16 de abril de 2024 16 / 04 / 2024

Retos 104

De héroes y olvidados

Antonio Ortiz

Técnica mixe

Cuando Benito Juárez era niño y lo mandaban a cuidar el rebaño de ovejas de la familia, en lugar de quedarse sentado y aburrido viendo lo que hacían las ovejas, sacaba su resortera y se ponía a disparar pequeñas piedras contra lagartijas, ratones, pájaros, y hasta cazuelitas de barro. De hecho, a lo largo de los meses, había perfeccionado su técnica para disparar de tal manera que podía disparar en un santiamén las 30 piedras que solía recoger y colocar en su morralito.

Una tarde, mientras Benito practicaba, se le acercó un cazador proveniente de la sierra mixe y le explicó que si tan sólo se colocara el morral a la altura del pecho, en lugar de llevarlo a la altura de la cadera, podía disparar aún más rápido. Y en efecto, al colocarse el morral sobre el pecho, Benito lograba disparar rapidísimo con su resortera. De hecho, si en esa época ya hubiesen existido los cronómetros, fácilmente podría haber comprobado que con la técnica mixe podía disparar una piedra más cada 6 segundos y terminar las 30 piedras del morral 30 segundos antes que usando el morral a la altura de la cadera.

¿Cuántas piedras por minuto podía disparar Benito con la “técnica mixe”?

Soldado de Villa

Si algo tenía de especial el tío Gamboín era que nunca decía mentiras, porque no quería ponerles mal ejemplo a sus sobrinos, incluso cuando relataba alguna de sus famosas anécdotas, como aquella de su abuelo durante la Revolución.

Según el tío Gamboín, el día que finalmente cayó la ciudad de Zacatecas en poder de las tropas de Pancho Villa, unas cuantas horas después se organizó una gran fiesta entre la tropa para celebrarlo. Al caer la noche, su abuelo, que era soldado de Villa, estaba en una habitación coqueteando con una soldadera, cuando de repente entró Pancho Villa acompañado de dos soldaderas más. Una de ellas traía una canasta en la que había exactamente cinco tamales. Y ahí, parado al centro de la habitación, Villa le dijo al abuelo del tío Gamboín: “Mira Roque, aquí traigo unos tamalitos para que al rato nos los comamos. Así que antes de comenzar cualquier cosa, pues que cada quien agarre su tamal y vámonos a festejar”.

Algo que nunca se ha podido explicar el tío Gamboín es que, aun y cuando sólo había cinco personas en la habitación y cada una tomó su tamal, el abuelo juraba y perjuraba que al final había quedado un tamal en la canasta.

Si el abuelo tampoco decía mentiras, ¿de qué manera sería posible que hubiese quedado un tamal en la canasta?

Los olvidados

Jaibo, el limpiaparabrisas de la glorieta, estaba muy contento porque ese sábado había sido sumamente productivo: eran apenas las 2 de la tarde y ya había reunido 180 pesos después de 7 horas de arduo trabajo. Con ese dinero le alcanzaría exactamente para comprar los kilos de tortillas que su mamá le había encargado para la fiesta de cumpleaños de su hermana. Sin embargo, al llegar a la tortillería, se encontró con que de nuevo las tortillas habían aumentado en 3 pesos por kilo, por lo que tuvo que comprar tres kilos menos de los que le habían pedido.

Así las cosas, Jaibo se fue caminando meditabundo hacia su casa, pensando en que si su mamá había planeado que cada asistente a la fiesta comiera 1/4 de kilo de tortillas, ¿cuántos gramos de tortillas deberían darle ahora a cada uno?

¿Cuántos kilos de tortillas le habían encargado a Jaibo, y cuántos asistentes estaban invitados a la fiesta? ¿Cuántos gramos de tortillas le tocaron finalmente a cada uno de los asistentes?

Soluciones al número anterior

Actitud positiva. Debe haber 16 presos.

Compañeros de juego. El “Tiburón” estaba preso por narcotráfico y el “Lechuzo” por asaltabancos.

Prohibición tajante. Otilio llevó 400 botellas de mezcal y las vendió a 210 pesos cada una; Pánfilo llevó 600 botellas de brandy y las vendió a 140 pesos cada una.

Logotipo facebook
Logotipo Twitter
Logotipo instagram
Logotipo tiktok

Síguenos en nuestras redes sociales

Imagen de Ciencia a domicilio
Imagen de Suscripción a la revista
Imagen de Universum
Imagen de Ciencia UNAM