¿Quién es? 151

José Diego Morales Ramírez

Concepción Salcedo Meza

Foto: Ernesto Navarrete

Edificios de máxima eficiencia energética

El doctor José Diego Morales se dedica a diseñar sistemas de protección ambiental para la arquitectura. A lo largo de 30 años ha participado en grupos interdisciplinarios de investigación con el fin de aumentar la eficiencia energética de casas habitación y edificios. Para charlar sobre su vida académica, nos recibe en el Laboratorio de Eficiencia Energética en Edificaciones, de la Facultad de Arquitectura de la UNAM.

“Nací en Ciudad Mendoza, Veracruz, pero mis padres me trajeron a los seis años a vivir a la Ciudad de México”, nos cuenta José Diego Morales. Aunque le gustaba la física, desde niño tenía facilidad para dibujar y modelar, así que durante la preparatoria decidió estudiar arquitectura. “Solía hacer casitas de papel con ventanas y puertas y las vendía a 20 centavos, pero sólo mi abuelita me las compraba. En 1969 empecé la carrera de arquitecto en la Escuela Nacional de Arquitectura de la UNAM”, relata. En 1977 se recibió de arquitecto y en 1980 ingresó como técnico académico al Instituto de Investigaciones en Materiales de la UNAM y se integró a un nuevo campo de investigación: el diseño bioclimático de edificios, hoy redefinido como diseño de edificios de máxima eficiencia energética.

“Creo que el objetivo fundamental de la arquitectura es generar espacios habitables donde los seres vivos (humanos, animales y plantas) puedan desarrollar sus actividades y funciones metabólicas de manera óptima”, dice el doctor Morales, que ha contribuido a desarrollar el concepto de máxima eficiencia energética con la participación de físicos, químicos, geofísicos, geógrafos e ingenieros civiles en investigaciones interdisciplinarias sobre techos verdes y modelos de iluminación natural. “Para diseñar espacios se deben tomar en cuenta variables de tipo psicológico, cultural y espiritual, así com los requerimientos del usuario en cuanto a condiciones ambientales como temperatura, humedad, velocidad del viento e iluminación, necesarios para el desarrollo de sus funciones y para optimizar su productividad”.

Morales propone que este concepto se incorpore al diseño arquitectónico. Así, el edificio más eficiente tiene climatización natural en vez de artificial, que es costosa y consume energía. Los edificios deben diseñarse tomando en cuenta el clima al elegir la orientación y los materiales de construcción. A partir de los datos de la intensidad y duración de la radiación solar y de otros elementos relacionados con el clima de un lugar, como la temperatura media, la humedad media y la dirección de los vientos dominantes, se pueden diseñar edificaciones que resuelvan naturalmente las necesidades de ventilación, refrigeración y calefacción.

José Diego Morales participó en el diseño del edificio del Laboratorio de Energía Solar (hoy Instituto de Investigaciones en Energía de la UNAM), ubicado en Temixco, Morelos. El espacio más sobresaliente es el auditorio, en cuyo diseño se aplicaron conocimientos de energía solar para optimizar el control térmico. El edificio tiene muros dobles y turbinas eólicas en el techo para descargar el calor y mantener la temperatura y la humedad del aire interior en niveles idóneos.

El doctor Morales participó también en la adecuación bioclimática de dos proyectos ubicados en el estado de Morelos: el museo de sitio de Xochicalco y el Centro Ecológico Asturiano. Nos cuenta con entusiasmo que el futuro de la eficiencia energética en los edificios es promisorio. La Facultad de Arquitectura tiene un posgrado en tecnología ambiental para especializar a los arquitectos en esta área.

José Diego Morales ha escrito más de 40 artículos de investigación y por su liderazgo, tenacidad académica y rigor científico obtuvo el Premio Universidad Nacional en el área de Arquitectura y Diseño en 2010.