Se ha acusado al chocolate de provocar acné, cabello graso y obesidad, con lo que ha perdido popularidad entre los jóvenes. Lo que sucede es que la mayoría de los chocolates comerciales que consumimos contienen gran cantidad de grasas vegetales para disfrazar sus flavonoides naturales, que son amargos, además de endulzantes y otras grasas para mejorarles el sabor. Con esos chocolates consumimos más grasas de las que podemos asimilar y digerir. Estas se acumulan en el organismo y causan, entre otras cosas, aumento de peso.
Al chocolate también se le achaca el contener calorías en exceso, pero en realidad eso ocurre sólo cuando va mezclado con grasas hidrogenadas, azúcares o glúcidos añadidos, y cuando se sustituye el cacao por sustancias y productos que, en exceso, pueden afectar la salud.
Contrario a lo que se piensa, el chocolate oscuro aporta grandes beneficios a la salud porque contiene más cacao y menos grasas y glúcidos. Se aconseja ingerir hasta 100 gramos de chocolate oscuro al día, pues se ha comprobado que, entre otras cosas, reduce el riesgo de accidentes vasculares y de hipertensión.
El verdadero chocolate es inocente. Y ahora que lo sabes, haz las paces con él, aléjate de los impostores grasosos y azucarados y disfrútalo.
Ana Carolina Tirado Garibay
Estudiante del Liceo Michoacano
Morelia, Michoacán
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