19 de marzo de 2024 19 / 03 / 2024

¿Quién es? 155

Emily McClung

Gloria Valek

Foto: Ernesto Navarrete

Recuperar e identificar restos de plantas provenientes de sitios arqueológicos (casas, templos, sitios de trabajo) y de suelos y sedimentos de áreas cercanas a ellos son algunos de los objetivos del Laboratorio de Paleoetnobotánica y Paleoambiente del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM, explica la doctora Emily S. McClung de Tapia, su coordinadora desde hace años. “Trabajamos con microrrestos como el polen y macrorrestos como semillas y carbón, que contribuyen al conocimiento de las plantas que se utilizaban en épocas pasadas y son indicadores de la vegetación, relacionada con el clima y las condiciones ambientales”.

Originaria de Pensilvania, Estados Unidos, Emily cursó la licenciatura, la maestría y el doctorado en antropología en la Universidad Brandeis, en Massachusetts. Comenzó a estudiar ciencias políticas, pero a mediados de su segundo año la sedujeron la antropología y la arqueología. “Originalmente, estudié la arqueología de Turquía y el suroeste de Asia porque viví en Turquía de niña y mis padres eran fanáticos de ese país. Después se vislumbró la posibilidad de venir a vivir a México, donde no iba ser muy factible desarrollar esta línea”, explica.

“Al mismo tiempo que decidí cambiar el área geográfica de mis estudios, cursé arqueología mesoamericana con el doctor George Cowgill, especialista en Teotihuacan, a quien debo un cambio en mis intereses, pues entonces pensaba realizar una tesis sobre epigrafía maya. Finalmente”, continúa la doctora McClung, “hice un análisis de los sistemas calendáricos mesoamericanos y una comparación con los antiguos calendarios de India y China”.

Ya entonces se habían realizado importantes investigaciones arqueológicas en la ciudad de Teotihuacan y había gran interés por la caída de esa gran civilización. “Algunos atribuían ese fenómeno a la degradación ambiental como consecuencia de una ciudad tan grande (de por lo menos 125 000 habitantes en aproximadamente 20 km2)”, explica la investigadora.

Terminada la licenciatura, Emily se casó con un mexicano, el doctor Horacio Tapia Recillas, quien era estudiante de doctorado en matemáticas en la Universidad Brandeis y hoy es un destacado investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa. “Cuando llegué a vivir a México, en 1974, ya había realizado trabajo de campo en Teotihuacan y desarrollaba una tesis doctoral sobre los restos de plantas recuperados de numerosas excavaciones”, nos cuenta. Al visitar las instalaciones del nuevo IIA para conocer al doctor Jaime Litvak, le propusieron desarrollar un laboratorio dedicado al análisis de restos de plantas, el cual inició en 1975. Ese año Emily ingresó al IIA como ayudante de investigador y hoy es una de sus más reconocidas académicas. Al preguntarle sobre la paleoetnobotánica, explica que esta disciplina aborda la relación hombre-planta y añade: “Las plantas son relevantes para la alimentación, construcción, como combustibles, materia prima para artesanías, la medicina, las actividades rituales y en la fabricación de herramientas. Además, reflejan las condiciones climáticas y ambientales”. La información que se obtiene de las plantas revela cómo se adaptaron a su entorno los antiguos pobladores y cómo lo impactaron.

De los numerosos capítulos de libros, artículos y trabajos de investigación que ha publicado Emily McClung, su preferido es “Los ecosistemas del Valle de Teotihuacan a través de su historia”, publicado en un libro para la exposición Teotihuacan. Ciudad de los Dioses, que se inauguró en Madrid, después de haber estado en París, Toronto y Berlín. “Representa una serie de reflexiones, producto de más de tres décadas de investigación, en torno a cómo pudo haber sido el paisaje de esta región desde su primer asentamiento, hace 3 000 años, hasta la Colonia”.

La doctora McClung pertenece a reconocidas sociedades científicas y ha coordinado importantes proyectos de investigación. De su amplia experiencia docente, añade que los estudiantes son la razón de ser de su labor profesional. “Generamos conocimiento para ellos, así como para la sociedad de la cual son parte. Es muy satisfactorio observar cómo aprenden y se motivan para superarse y madurar”.

Personalmente

Familia
Tengo dos hijos. El concepto de familia es de lo que más admiro de México, aunque en los últimos años está cambiando.

¿Libro preferido? 
Cien años de soledad
, de Gabriel García Márquez.

Música
 
La guitarra clásica, el soul y el blues.

¿Adónde te gustaría viajar en el tiempo? 
A México en la época prehispánica y colonial, y a la Europa del siglo XIII.

Platillo predilecto
Mole almendrado de Oaxaca.

Colecciones
Artesanías en miniatura.

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