19 de abril de 2024 19 / 04 / 2024

Ráfagas 281

Ráfagas

Martha Duhne

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El cambio climático ya provoca impactos generalizados e irreversibles

De acuerdo con el Sexto Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), dado a conocer en febrero de este año, 3 600 millones de personas viven en regiones muy vulnerables a los efectos del cambio climático, sobre todo por el calor extremo, las fuertes lluvias, la sequía y los incendios. Con un incremento de temperatura de 1.5 ºC (que sucederá en los próximos 20 años), las oportunidades tanto de adaptación como de mitigación se reducirán.

Las personas más vulnerables viven en naciones pobres en África, Asia y Sudamérica, así como en islas y en las regiones árticas. El reporte informa que entre 2010 y 2020, las muertes por inundaciones, sequías y tormentas en esas regiones fue 15 veces mayor que en las zonas menos vulnerables, en su mayoría en naciones de altos ingresos como Canadá y el Reino Unido. En las ciudades grandes, que concentran 70 % de la población mundial, se verán afectados los sistemas de transporte, el suministro de agua y energía; también aumentarán los niveles de contaminación del aire.

En el caso de México, la tendencia indica que existe un aumento promedio por encima de la temperatura global de 1 ºC, que en algunas regiones es ya de 1.3 ºC de acuerdo con Cecilia Conde Álvarez, investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático y una de las autoras mexicanas del Sexto Informe del IPCC. Y señala que en México se prevén incrementos de más de 1.5 ºC en menos de 30 años, con sequías prolongadas, incendios, precipitaciones extremas e inundaciones. Se prevé también una reducción de la disponibilidad de agua limpia, pérdida de arrecifes y manglares, bajos rendimientos de los cultivos y un incremento en el nivel del mar en zonas costeras.

Con base en información de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) en México 912 especies se encuentran amenazadas y 535 en peligro de extinción, 48 están en la categoría de probablemente extintas en el medio silvestre, y 1 183 están sujetas a protección especial.

El Informe no es un catálogo de malas noticias elaborado para provocar angustia, sino que registra la vulnerabilidad en que ya vivimos y las graves consecuencias que vamos a enfrentar si no tomamos en serio la necesidad urgente de adoptar medidas para hacer frente a los riesgos climáticos. En otras palabras, el futuro depende de nosotros, no del clima.

El informe concluye con esta advertencia: cualquier retraso adicional en la acción global concertada y anticipada sobre la adaptación y la mitigación nos hará perder una breve ventana de oportunidad para asegurar un futuro habitable y sostenible para todos.

Las evaluaciones del IPCC brindan a los gobiernos de todos los niveles información científica que necesitan para diseñar mejores políticas públicas.

Descifran la totalidad del genoma humanoYatheesh Gowda/Pixabay.

Los gatos domésticos, amenaza para especies silvestres

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Veracruzana en Xalapa demostró que los gatos domésticos representan un riesgo para la fauna silvestre.

A los investigadores les interesaba entender qué animales eran las presas más comunes de estos felinos y qué factores influían en la caza.

Eligieron 120 gatos de 44 hogares en Xalapa que se encontraban en diferentes puntos de la ciudad. Los dueños de las mascotas que aceptaron participar como voluntarios en este proyecto recibieron bolsas de plástico en las que depositaron los restos de los animales cazados por sus gatos. Cuando no era posible, tomaban fotografías de las presas. Los investigadores visitaron las casas de los voluntarios entre el 1º de marzo y el 31 de agosto pasados, fechas que corresponden a los periodos de reproducción y cría de aves silvestres y pequeños mamíferos en esta región.

Los dueños de los gatos reportaron cuánto tiempo pasaban sus gatos fuera de casa, si permanecían encerrados o no durante la noche, la distancia a áreas verdes, la cantidad y tipo de alimento que recibían y sus características físicas.

Los resultados fueron muy variados: desde gatos que nunca llevaron presas a sus casas hasta uno que llevó 38. En total los gatos capturaron 246 presas, lo que equivale a cuatro animales por gato por año.

Los animales capturados fueron 35.8 % reptiles, 23.3 % invertebrados, 17.9 % anfibios, 15.4 % aves y 7.7 % mamíferos. La lagartija escamosa panza rosada, Sceloporus variabilis, fue la presa más capturada. Los gatos de mayor actividad depredadora fueron los que pasaron más tiempo fuera de casa, los que no estuvieron encerrados durante la noche y los de pelaje rayado.

Los resultados de esta investigación, publicados en la revista Biological Invasions en febrero de 2022, hablan también de los factores que deben tomar en cuenta los dueños de los gatos para evitar su actividad depredadora.

