19 de abril de 2024 19 / 04 / 2024

¿Quién es? 142

Luis Estrada Martínez

Concepción Salcedo Meza

Foto: Ernesto Navarrete

El pionero de la divulgación de la ciencia en México

Luis Estrada llegó a la física por casualidad. "En mi niñez no sabía qué era ser físico ni entendía de qué se trataba la física, aunque desde muy joven tuve una tendencia hacia el saber científico". Tampoco se imaginaba en ese entonces que llegaría a dedicar sus esfuerzos a divulgar desde la ciencia las maravillas de la materia, la naturaleza, la cultura y el cosmos, hasta convertirse en una figura señera de la comunicación de la ciencia en la UNAM, en México y en Latinoamérica.

Acerca de su vocación agrega: "Como niño de ciudad, me atraían todos los artefactos tecnológicos. En particular me interesaba saber cómo funcionaban los aparatos eléctricos, sobre todo las radios. Para mí era un misterio la electricidad". Luis Estrada nació en la Ciudad de México en 1932 y allí pasó una feliz infancia. Fue el mayor de cinco hermanos; sus padres generaron un ambiente de buena vida en su hogar y propiciaron en sus hijos el interés por el estudio. Su padre le contagió el gusto de la música, pero le advertía que "no viviera de ella", recuerda Luis Estrada. "De niño intenté cantar y tocar la guitarra, pero no se me dio", comenta, nostálgico.

El doctor Estrada nos abre las puertas de su casa y también de sus inquietudes. Expone sus conceptos y anhelos, recuerda su infancia, sus viajes? y trasluce a cada momento su enorme calidez humana. "Me relaciono con facilidad, pero en el fondo soy retraído. Disfruto la soledad. Me considero muy crítico y cada vez soy peor. Para mí hay tres cosas muy importantes: por un lado, la libertad y la independencia y por el otro, la experiencia que obtengo del trato con otras personas. Eso me ha permitido conocer, entender, valorar y aquilatar muchas cosas".

A principios de la década de los 50 entró a estudiar la carrera de física en la Facultad de Ciencias de la UNAM, que a la sazón estaba ubicada en el Palacio de Minería. Recuerda con gratitud a sus grandes maestros: "Carlos Graef era extraordinario. Nos daba geometría analítica y después participó en un seminario de mecánica clásica que nosotros organizamos. Con Marcos Moshinsky hice mi tesis de licenciatura y después trabajé junto con otros compañeros en muchas de sus ideas y proyectos. Yo decía que él era un tanque porque nada lo detenía en sus intenciones. Ayudaba a sus alumnos de una manera impresionante. Era generoso y tenía mucha paciencia y deseos de que nos dedicáramos a la investigación científica. Recuerdo también mucho a Alejandro Medina, químico de origen, pero con una gran formación en física. Era multifacético: tocaba el piano y el órgano y nos contagiaba su gusto por la música". Luego Luis Estrada añade: "Mi generación se caracterizaba por una sed de saber. Dedicábamos todo el día a estudiar y nos metíamos en asuntos que iban más allá del programa académico de los cursos".

Después de hacer su tesis, ingresó al Instituto de Física de la UNAM como ayudante de su maestro y con la idea de dedicarse a la física nuclear. Cursó el doctorado en la Facultad de Ciencias y en 1958, después de presentar su examen general de conocimientos, estuvo en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, becado por la Comisión Nacional de Energía Nuclear y la UNAM. Ahí tuvo como tutor al profesor Herman Feshbach. "Lo más valioso que aprendí en esas andanzas fue la importancia de las matemáticas en el desarrollo de la física teórica. Se despertó entonces en mí un gran deseo de ser un profesor como los que había conocido por allá".

Como profesor de física teórica en la Facultad de Ciencias, "donde ha impartido clases por cinco décadas" ensaya innovadoras formas para aprender física, organiza seminarios para conocer y discutir temas de actualidad científica y busca otros caminos para complementar y mejorar los programas de estudios convencionales. Esta inquietud lo condujo por un sendero inexplorado. Al respecto dice: "La divulgación de la ciencia como ahora se realiza era desconocida en aquellos días y lo más cercano a ella eran las conferencias impartidas para el público general, que formaban parte de algunos congresos y reuniones de sociedades científicas. Esta situación me animó más a explorar ese terreno y empecé a organizar pláticas para difundir la física a un público mayor".

