¿Quién es? 221

Irama Núñez Tancredi

J. William Cruz

Foto: Arturo Orta

Conectarse con el mundo

“Me ven como un bicho raro por no hacer ciencia dura”, dice Irama Núñez Tancredi, quien durante varios años se ha dedicado a la educación y a la comunicación ambiental, campos de estudio fundamentales para tratar los problemas que enfrenta la humanidad a nivel global. Irama confiesa que no ha sido fácil trabajar en estas áreas. Luego de obtener la licenciatura en biología en la UNAM, estudió la maestría y cuando quiso continuar con un doctorado en educación ambiental, encontró que en México había pocos expertos que la guiaran en su proyecto de investigación. “Si no se empieza a formar expertos, cómo nos enfrentaremos a los nuevos retos cuando las nuevas generaciones quieran trabajar en esas áreas”, señala.

Profesora de la Facultad de Ciencias de la UNAM, la Dra. Nuñez está convencida de que toda educación debe estar relacionada con el entorno y que la educación ambiental no debe ser vista como un área independiente de los demás conocimientos. También piensa que ésta debe promover el análisis crítico y profundo de la situación ambiental a partir de contextos y situaciones específicos. Por ello, además de impartir clases a universitarios, programa y dicta cursos dirigidos a profesores de cualquier disciplina para ayudarlos a integrar la dimensión ambiental a sus prácticas docentes.

En su camino Irama ha aprendido que estos trabajos deben ser abordados desde la complejidad de distintas áreas pues concibe la verdadera cultura ambiental con la educación, la sociedad y los medios de comunicación trabajando siempre de manera coordinada y en conjunto. En sus clases ha percibido que muchos estudiantes no encuentran las respuestas adecuadas desde determinadas disciplinas debido a que en ocasiones los profesores sólo tratan sus respectivos temarios. Irama considera que es fundamental contextualizar la ciencia para entender a su vez algunas de las problemáticas sociales más urgentes que nos involucran y afectan. En las asignaturas que imparte —análisis socioambiental y gestión de recursos naturales y educación ambiental— está comprometida a formar profesionales que incorporen la dimensión ambiental a sus vidas y que hagan reflexiones críticas sobre su realidad.

Para Irama el primer paso está en las personas mismas y en acciones tan sencillas como recolectar el agua al darnos un baño, recoger la basura o crear y mantener una composta propia. Ésos son buenos ejemplos de lo que podemos hacer para mejorar la situación ambiental, pero debemos ir más allá y plantear cambios de actitud como parte de una visión transformadora y a largo plazo.

“Hay que conectarse con el mundo” comenta la Dra. Núñez, quien además de ser académica, es triatlonista. Practica el ciclismo, la natación y el atletismo, deportes que se hacen en lugares abiertos y le permiten apreciar la belleza del mundo y fijarse metas concretas y realistas. Ha participado en campeonatos mundiales de triatlón y tiene más de 50 medallas colgadas en las paredes de su casa de las que ha sido merecedora por su disciplina. Su padre, ingeniero especialista en satélites de comunicación y su madre, una feminista, psicóloga y filósofa, fomentaron en ella valores y compromisos sociales. “Soy una persona más, que suma sus fuerzas y hace lo que está en sus manos para mejorar al mundo” concluye.