15 de marzo de 2025 15 / 03 / 2025

Ganadores del Tercer Concurso de Fomento a la Lectura Penitenciaria

Revista ¿Cómo ves?

Imagen de Ganadores del Tercer Concurso de Fomento a la Lectura Penitenciaria

Revista ¿Cómo ves?

PRIMER LUGAR

Ciencia y reinserción

Por Juan Manuel Barragán Espinoza, Cefereso núm. 1 “Altiplano”, Almoloya, Estado de México

I. Introducción

El tiempo es un recurso finito que tenemos los seres humanos. Y de todas las cosas buenas que la vida nos ofrece, el tiempo es por mucho la más valiosa. Desgraciadamente el tiempo en reclusión transcurre gravemente enfermo. Pero seguramente que la divulgación de la ciencia en los centros federales de readaptación social reviste una gran importancia porque puede ayudar a acrecentar el bienestar y mejoramiento de las condiciones de internamiento de las personas privadas de la libertad, coadyuvando a comprender que, a través de la evolución humana, se ha demostrado que la ciencia es el alma verdadera de todo lo que nos rodea, protege, vigila y custodia. Además, que durante el tiempo la soledad de las personas privadas de la libertad ayude a comprender que la ciencia es un placer del conocimiento y en el encierro se transforma en una ventana en donde se puede asomar cualquier prisionero al conocimiento universal.

II. Desarrollo

Vivir una situación de cárcel lleva a una constante interiorización del individuo que purga una condena o prisión preventiva, y el tiempo transcurrido lo conduce a manifestar una mayor sensibilidad. La difusión de la ciencia en las instituciones mencionadas reviste singular importancia, ya sea por medio de publicaciones especializadas editadas por instituciones educativas nacionales o extranjeras o bien por diversos organismos especializados. Todo el conocimiento científico puede coadyuvar a la sustentabilidad de un nuevo paradigma de reinserción social al cual aspira nuestra constitución federal y el actual sistema penitenciario federal de nuestro país, porque el diálogo intelectual de la ciencia, la cultura y la política con el ser humano privado de la libertad es un principio que encierra un carácter civilizador.

La vida en la prisión para una persona privada de la libertad (ppl) transcurre a velocidades y ritmos disímiles: por largos periodos avanza lentamente y de repente en lapsos muy cortos suceden eventos frenéticos, caóticos y radicales que la transforman hasta dejarla irreconocible, provocando a la gran mayoría de internos estragos emocionales. Es por eso y por muchas cosas más que a las personas privadas de su libertad se nos considera una población vulnerable. Para este tipo de población la divulgación de la ciencia no sólo puede servir como base del conocimiento de la evolución humana, sino también como una ventana a la realidad del mundo actualizado y una verdadera hostia divina que alimente el espíritu del conocimiento, mismo que en un futuro puede decantarse como el poder disuasivo para combatir la ansiedad, el estrés, la angustia, la nostalgia y otros síntomas psicológicos que son tan recurrentes día con día en una situación de encierro.

Las personas privadas de la libertad (ppl) constituyen una auténtica y verdadera área de oportunidad para la divulgación de la ciencia y que no debe dejarse de soslayo, porque ésta tiene una enorme capacidad universal de transformar no sólo el entorno de la naturaleza que nos rodea, sino también a las personas extraviadas en su pensamiento y actuación dentro de la sociedad a la que pertenecen y porque muchas cosas mueren en una celda. La ciencia además reviste una gran importancia porque es perenne como fundación de la educación del hombre en el mundo de todos los tiempos. Tampoco se puede negar que al igual que la sombra es hija de la luz; la ciencia es la madre de todo en el Universo conocido y cada día nos sigue sorprendiendo desde la grande e increíble explosión del Big Bang, y porque la ciencia es una infinita rueda en la historia del hombre y es inmutable en el Universo conocido. Reviste además una gran importancia en los centros federales de reinserción social porque en la actualidad existe la queja recurrente por parte de la población penitenciaria sobre la grisura de la cotidianeidad, aunque ésta con frecuencia sea para muchos una tabla de salvación. En algunos pervive el pensamiento de una vida predecible donde la energía no se malgasta intentando adivinar lo que depare el mañana. Las personas privadas de la libertad al experimentar todas estas sensaciones podemos intuir que enfrentamos graves problemas, un alto nivel de estrés crónico, ansiedad y periodos depresivos, con un sentimiento de abandono y necesidad de alimento para la psique. Por todo eso en ningún lugar hace más falta la divulgación de la ciencia, la difusión cultural y el conocimiento científico que en una situación de cárcel. El conocimiento científico y cultural en los seres humanos privados de la libertad puede convertirse en un dique contra el crimen porque siempre es más conveniente invertir en las etapas previas a la materialización del delito y abortar la delincuencia en su fase embrionaria, y no cuando ya es un hecho consumado. En el actual sistema penitenciario federal se concentra el núcleo duro de la marginalidad; si se le pone atención es posible que se puedan romper algunos eslabones en la carrera criminal. La divulgación de la ciencia puede otorgar beneficios de identidad y una aceptable reinserción social, así como un futuro para quienes logren obtener su libertad.

