20 de abril de 2024 20 / 04 / 2024

Ráfagas 16

Martha Duhne

Bacterias en la Antártida, pista para encontrar vida en otros mundos

Dos investigaciones realizadas por separado, en las que se hicieron perforaciones del hielo sobre el lago Vostok, un lago subglacial que se encuentra muy adentro en el territorio continental de la Antártida, indican que las bacterias pueden vivir miles de metros bajo la capa de hielo. Los hallazgos, a cargo de dos equipos de investigadores financiados por la National Science Foundation de los Estados Unidos, fueron publicados en la revista Science del 10 de diciembre de 1999.

Los dos grupos científicos, encabezados respectivamente por David M. Karl de la Universidad de Hawai y John C. Priscu de la Universidad Estatal de Montana, examinaron fragmentos de hielo obtenidos a 3 600 metros por debajo de la superficie antártica y a unos 120 metros de donde se encuentra el lago subglacial. Ambos equipos encontraron bacterias en una zona que se cree contiene agua congelada de ese lago, y concluyeron que una población bacteriana potencialmente grande y diversa podría estar presente. Si esto llegara a confirmarse, tales bacterias responderían una intrigante cuestión científica acerca de cómo un entorno extremadamente frío, oscuro, sin nutrientes, podría ofrecer sustento alguno para la vida. Los análisis de ADN realizados por el grupo de Priscu indican que la edad promedio del agua depositada como hielo es de alrededor de un millón de años y que el lago Vostok puede soportar una población microbiana. (El hielo muestreado tiene una edad de 420 000 años).

“Nuestra investigación muestra que el mundo microbiano tiene muy pocos límites en nuestro planeta”, señala Priscu y agrega que el lago Vostok “es uno de los pocos oasis que quedan sin explorar en la Tierra”. Los investigadores también concluyen que los microbios bien podrían vivir en otros lugares del Sistema Solar, similarmente hostiles. Se piensa que los microbios viables en un hábitat líquido, ubicado en las profundidades de una superficie congelada, constituyen una analogia para plantear la posibilidad de vida en Europa, una de las lunas de Júpiter.

Priscu subraya en su comunicación a Science que la sonda espacial Galileo encontró evidencia de que existe un océano bajo la corteza de hielo de la luna joviana. “Al igual que el hielo sobre el lago Vostok, este hielo en el satélite de Júpiter podría haber retenido evidencia de cualquier forma de vida que existiera —si ese es el caso— en el océano de Europa”, escribe Priscu. Registros de radar y otras fuentes indican que, bajo miles de metros de hielo, podría existir agua en estado líquido conformando el lago Vostok, mantenida líquida por la presión del hielo que la cubre y quizás por calentamiento geotérmico. El lago Vostok tendría aproximadamente el tamaño del lago Ontario de América del Norte.

La estación científica rusa Vostok —donde se registrara la más baja temperatura jamás medida en la Tierra: 89.9 grados centígrados bajo cero— se localiza sobre el hielo exactamente encima de donde está el lago.

Como parte de un proyecto de investigación conjunto entre los Estados Unidos, Francia y Rusia, los equipos de especialistas rusos taladraron hielo hasta llegar a la capa más próxima a la supuesta agua líquida del lago, o realizando la excavación en hielo más profunda del mundo. Las maniobras de perforación se detuvieron antes de llegar al cuerpo de agua para evitar la introducción de materiales que pudieran contaminar al lago.

Por su parte, el doctor Karl llama la atención sobre una interrogante notable acerca del lago Vostok: ¿es posible inferir que la composición del hielo en el que se encontraron las bacterias es similar a la del agua del lago? La investigación directa del lago Vostok es interesante en sí misma, aunque científicos de varios países debaten, desde septiembre de 1999, la mejor manera de hacerlo sin contaminarlo. Hasta el momento no se ha aceptado ninguna propuesta para ese efecto: “No sabemos lo que hay en el lago Vostok, y quizá nunca lo sepamos si no resolvemos antes el problema que nos plantea la eventual contaminación de sus aguas”, dice el doctor Karl.

Mientras que los actuales hallazgos de bacterias podrían probar la existencia de vida en el lago, hay otras razones científicas para explorar ese peculiar cuerpo de agua: el estudio de las capas de hielo ha ayudado a los investigadores a armar el rompecabezas del clima con una antigüedad de hasta 400 mil años; las muestras de sedimento que pudieran obtenerse del lecho del lago Vostok servirían para ampliar ese registro en millones de años.

Un punto de encuentro académico en la red

Más allá de sus múltiples usos como medio de información y entretenimiento, Internet ofrece un enorme potencial como herramienta educativa, el cual no ha sido aún lo suficientemente aprovechado. De ahí la importancia de esfuerzos como el de la Dirección General de Servicios de Cómputo Académico (DGSCA) de la UNAM, que ha desarrollado en la red de redes un punto de encuentro para profesores, estudiantes e investigadores interesados en aplicar la informática en la transmisión del conocimiento. Se trata de la Paidoteca Digital, un conjunto de recursos disponibles en Internet para satisfacer necesidades del proceso de enseñanza-aprendizaje.

A través de la Paidoteca Digital es posible tener acceso a cursos en línea y acervos de información (bibliotecas, bases de datos, catálogos); participar en foros de discusión (chats) de carácter académico así como disponer de herramientas, capacitación y referencias de actividades del mundo del cómputo y la educación.