En 1967 lo eligen editor del Boletín de la Sociedad Mexicana de Física (SMF). Con la ayuda de compañeros del Instituto de Física y de la Facultad de Ciencias, los cambios que propone culminan en la fundación de la revista Física. Esta publicación se estableció en forma independiente y después se separó de la SMF. En 1970, Física se transformó en Naturaleza, al crearse el Departamento de Ciencias en la Dirección General de Difusión Cultural de la UNAM. La fundación de ese departamento es un hito en la historia de la divulgación de la ciencia en la UNAM. A partir de entonces, Naturaleza fue el estandarte de esa labor. Sin embargo, tuvo que dejar de publicarse 15 años después.

Para desarrollar esa actividad académica Luis Estrada reunió a muchos colaboradores y ayudó en la formación de otros más. Los flamantes divulgadores organizaron su trabajo como un taller. A partir de la experiencia de editar Naturaleza, las actividades del Departamento de Ciencias fueron extendiéndose. Se realizaron conferencias, exposiciones, cursillos y otras actividades para llevar la ciencia al público. De ahí surgió un convenio con la Secretaría de Educación Pública para establecer el Programa Experimental de Divulgación de la Ciencia, que posteriormente culminó en la fundación, en 1980, del Centro Universitario de Comunicación de la Ciencia (CUCC). Luis Estrada fue director del CUCC de 1980 a 1989, y en 1990 estuvo entre los fundadores de la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica (SOMEDICYT).

Hoy en día Luis Estrada es investigador del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET) de la UNAM, pero participa en las actividades de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia gracias a un convenio de colaboración entre estas dos instituciones universitarias. Su principal tarea es dirigir el proyecto "Temas de Ciencia Contemporánea" (TCC), cuyo objetivo es proporcionar un panorama general del conocimiento investigadel mundo en que vivimos, para lo cual está aprovechando la gran cantidad de información proveniente de la investigación científica y la eficacia de los medios electrónicos de comunicación. El proyecto TCC abarca tres áreas: el sitio "Cienciorama" (www.cienciorama. unam.mx), seminarios para analizar el avance de la investigación científica y talleres y otras actividades para preparar material de divulgación de la ciencia, así como para ayudar en la formación de nuevos divulgadores.

A Luis Estrada le gusta buscar relaciones entre los variados logros de la ciencia actual, especialmente los que se refieren a la naturaleza de la materia y la existencia de la vida en la Tierra. Le apasiona el estudio del sentido profundo de la divulgación de la ciencia, así como el de la relación entre la ciencia y el resto de la cultura. Algunas de sus reflexiones acerca de la divulgación fueron publicadas por la DGDC en el cuaderno titulado La divulgación de la ciencia: ¿educación, apostolado o? Sus conclusiones acerca del segundo tema aparecerán en Ciencia y cultura, editado también por la DGDC.

Aquel niño fascinado por los artefactos tecnológicos, el joven sorprendido por el impetuoso desarrollo de la física nuclear, el maestro forjador de científicos y el incansable divulgador hoy es reconocido en México y a nivel internacional como el pionero de la divulgación de la ciencia en nuestro país. Fue el primer mexicano a quien la UNESCO otorgó el Premio Kalinga, en 1974. El pasado mes de abril, la Academia Mexicana de Ciencias y la SOMEDICYT le dedicaron un merecido homenaje.

Personalmente

Visión del futuro. Soy un poco pesimista; creo que vamos con rapidez hacía la extinción humana, principalmente por la sobrepoblación y el deterioro ambiental.

Música. Escucho de todo, especialmente la llamada clásica, el jazz y la folklórica.

Literatura. Me gustan las novelas y tengo predilección por las obras de teatro.

Viajes favoritos. A las ciudades tradicionales de México y a lugares solitarios, especialmente los cercanos al mar.

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