III. Conclusión

Por todo lo anteriormente narrado se concluye que la divulgación de la ciencia en los centros federales de reinserción social es muy necesaria y conveniente, ya que en ningún lugar hace más falta. Además coadyuva al paradigma de la reinserción social porque ciencia, cultura y política se convierten en un principio civilizador, pues ayudan a la reconstrucción de los valores del hombre y lo rescatable del caos de la historia personal de cada ppl, dado que el conocimiento de la ciencia contiene un alto poder transformador en el ser humano y es una gran aliada para perfeccionar a las personas en sus valores, pensamiento y actuación dentro de la sociedad a la que pertenece y porque la ciencia es la madre de todo lo que nos rodea. Es una rueda en la historia del hombre e inmutable en el Universo.

SEGUNDO LUGAR

La misión de la divulgación científica

Por Juan Manuel Benhumea Warnke, Centro Federal de Reinserción Social núm. 5, “Oriente”, Villa Aldama, Veracruz

A lo largo de miles de años, los seres humanos nos hemos visto en diversos escenarios, mismos que se han logrado conquistar trascendiendo y evolucionando, esto gracias a la ciencia, ya que gracias a ella los seres humanos hemos logrado comprender y analizar diversas cuestiones que para nosotros los humanos parecían imposibles de comprender. Así, nos hemos dado cuenta de lo importante que es la ciencia para la humanidad, ya que sin ésta la raza humana no hubiese trascendido como lo hemos hecho hasta ahora.

Pero ¿qué es la ciencia? Es el conocimiento intelectual, guiado por principios lógicos, acerca de los fenómenos, sus leyes, estructuras y las relaciones; se caracteriza por ser verificable, metódico, sistemático y capaz de elaborar predicciones en el campo de su competencia.

Temas que para el humano eran algo prácticamente imposible de comprender y que gracias a mentes científicas hoy en día resultan una tarea práctica y sencilla, aclarando los grandes enigmas de la humanidad.

¿En qué nos ayuda la ciencia en lugares de aislamiento? Es claro que la ciencia juega un papel muy importante, ya que gracias a ella se facilita la supervivencia, aún en lugares de aislamiento, ya que sin el entendimiento de las ciencias seguiríamos en penumbras ante un mundo que avanza a pasos agigantados a la meta, que es la sabiduría.

Gracias a la ciencia se ha logrado comprender el desarrollo de los seres humanos, así como nuestro planeta e incluso sus alrededores. Pero aún con los avances científicos y tecnológicos, la humanidad no puede decir que controla el 100% del conocimiento científico, ya que día a día se lucha por la conquista del conocimiento de todo lo que nos rodea, incluyendo a nosotros mismos como seres de estudio científico. Ejemplo de esto es el enigma de la evolución y adaptación del ser humano y su maravillosa e inigualable mente, tema que se estudia como por ejemplo en las instalaciones de la unam, instituto a la vanguardia de la ciencia.

Pero ¿qué entendemos por divulgación? Es exponer simplificadamente y al alcance del público alguna información compleja. Así llegamos al entendimiento de que la “divulgación de la ciencia” es exponer al público los avances en los diversos campos científicos, los cuales son verificables para convertirse en “ciencia” y que no queden en simples teorías.

En mi realidad, que es vivir entre cuatro paredes, 23 horas al día, entre el material encargado de la “divulgación científica” que consulto encuentro la revista ¿Cómo ves?, que en su importante labor de divulgar los avances de la ciencia y la tecnología me abre los caminos para realizar viajes hasta el interior de un laboratorio científico, a las salas de espera de los mejores hospitales del mundo o, ¿por qué no?, a gigantescos vertederos de basura, donde incluso puedo oler los materiales orgánicos en descomposición, mismos que serán separados para seguir su camino a grandes incineradores para finalmente transformarse en energía, siendo ésta el alfa y omega de todo lo que entiendo como mi universo, pues es esta maravillosa energía, necesaria para que un “todo” funcione. Y todo esto ocurrió en una vivienda intramuros; por lo tanto, mientras surjan en mi pensamiento las preguntas “¿qué?”, “¿cómo?”, “¿por qué?”, “¿qué pasa después de?”, “¿en qué termina esto o aquello?”, surgirá la chispa que inicia la explosión por la necesidad de comprender las cosas, y que a diferencia de un motor de combustión interna, no ocupo de combustibles, para que esta maravillosa energía continúe con el insaciable deseo del conocimiento, que a su vez con el apoyo de textos científicos me podrá seguir educando, para así seguir cultivando mi mente.

