Ojo de mosca 289
Universum: 30 años
Martín Bonfil
El 12 de diciembre de 1992 se inauguró Universum, el gran museo de ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México. Un sueño largamente acariciado por la comunidad de divulgadores científicos de nuestra máxima casa de estudios.
Desde hacía décadas había surgido en México, y especialmente en la UNAM, un grupo de jóvenes científicos que, además de promover la investigación y la formación de expertos, estaban especialmente interesados en la divulgación científica. Sabían que, para que México llegara a tener una masa crítica de investigadores capaz de detonar el desarrollo científico y tecnológico de nuestro país, era necesario sacar a la ciencia de universidades e institutos y llevarla al ciudadano común.
Este grupo de jóvenes investigadores —e investigadoras— comenzó a organizar actividades de divulgación como ciclos de charlas, mesas redondas y exposiciones sencillas. Con el tiempo el grupo se hizo cada vez más grande y diverso, incluyendo también expertos en comunicación y humanidades; surgió así el Programa Experimental de Comunicación de la Ciencia de la UNAM, que fue creciendo y pronto se transformó en el Centro Universitario de Comunicación de la Ciencia. Para ese entonces, además de charlas y exposiciones, se realizaban programas de radio, cursos y talleres, y se publicaban boletines, revistas y libros. Y comenzó a quedar claro que la UNAM y México necesitaban un museo de ciencias moderno.
Existían ya el Museo de Historia Natural, descendiente del antiguo Museo del Chopo —que había sido una especie de gabinete de curiosidades al estilo del siglo XIX—, y el Museo Tecnológico de la Comisión Federal de Electricidad, ambos en Chapultepec. Pero habían sido construidos en los años 60 y 70 del siglo XX, y obedecían al paradigma de museo contemplativo, donde los visitantes solo podían observar las piezas expuestas, sin interactuar con ellas (con algunas excepciones, en el caso del Museo Tecnológico).
En cambio, el museo de ciencias de la UNAM sería un espacio totalmente interactivo, donde en vez de tradicionales piezas de museo, habría equipos que los visitantes podrían manipular directamente. Sus distintas salas estarían, además, actualizadas para presentar la ciencia más moderna del fin de milenio.
La inauguración de Universum, además de ofrecer un nuevo espacio para despertar las vocaciones de los jóvenes y fomentar la cultura científica de todos los ciudadanos, provocó una ola de construcción de museos y centros interactivos de ciencia en casi todos los Estados del país. Y la ahora Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM creció con nuevos proyectos como televisión, internet… y nuestra revista ¿Cómo ves?, que cumple con este número 24 años de aparecer cada mes para compartir la ciencia con todos sus lectores.
Definitivamente, la inauguración de Universum marcó un hito para la cultura científica de los mexicanos. Y en sus 30 años de existencia no ha dejado de actualizarse y renovarse para seguir cumpliendo su misión: poner la ciencia al alcance de todos los mexicanos.
