¿Quién es? 135

María del Carmen Valverde

José Luis Baroja Manzano

Foto: Ernesto Navarrete

Atrapada en el mundo maya

En el camino profesional “siempre hay una dosis de azar y otra de interés y vocación”, dice María del Carmen Valverde Valdés, coordinadora del Centro de Estudios Mayas (CEM) del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM. “En un momento dado, confluyen ambas partes”. Luego de estudiar la carrera de historia, ella se interesó en el periodo prehispánico de México. Por esa misma época tuvo la oportunidad de hacer el servicio social en el CEM.

En 1985 Carmen se incorporó a un seminario de investigación sobre dioses mayas, coordinado por la doctora Mercedes de la Garza. Al mismo tiempo, ocupó una plaza de profesor adjunto en la materia de civilización maya; para 1990 se había convertido en investigadora.

“Una vez que ingresas a su mundo, los mayas te atrapan”, narra. “Llega un momento en que uno ya no estudia a los mayas, sino que pasa a formar parte de su universo”. Atrapada desde entonces, Carmen sostiene que la cultura maya no sólo es una civilización antigua que puede estudiarse desde el punto de vista histórico, a través de las maravillosas evidencias arqueológicas, o de los documentos que nos dejaron y cuya escritura está en proceso de descifrarse: “De todas las culturas mesoamericanas, creo que es la que tiene la mayor trayectoria histórica... y continúa viva. Esto no quiere decir que sea la única: en Mesoamérica tenemos una diversidad cultural enorme. Pero los mayas presentan esta faceta que los hace atractivos desde todos los puntos de vista”, afirma. Y añade que no es, como tanto se insiste, que sean enigmáticos, ni nada de eso. “Son grupos indígenas que actualmente se enfrentan a procesos complejos; a la globalización”.

La doctora Valverde se ha concentrado en el simbolismo religioso, la cosmovisión maya, desde la época prehispánica hasta nuestros días. Su trabajo la ha acercado al pensamiento sagrado de los mayas, el cual —dice— es totalizador: veían lo sagrado incluso en aspectos de la vida que hoy nos parecerían profanos. María del Carmen dedicó su trabajo de doctorado al jaguar y lo que representaba para los mayas. El resultado de sus investigaciones se publicó en un libro. Hoy la doctora Valverde estudia el lenguaje simbólico en las rebeliones indígenas del área maya durante el siglo XIX. “Bueno, cuando me deja tiempo la administración de la coordinación”, dice en broma.

Para Carmen la investigación en ciencias sociales tiene el mismo rigor que las ciencias naturales. “Finalmente, cuando uno se enfrenta a un objeto de estudio para investigar, requiere un método. Las ciencias sociales tienen su propio método, igualmente riguroso, y en esa medida se trata de conocimientos científicos”, asegura. Asimismo, piensa que la investigación y la docencia tienen que ir de la mano. “Uno no puede hacer investigación aislada del resto del mundo; tiene que haber un contacto con los estudiantes”.

La doctora Valverde expresa que las principales satisfacciones vienen “cuando logras despertar en los alumnos ese interés, no sólo por la cultura maya, sino por la investigación, por las disciplinas humanísticas; impartir una conferencia, y que la gente reconozca el valor de lo que uno hace, la importancia de estas disciplinas humanísticas. Por eso estamos aquí”.