29 de marzo de 2024 29 / 03 / 2024

Retos 86

Belleza matemática

Antonio Ortiz

Operación calculada

Para variar, siempre que Enriqueta se compraba cualquier cosa la comenzaba a presumir por todo el Centro de Matemáticas, donde asistía a algunas clases del doctorado en topología. Un domingo que se fue a pasear al tianguis compró la típica calculadora para niñas de Hello Kitty, que tenía las operaciones básicas de sumar, restar, multiplicar y dividir. Así, el lunes Enriqueta andaba por los pasillos del instituto presumiendo su fabulosa calculadora a cuanto investigador encontraba a su paso. De hecho, cuando se encontró con el director del centro le dijo que su calculadora era tan buena que únicamente con ésta, oprimiendo cuatro veces y de manera alternada un ocho y una operación se obtenía el resultado de 120. En la mente del director, además de la imagen de los ojazos de Enriqueta, se formó la de: 8 (operación) 8 (operación) 8 (operación) 8 = 120.

Por unos instantes trató de averiguar mentalmente las teclas que se tendrían que oprimir para obtener semejante resultado, pero al fi nal pudo más la turbación que le producía la mirada de Enriqueta que su capacidad mental para resolver problemas, y el director se dio por vencido.

¿Qué operaciones se tendrían que hacer en la calculadora de Enriqueta?

Más que una amistad

Desde que el director del Centro de Matemáticas se había topado por primera vez con Enriqueta, quedó prendado de su belleza. Una tarde, cuando se la encontró por uno de los pasillos, no se le ocurrió mejor cosa que sugerirle que se vieran más tarde en el cubículo de Enriqueta, para “enseñarle unos objetos topológicos bastante interesantes”. Enriqueta, como toda estudiante principiante de doctorado, se sintió muy halagada por la propuesta del director, pensando que finalmente alguien había descubierto que era una lumbrera en matemáticas, topología, cálculo y anexas. Entonces, para recalcar lo inteligente que era, no se le ocurrió mejor idea que contestarle a lo matemático: “Sí señor director, lo espero a la hora que usted quiera; y si usted suma las cifras del número de mi cubículo obtendrá exactamente la mitad de lo que obtendría si sumara las cifras del número del cubículo siguiente”.

Así las cosas el director se fue a comprar una botella de champagne y unas flores para después acudir a su cita, mientras pensaba que en el centro había 100 cubículos, todos numerados sucesivamente del 1 al 100, y casi de inmediato adivinó que el cubículo de Enriqueta tendría que ser el número 1, ya que era la mitad del que le seguía, el 2. Sin embargo, al abrir intempestivamente la puerta del cubículo, el director no se encontró con la torneada fi gura de Enriqueta, sino con la del rechoncho subdirector, quien al verlo sólo alcanzó a decir: “Ya lo sabía, señor director, que entre usted y yo ha comenzado a crecer algo más que una amistad…”. Mientras tanto, en su cubículo, Enriqueta seguía esperando…

¿Cuál era el número del cubículo de Enriqueta?

Con todo e importe

Tan emocionada estaba Enriqueta con sus estudios de doctorado en matemáticas, que siempre que se presentaba la ocasión optaba por hablar a lo matemático. Por ejemplo, un día que había una fi esta en casa de su amiga Nidia, llegó Enriqueta con cuatro caguamas y como entre las dos iban a pagar a partes iguales todo lo que se consumiese en la fi esta, Enriqueta le dijo que por las cuatro caguamas le habían cobrado 60 pesos con “todo e importe”, y que había descubierto que el precio del puro líquido era de sólo 10 pesos más que el del envase de vidrio. Cuando Nidia le preguntó cuánto les devolverían a cambio de los envases vacíos, Enriqueta le contestó que no fuera floja y que hiciera la cuenta mentalmente. Aunque Nidia era burra para las matemáticas, de todos modos hizo las cuentas para después afi rmar: “Nos van a devolver 20 pesos”. A lo que Enriqueta le respondió: “No, a ver, haz bien la cuenta”.

¿Cuánto le costaron a Enriqueta los envases y cuánto el líquido?

Soluciones al número anterior

De portada. Entre 1 y 84, los únicos números consecutivos que cumplen con la propiedad mencionada en el problema son el 79 y el 80, por lo que el artículo de portada al que se refi ere la carta es “Dinosaurios emplumados”, del No. 79.

El rey. Estrella pidió Me he de comer esa tuna y El rey; Isabelle: México lindo y querido y La malagueña, y Atenayhs: Ay Jalisco y Ojos tapatíos.

Jaque. José Luis Jugó 7 partidas: 4 con Sergio y 3 contra Juan.

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