desarrollado el Sistema de Bombeo por Energía de Oleaje (SIBEO).

Esta tecnología aprovecha la fuerza de las olas para bombear agua del mar, con el fin de sanear cuerpos de agua contaminados y reavivar lagunas costeras que han quedado aisladas del mar. El sistema consiste básicamente en un tubo de entrada que se sumerge en las olas, una máquina de bombeo colocada en tierra y un tubo de desagüe.

El SIBEO se ha aplicado con éxito en la laguna El Lagartero, ubicada en las costas de Oaxaca, donde se ha observado un considerable aumento de la población pesquera. Este logro es resultado de un esfuerzo multidisciplinario que incluye a físicos, químicos, biólogos y sicólogos sociales, quienes han hecho posible optimizar el diseño del sistema, controlar el impacto sobre el medio ambiente, establecer la adecuada capacidad de carga de la laguna y fomentar en la comunidad la cultura de respeto al ecosistema y la apropiación de esta tecnología.

Asimismo, el proyecto ha salido adelante gracias a la participación de la Cooperativa Pescadores de Coatepec; el apoyo de la Fundación Mac Arthur y el Fondo de América del Norte para la Cooperación Ambiental, así como a la colaboración de especialistas de la Universidad Autónoma Metropolitana, del Instituto Nacional Indigenista y del Grupo de Estudios Ambientales.

Un ojo al gato y otro...

Todavía no es un investigador profesional, pero ya comienza a hacer aportaciones a la ciencia: Niels Rattenborg, estudiante de la Universidad Estatal de Indiana, Estados Unidos, descubrió recientemente que los patos nunca duermen “a pierna suelta”. Resulta que son capaces de poner a descansar uno u otro de los hemisferios del cerebro, cerrando el ojo que corresponde al lado dormido, mientras mantienen el otro ojo abierto en un estado de alerta permanente. Se trata de un recurso de seguridad biológica que protege a los patos de ser sorprendidos por animales depredadores durante el sueño. Este mecanismo natural es tan eficaz, señaló Rattenborg, que cuando los patos duermen en fila, los que se ubican a cada extremo cierran el ojo que da hacia los patos del centro y dejan abierto aquel que mira hacia el exterior del grupo; en ese caso, sólo descansan plenamente los patos que se encuentran en el centro de la fila.

Exploración de cometa... sin dinero

Todo estaba listo para que el Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory) de Pasadena, California, lanzara al espacio la sonda robot “Champollion”, cuya misión sería posarse sobre el cometa Temple 1, en el año 2006. Sin embargo, recortes en el presupuesto que destina el gobierno de los Estados Unidos a la investigación espacial, así como gastos inesperados en el mantenimiento del Telescopio Espacial Hubble, ponen en peligro de cancelación al proyecto, que tiene un costo de 158 millones de dólares. El doctor Paul Weissman, coordinador de este esfuerzo científico para profundizar en el conocimiento de los cometas (¿de qué están hechos, a qué velocidad viajan, cómo se forman?), trata de buscar apoyo económico por parte de otras fuentes. Otros proyectos de la Agencia Aeroespacial Estadounidense, la NASA, podrían también quedarse sin recursos y las autoridades de este organismo prevén que los presupuestos para investigación y exploración del espacio en Estados Unidos, sufrirán severos recortes a partir del año 2000.

El sabor de la verdad

Nemesio Chávez Arredondo

La emoción que nace y transita por el cuerpo, la que eriza el pelo y estalla en alegría en el centro del cerebro, es la misma. Una causa, misteriosa —pues se ignora el proceder íntimo de su relojería— puede ser el vaivén de sonidos llamado música, tan antigua y grata para tantos. También pueden ser causas, igualmente inexplicables, un retrato de símbolos ordenados llamado ecuación, o el arribo pausado a la comprensión de que todos los minúsculos ingredientes de los seres vivos se hornearon y cocinaron al calor de alguna estrella.

Una causa, la música, se desliza hasta la mente por el oído sin que el pensamiento apenas la perturbe, no requiere del raciocinio para ser asimilada. Las otras, las intelectuales, tuvieron que esperar, en cambio, a que la evolución inventara el pensamiento, a que se desarrollaran las partes más altas del sistema nervioso para contar con una puerta de acceso. Una vez que algún estímulo, el móvil de la emoción, ha ingresado al dominio interno, ya que ha traspuesto la frontera del cuerpo, la sensación recorre los mismos senderos, alcanza las mismas cimas, propicia los mismos incendios.

La ciencia y el arte encantan igual porque revelan idéntica cualidad del objeto, sujeto, situación o fenómeno que se deciden a mirar: su verdad, sus verdades. Porque muchas son las verdades que comienzan a revelarse con tan sólo la simple observación detenida y minuciosa, aun poco advertida de sí misma y hasta caótica, de cualquier cosa que sea en el Universo.

El ave en vuelo es un festín de verdades: manos invisibles de presiones diferentes la sostienen en el aire; incendia la mirada del pintor, que roba con su pincel y apresa en su lienzo la llamarada; parece tener abuelos ilustrísimos y reptilianos; sus alas suenan en los acordes de muchos inspirados; en ellas también se van atados los sueños, manos de largos dedos para asirse al aire. Cada verdad le es hallada al objeto con instrumentos, técnicas, sentidos y órganos diferentes y específicos.

Mientras más herramientas de análisis se suman y complementan, más verdades desde distintos ángulos, mejor apreciación y mayor aprecio se tienen del objeto. Hallarle verdades a las cosas puede aligerar en muchos casos los pesares propios de lo cotidiano y hacer más cómodo el tipo de existencia por el que la civilización ha optado, especialmente si tales verdades han sido capturadas con los aparejos y anzuelos de la ciencia, pero, ante todo, hace más gratificante la conciencia de la vida.

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