28 de marzo de 2024 28 / 03 / 2024

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Martha Duhne

Shutterstock

Una nueva especie y una plataforma en línea

Investigadores de la UNAM y del Centro de Investigaciones Biológicas del Noreste (CIBNOR) descubrieron en los bosques secos de Chihuahua y Sinaloa una nueva especie de planta de la familia Apocynaceae, que se distribuye en regiones tropicales y cálidas. Son plantas con flores entre las cuales hay árboles, arbustos, hierbas, plantas de tallos suculentos y enredaderas, generalmente con savia lechosa que puede ser venenosa. Algunas son suculentas de tallo verde con hojas carnosas, pequeñas o no tienen hojas, por lo que pueden confundirse con cactus.

La historia de este descubrimiento empieza en 2017 cuando Fernando Pío León, botánico sinaloense, colectó una planta del género Gonolobus con características que no coincidían con las especies conocidas. En 2019 Pío León encontró en Naturalista, página de la Comisión Nacional para el Uso y el Conocimiento de la Biodiversidad (CONABIO), a una bióloga de la Facultad de Ciencias de la UNAM que investigaba a la misma familia de plantas y le planteó su duda. Trabajando juntos en la taxonomía de la planta, estuvieron de acuerdo en que se trataba de una especie nueva. Entonces pensaron en qué nombre darle y decidieron ponerle naturalistae, en honor a la plataforma de ciencia ciudadana que había permitido el descubrimiento.

Naturalista es una plataforma en la que científicos y naturalistas comparten sus imágenes de hongos, plantas y animales silvestres de México, añadiendo la hora y el sitio exacto de la observación. Pueden incluir el nombre común del organismo y el científico, si acaso lo saben, así como notas de la observación, por ejemplo, si se trata de un pájaro carpintero que estaba cuidando a una cría y el nido se encontraba en el tronco seco de una palmera. Otras personas que usan el sitio pueden ayudar a identificar de qué especie se trata. Es posible también iniciar un proyecto, por ejemplo: murciélagos en la ciudad de Pachuca, donde se encuentran todas las imágenes de este mamífero que se han subido a la página. Los proyectos son una forma de agrupar las observaciones con las de otros usuarios.

Además del portal www.naturalista.mx, hay aplicaciones para dispositivos móviles por medio de las cuales es posible registrar las observaciones tanto en imagen como en audio y así compartirlas con la comunidad de los integrantes de Naturalista. Además se puede activar en la aplicación el GPS y la app obtiene automáticamente la fecha y las coordenadas de la fotografía. La imagen se sube en el portal a un mapa donde aparecen imágenes cercanas geográficamente y en el que se pueden agrupar las plantas, hongos y animales por especie. Este proyecto de la CONABIO colabora con iNaturalist, un esfuerzo similar pero a nivel mundial, y es apoyado por la Fundación Carlos Slim.

Ciencia ciudadana al servicio de la biodiversidad y su conservación.

Este portal es una herramienta para despertar el interés de los aficionados en la naturaleza, pero también resulta muy útil para científicos en la identificación de especies nuevas y para crear vínculos entre colegas de distintas regiones del país y del mundo. Involucrar a miles de personas en la construcción del conocimiento científico y en su divulgación es una forma de dar a conocer la biodiversidad y ayudar en su conservación. El ponerle a una especie el nombre de esta plataforma es un importante reconocimiento a esta labor.

Una nueva especie y una plataforma en líneaGonolobus naturalistae. Fernando Pío León.

Las abejas chismosas

“Escuchen todos: la reina está en el castillo; repito, la reina está en el castillo. Por favor pasen esta información a toda la comarca”. Cada persona que oyó la noticia la comenta con sus vecinos y así en poco tiempo todos los súbditos estarán informados. Esta forma de comunicación resultaba eficiente en una época en la que no había muchos otros medios de divulgar noticias. Algo similar sucede con las abejas.

Un equipo de científicos encabezado por Dieu My Nguyen, de la Universidad de Colorado en Boulder, estudió con gran detalle la forma en que se comunica una colonia de abejas europeas Apis mellifera.

Los investigadores colocaron a las abejas en una superficie plana de un metro por un metro y pusieron encima una cubierta de vidrio transparente, de modo que las abejas podían caminar pero no volar. Colocaron a la reina en un compartimento y a cientos de obreras en otro, y filmaron los movimientos de las abejas a través del vidrio. Con programas de inteligencia artificial detectaron que las abejas obreras secretaban cierto tipo de feromona, la feromona de Nasonov, por una abertura en la base del último segmento del cuerpo.

Una vez que alguna de las abejas localizaba a la reina se formaba una fila. La primera abeja levantaba el abdomen y batía las alas, difundiendo el aroma de la feromona a la siguiente abeja. Esta, a su vez, hacía lo mismo y así el mensaje de la ubicación de la reina se iba propagando por toda la colmena. El estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, es un ejemplo más de lo complejo y sofisticado que es el comportamiento de los insectos.