La Paidoteca cuenta con un buscador para encontrar información por áreas temáticas tanto en los foros de discusión como en toda la red, también se proporcionan noticias y se tiene acceso a revistas y artículos en línea.

Además, la Paidoteca Digital constituye un centro de producción de materiales didácticos donde los profesores pueden generar los apoyos para impartir sus cursos a través de Internet y pone al servicio de los usuarios herramientas para la educación a distancia, tecnologías para realizar videoconferencias y reproducir y almacenar textos electrónicos, así como en fecha próxima traductores de idiomas. Adicionalmente, es posible registrarse, tomar parte en encuestas y escuchar Radio UNAM.

Aunque los contenidos de la Paidoteca Digital son prácticamente los mismos que pueden encontrarse en el aula o los libros, una de las principales ventajas de esta aplicación tecnológica es su carácter de multimedio, es decir, la posibilidad de hacer uso de audio, video, imágenes fijas, texto, voz e hipervínculos (poder pasar de un contenido a otro de manera inmediata), así como la interacción profesoralumno en tiempo real.

La dirección de la Paidoteca Digital es: http://edzna.dgsca.unam.mx/paidoteca/ y el correo electrónico: paidoteca @alpha.dgsca. unam.mx

Carl Sagan en Sonora

¿Quién no ha visto algún programa de la serie de televisión Cosmos o ha hojeado en alguna ocasión el libro del mismo nombre, maravillándose con las imágenes y relatos de lo que hay más allá de nuestro planeta? Ambos trabajos constituyen solamente una parte de la vasta obra de un hombre de ciencia que no sólo realizó importantes aportaciones a la exploración espacial, sino que se preocupó por divulgar ampliamente los resultados de esa búsqueda. Nos referimos, por supuesto, a Carl Sagan (1934-1996), quien tanto en vida como después ha recibido el reconocimiento mundial. A ese tributo se ha sumado México con el proyecto de un observatorio que llevará el nombre del astrónomo estadounidense y se construirá en la cima del Cerro Azul, localizado en el estado de Sonora.

Considerado por sus características como único en el mundo y el más moderno de Latinoamérica, el Observatorio Carl Sagan (OCS) permitirá realizar investigación tanto solar como estelar, pues está diseñado para funcionar día y noche. Además, su operación, diagnóstico y control serán remotos, gracias a la automatización de estas tareas y a un complejo sistema de comunicación de audio, video y datos.

El proyecto, a cargo del área de Astronomía de la Universidad de Sonora desde 1996, ha iniciado con la construcción de un edificio prototipo en el campus Hermosillo de la institución. Allí se desarrollan los sistemas de control y comunicaciones y se efectuarán pruebas y ajustes a los sistemas y equipo que posteriormente se instalarán en Cerro Azul. Este edificio se convertirá en una de las dos bases de control y operación remotas del OCS y albergará la Estación de Obsevación Solar de dicha casa de estudios. La otra base se localizará más cerca del observatorio, a 40 kilómetros, en Magdalena de Kino.

Asimismo, se contempla la instalación en el edificio prototipo del primer telescopio solar- estelar en el mundo cuya parte principal es un espejo de 30 centímetros de diámetro, pulido con la técnica utilizada para la óptica de observación en rayos X. La construcción del aparato es responsabilidad de Coronado Instrument Group, de Pierce, Arizona, el cual también proporcionará cámaras electrónicas y de video, sistemas de energía (solar y eólica) y de comunicación.

Mención aparte merece el edificio del observatorio que se construirá en la cima del Cerro Azul, un lugar que por sus características —como la oscuridad y transparencia de sus noches— reúne las condiciones ideales para el trabajo en ese tipo de instalaciones. El inmueble es pequeño, de apenas cinco metros de diámetro y ocho de altura, en tres niveles. En el primero se instalarán las computadoras para controlar los sistemas, en el segundo se ubicarán los aparatos periféricos y en el tercero, el telescopio. Este último descansará sobre un pilar aislado del resto del edificio. La estructura también estará provista de un domo constituido por cuatro pestañas que pueden abrirse totalmente y manipularse de manera individual a control remoto.

Una vez construido el inmueble se procederá a trasladar e instalar ahí el equipo y sistemas, para someterlos a las pruebas y ajustes pertinentes, antes de su inauguración y puesta en marcha no sólo como herramienta de investigación, sino también como instrumento de educación y medio de divulgación de la astronomía, en el segundo semestre del año 2001.

En el terreno de la investigación, el OCS será de grán utilidad para que la universidad sonorense continúe su destacado trabajo dentro del campo de la astronomía solar y el de la astronomía extragaláctica. El nuevo observatorio permitirá también llevar a cabo estudios de las estrellas conocidas como supernovas, realizar mediciones de distancias a galaxias lejanas y la velocidad a la cual éstas se desplazan, así como para buscar asteroides y cometas.

Respecto a la educación, el OCS tiene como objetivo convertirse en un centro de formación científica, en donde se impartan cursos y diplomados para profesores y programas de observación para alumnos desde el nivel básico hasta el superior. Se pretende que estos últimos realicen descubrimientos por los cuales recibirían crédito.

La observación tanto estelar como solar realizada a través del OCS no sólo estará disponible para los astrónomos de la Universidad de Sonora, sino que será introducida en Internet, a fin de que cualquier persona interesada tenga acceso en tiempo real a lo que se observa por el ojo del Observatorio Carl Sagan en Sonora.

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