Me despido alzando la voz a nombre de todas aquellas personas que se encuentran en el pago de una sentencia, en cualquier modo de prisión, para hacer saber que no hay encierro, muro, barrera o frontera que pueda parar la divulgación de la ciencia mientras haya letras que se nos proporcionen para seguir llevando a cabo el método científico y continuar con el desarrollo de nuestras mentes.

TERCER LUGAR

El Cefereso como ecosistema

Por Edson Alejandro Román González, Centro Federal de Reinserción Social núm. 17 “cps Michoacán”

Cualquier sistema social, político o económico invariablemente imita a los sistemas originados en la naturaleza. Es difícil crear o imaginar algo sin precedentes naturales; por eso creamos a los dioses a nuestra imagen y semejanza. De la observación de la naturaleza ha surgido la necesidad de arrancarle sus secretos que después se traducirán en avances en el pensamiento humano. Entender la evolución del mundo natural nos permite como parte de él evolucionar también.

Los centros federales de reinserción social también evolucionan porque no sólo son paredes y rejas, incluyen a quienes por el momento lo habitamos, es decir son sistemas vivos. Paradójicamente son sistemas abiertos si hablamos en lenguaje de termodinámica, ya que todos los días entra y sale gente y con ellos y ellas información y energía. Algunas personas llegan y se van y otras llegan para quedarse. Cada uno con su forma de ser y sus costumbres modifica el ecosistema. Hay alegres, tristes, activos, pasivos, agresivos, serios, arrepentidos, los que fingen estar arrepentidos, los listos, los que se quieren pasar de listos, los que vinieron a aprender y los que ya aprendieron. De estos organismos puede usted crear una cadena trófica a su gusto porque conforme algo cambia en el medio circundante, así mismo cambia el flujo de energía. Además se cumple el postulado de Darwin que dice que sobrevive el más apto y no el más fuerte. Se preguntará quién es el más apto, pues el que ocupa su tiempo y esfuerzo en los cinco ejes de reinserción: educación, trabajo, competencias para el trabajo, deporte y salud. Al otro, al más fuerte no lo conozco porque vive en el área de tratamientos especiales extinto en la carrera por la libertad.

Por otro lado, se pudiera pensar que en este lugar la vida se reduce a cuatro paredes pero he aprendido a que el verdadero encierro está en la ignorancia, ya que con los libros, revistas y documentales de ciencia a los que tenemos acceso he podido viajar desde las profundidades del mar hasta los confines del Universo; he estado sediento en el Sahara, congelándome en el Polo Sur, navegando el río Amazonas, operando el telescopio Hubble; me he aferrado a la vida junto a las bacterias que habitan aguas sulfurosas, he buceado con ballenas en Baja California y me he bañado con mariposas monarcas en Michoacán. Por el lado de los avances tecnológicos me he maravillado con la inteligencia artificial y cómo hay gente creativa que la está usando para encontrar nuevos antibióticos, para detectar cáncer y hacer películas. Las tecnologías amigables con el ambiente son otra faceta. De hecho mi familia me mandó unas cosas en una bolsa que tiene la leyenda “compostable”: es cuando se puede comprobar que la ciencia es la base del desarrollo del pensamiento humano y no dejo de pensar que es un buen momento de la historia para estar vivo pero un mal momento para estar privado de la libertad.

Como en la evolución, no todos los cambios significan mejora porque sigue incrementando la población penitenciaria, ya que al parecer la ciencia y la educación no alcanzan a llegar a los semilleros de sicarios que hay por toda la República. Está ganando la carrera la ciencia que sirve al consumismo y así como un gen que da origen a una característica desfavorable para un organismo que termina por ponerlo en desventaja en la competencia por la supervivencia, de la misma manera terminaremos extintos como cultura si no hacemos un mayor esfuerzo en la tarea de promover la ciencia como medio de vida y realización personal. Ése es el tipo de evolución en el pensamiento, es el que se necesita, aquél que en el menor tiempo posible va a permitirle a nuestro país dejar de usar cemento en construir centros de reinserción y usarlo para hacer centros de investigación para hacer ciencia de la que da trabajos, no de la que los quita.

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