Las abejas chismosasApis mellifera. Davis Mark/Pixabay.

Una montaña marciana tendrá el nombre de un astrobiólogo mexicano

Para honrar el trabajo de Rafael Navarro, astrobiólogo del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM que formó parte del equipo de científicos del robot de exploración Curiosity, la NASA le puso su nombre a una montaña marciana.

Navarro trabajó en el SAM, laboratorio químico portátil que forma parte del Curiosity. La montaña Rafael Navarro se localiza en el noroeste del cráter Gale, donde se encuentra el robot desde su arribo a Marte en 2012.

Rafael Navarro González fue un químico, biólogo y astrobiólogo que estableció el Laboratorio de Química de Plasmas y Estudios Planetarios en el Instituto de Ciencias Nucleares. Identificó el papel de los relámpagos volcánicos en el origen de la vida en la Tierra, localizó una zona en el desierto de Atacama con suelo de características similares al de Marte y su trabajo fue esencial para que se rediseñara el instrumento que busca moléculas orgánicas en el Curiosity. Recibió varios premios internacionales por su trabajo. Murió por complicaciones de COVID-19 a los 61 años, una enorme pérdida para la ciencia mexicana. Pero su nombre permanecerá en una montaña de Marte, un homenaje que sin duda le habría encantado.

Una montaña marciana tendrá el nombre de un astrobiólogo mexicanoRafael Navarro González. DSSI-UNAM.

Encuentran una antigua ciudad perdida en Egipto

El 8 de abril de este año el egiptólogo Zahi Hawass y el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto dieron a conocer el hallazgo de una ciudad de más de 3 000 años de antigüedad que había permanecido cubierta de arena. El descubrimiento se dio al poco tiempo de empezar, a finales de 2020, unas excavaciones en la ribera occidental de la moderna ciudad de Luxor, cerca de 500 kilómetros al sur de El Cairo. Lo que encontraron fue una ciudad muy bien conservada que parece ser el mayor asentamiento administrativo e industrial de la época en esa región.

Los investigadores pudieron datar el yacimiento gracias a las inscripciones encontradas en las tapas de las vasijas de vino y a los ladrillos de barro marcados con el sello del faraón Amenhotep III, que estuvo en el poder entre 1386 y 1353 a. C., y fue el padre de Akenatón. Parece que la ciudad fue abandonada cuando Akenatón instauró una religión nueva en la que se adoraba a un solo dios supremo, Aten (el Sol) y fundó otra ciudad, Amarna.

La ciudad contaba con murallas de barro de hasta tres metros de altura en forma de ondas, distintos barrios con áreas residenciales y administrativas, así como una enorme panadería, una zona de preparación de comida, un taller de producción de ladrillos y de vidrio, un cementerio y muchos artefactos relacionados con la producción artística e industrial.

“Se trata del descubrimiento más importante después de la tumba de Tutankamón”, dijo Hawass.

Encuentran una antigua ciudad perdida en EgiptoAkenatón como una esfinge. Hans Ollermann.

Los neandertales, nuestros parientes

Un equipo de científicos dirigidos por el Instituto Max Planck de Antropología Evolucionista encontró en Bacho Kiro, una cueva en Bulgaria, varios fragmentos de huesos humanos que fecharon en cerca de 45 000 años de antigüedad, con los que realizaron pruebas genéticas que revelaron que la mezcla entre el Homo sapiens y los neandertales en ese periodo fue más frecuente de lo que se pensaba. Los restos tenían ancestros neandertales de cinco a siete generaciones atrás. Los genomas de humanos actuales que no son africanos o afrodescendientes tienen aproximadamente 2 % de ancestros neandertales, pero en los individuos de Bacho Kiro esta proporción es mayor, de entre 3.4 y 3.8 %, y los segmentos cromosómicos son más largos.

Los investigadores descubrieron también que esos individuos están más relacionados genéticamente con la población actual de Asia del este y con los nativos americanos que con poblaciones europeas antiguas o modernas. Esto sugiere que este grupo migró a Asia y desapareció de Europa.

Las herramientas de piedra y otros artefactos comunes al inicio del Paleolítico Superior, 40 000 o 30 000 años antes del presente, son diferentes a los típicos utensilios que utilizaron tanto neandertales como humanos posteriores, y podrían ser producto de intercambios culturales o incluso de poblaciones mixtas. El resultado de esta investigación se publicó el pasado abril en la revista Nature y los investigadores concluyen que nos falta mucho por entender; por ejemplo, cuál fue el proceso que los reunió y si la interacción fue o no pacífica.

Encuentran una antigua ciudad perdida en EgiptoCueva Bacho Kiro. Veselina Kracheva.

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