24 de abril de 2024 24 / 04 / 2024

Retos 99

Escuela de brujos de Catemaco

Antonio Ortiz

La cabra macabra

En Catemaco, Veracruz, era de sobra conocido “El canicas” porque siempre sacaba 10 en matemáticas y era el más excéntrico del pueblo. Por eso a nadie le extrañó que decidiera presentarse al examen de ingreso a la famosa Academia López de Magia, Brujería y Adivinación; un examen redactado y revisado por los brujos de Catemaco.

La primera prueba del examen consistía en que el grupo de aspirantes acompañara una noche de Luna llena al brujo mayor hasta una cueva secreta, donde todos los meses se reunían unos brujos para celebrar el rito de la cabra macabra —un antiguo rito en el que en un descomunal caldero con agua cada bruja asistente depositaba una cabeza de gallina negra y 2 patas de murciélago y cada brujo arrojaba 4 patas de cabra y una cabeza de guajolote macho—. Una vez que el grupo de aspirantes se encontraba cerca de la cueva, el brujo mayor les pedía que se concentraran y trataran de “ver” a través de las paredes de la cueva exactamente cuántas brujas y cuántos brujos se encontraban reunidos.

Por más que “El canicas” se concentró, no logró ver nada, por lo que decidió recurrir a sus dotes matemáticas. Después de un rato, le comentó al brujo mayor que veía un poco borrosa la imagen al interior de la cueva y que le ayudaría si le dijera cuántas cabezas había en el caldero. El brujo le dijo: “Me da gusto saber que captas algo; yo veo 35 cabezas de animales en el caldero”. Después de otro rato de entrecerrar los ojos, “El canicas” le dijo al brujo que veía claramente el caldero, pero que el vapor no le dejaba ver cuántas patas de animal estaban hirviendo. El brujo le aclaró que en el caldero había 94 patas de animales.

No había pasado ni un minuto cuando “El canicas” le dijo al brujo que ahora veía claramente a los brujos y brujas en la cueva y le dijo exactamente cuántos eran. Entonces el brujo le informó que podía pasar a la segunda prueba.

¿Cuál fue la respuesta de “El canicas”?

Segunda prueba

Para la segunda prueba el brujo mayor llevó a los aspirantes hasta la cúspide de una montaña donde les relató lo siguiente:

“Una noche como ésta, en que los rayos no cesaban de caer, vino a mi choza Nicanor Pérez y me dijo que tenía un problema con Abundio López, quien le había robado 59 quintales de maíz. Quería desquitarse y me pidió que le hiciera un ‘mal’ a Abundio. Jóvenes aspirantes: algo que todo brujo debe siempre sopesar es la cantidad de ‘mal’ que se le pide a uno hacer y lo que se recibirá a cambio. Nicanor me ofreció como pago una casita en la playa con apenas 10 hectáreas de terreno, lo que me pareció demasiado poco y entonces fue poco el mal que provoqué a Abundio que es ganadero. En aquellos días él tenía 578 cabezas de ganado, y yo decidí —usando mis poderes mentales— desaparecer todas sus cabezas de ganado menos 136. Ahora, digánme, ¿con cuántas cabezas de ganado se quedó Abundio?”

Pequeña torre Eiffel

La tercera y última prueba consistía en empequeñecer —mediante poderes mentales— un objeto que se encontrara a gran distancia. Para ello el brujo decidió que, desde las orillas del lago de Catemaco, los aspirantes tenían que reducir exactamente a la mitad de su tamaño original diversos monumentos emblemáticos del mundo, y para comprobarlo deberían decirle cuánto pesaban ya empequeñecidos

Al “Canicas” le tocó reducir la torre Eiffel, pero antes de empezar a concentrarse le preguntó al brujo cuánto medía y pesaba la torre Eiffel. El brujo contestó que tenía 320 metros de altura y pesaba 7 000 toneladas. Unos instantes después, “El canicas” declaró que ya había reducido la torre a la mitad y que ahora medía 160 metros de altura y mencionó el peso. El brujo, contento, le otorgó el título de “brujo de Catemaco”.

¿Cuánto pesaría la torre Eiffel reducida a la mitad de su tamaño?

Soluciones al número anterior

Terrenito playero. Una de las condiciones geométricas que debe cumplir cualquier triángulo es que la longitud de cualquiera de sus lados no puede ser igual o mayor que la suma de las longitudes de los dos lados restantes. En este caso, uno de los lados mide lo mismo que la suma de los otros dos; el terreno que compró Juan Manuel se reduce a una simple línea de 45 km de longitud.

Tío baboso. El caracol siempre tardaba lo mismo en recorrer la rueda, ya que una hora y veinte minutos es igual que 80 minutos.

Gira europea. A partir de lo dicho por Shakira se establecen las ecuaciones: (a – 3) = 2(m–3), (m – 1) = 2(s – 1), a + m + s = 197. En donde a, m y s son las edades de la abuela, la madre y de Shakira, respectivamente. Así se obtiene que Shakira tiene 29 años, su mamá 57, y su abuelita 111 años de edad.

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