Los gatos domésticos, amenaza para especies silvestresPeri Priatna.

Bacteria gigante

Bacteria gigante El hallazgo de una nueva bacteria más grande que una mosca de la fruta en manglares del Caribe es importante no solo por su tamaño, 5 000 veces mayor que el de otras bacterias, sino por otras características.

Los científicos dividen la vida en dos grandes grupos: el de los procariontes, como las bacterias y las arqueas, que son organismos unicelulares sin núcleo. Y el de los eucariontes, que incluye a todos los demás organismos, uni o multicelulares, que poseen un núcleo definido. Los hongos, plantas y animales, nosotros entre ellos, entran en esta categoría.

Oliver Gros, biólogo marino de la Universidad de las Antillas y la Guayana, en la isla de Guadalupe, encontró hace 10 años unos organismos con delgados filamentos adheridos a la superficie de las hojas de mangles, que catalogó como bacterias. No le dio mucha importancia al descubrimiento, pero hace poco un estudiante de posgrado decidió estudiarlo y descubrió que no se trataba de una serie de bacterias, sino de una sola, enorme. La bacteria tenía en el citoplasma dos estructuras con membranas, una con el material genético y otra, que parece contener agua y ocupa 73 % del volumen total de la bacteria. La bacteria fue nombrada Thiomargarita magnifica.

El resultado de esta investigación se publicó en bioRxiv.org, y se considera un paso enorme en el estudio de la evolución de las células.

Bacteria giganteKate Evans/CIFOR.

Huellas del Cretácico en Coahuila

Un equipo de investigadores de la Benemérita Escuela Normal de Coahuila y del Instituto de Geología de la UNAM analizó las huellas fósiles de aves palmípedas en el Rancho San Francisco, Municipio de Ramos Arizpe, en Coahuila. Las huellas datan de hace cerca de 66 millones de años, en el periodo Maastrichtiano, última subdivisión del Periodo Cretácico, época en que se extinguieron la mayoría de los dinosaurios, pterosaurios y reptiles marinos gigantes. También se encontraron registros de pequeños invertebrados, como nemátodos y larvas de insectos, lo que sugiere que el lugar era un sitio de transición entre un ambiente de agua salada y uno de agua dulce, como un estero o una marisma, donde había abundantes fuentes de alimento para las aves.

Analizando las huellas conservadas en tres losas de arenisca, los investigadores descubrieron que estas son similares a las de aves modernas del Orden Anseriformes —patos, gansos y cisnes— y el de los Pelicaniformes, como los pelícanos, cormoranes, fragatas y rabijuncos. Estas nuevas huellas de aves sugieren que el sitio del Rancho San Francisco se puede considerar como la localidad más rica en huellas de aves palmípedas a nivel mundial.

Sabemos que las aves descienden de dinosaurios bípedos y que surgieron hace cerca de 150 millones de años. Los resultados de esta investigación, publicados en la revista South American Earth Sciences en enero pasado, son un elemento más para entender por qué las aves sobrevivieron a la extinción masiva del Cretácico tardío, que arrasó con tres cuartas partes de las especies de la Tierra.

Huellas del Cretácico en CoahuilaMarc Pascual/Pixabay.

Genes neandertales y su relación con la COVID-19 y el sida

En 2020, Hugo Zeberg, del Instituto Karolinska de Suecia y del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Alemania, encontró que unos genes localizados en el cromosoma 3, heredado de los neandertales, eran el principal factor de riesgo genético para sufrir COVID-19 grave. Meses después llevó a cabo estudios genéticos en restos de seres humanos antiguos, que mostraron que uno de estos genes aumentó su frecuencia en el genoma humano desde el último periodo glacial y en la actualidad es muy común, alcanzando frecuencias de portadores del 16 % al 50 % en Europa y el sur de Asia, respectivamente. Dada su prevalencia, Zeberg se preguntó si en el pasado dicho gen confería protección contra otra enfermedad infecciosa distinta al coronavirus.

El investigador revisó tres enormes biobancos con muestras biológicas, el Michigan Genomic Initiative, el UK Biobank y el FinnGen de Finlandia y descubrió que los portadores del gen de riesgo de COVID-19 tenían 27 % menos probabilidades de contraer el VIH, virus causante del sida.

Debido a que el sida surgió en el siglo XX, Zeberg piensa que el mismo gen podría ofrecer protección contra otras enfermedades infecciosas prevalentes en el pasado, como la viruela. Los resultados de esta investigación se publicaron en la revista PNAS en marzo de este año.

Genes neandertales y su relación con la COVID-19 y el sidaCapreola/Shutterstock.

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