29 de marzo de 2024 29 / 03 / 2024

¿Quién es? 36

René Hernández Rivera

Concepción Salcedo

Foto: Dante Bucio

El cazador de dinosaurios

1985, Tamaulipas. Descubrimiento de un reptil volador (Dimofordon), del Jurásico temprano. 1987, Tepejí de Rodríguez, Puebla. Hallazgo de diversos fósiles de dinosaurios, peces, reptiles y cocodrilos, del Cretácico inferior.

1988–2001, Tamaulipas y Coahuila. Descubrimiento de cráneos y mandíbulas de reptiles del Jurásico temprano y de varios tipos de dinosaurios del Jurásico.

Esta serie de hallazgos es parte de la bitácora de René Hernández, paleontólogo entregado en cuerpo y alma a buscar dinosaurios mexicanos y otros mamíferos milenarios. Su afán científico es “volverlos a la vida”, buscando cada uno de sus huesos hasta completar el rompecabezas de su cuerpo. En esta labor su tesón es tal que en cuatro años logró armar el primer dinosaurio mexicano, un Cristosaurus o “pico de pato” de la era Mesozoica, que hoy se exhibe en el Museo de Geología de la UNAM. René también es uno de los iniciadores de la búsqueda, recolección y estudio de estos fósiles en el norte de México.

Conversa con nosotros en el Instituto de Geología de la UNAM, donde es investigador del Departamento de Paleontología. Acaba de llegar del Estado de Coahuila, lugar donde junto con un grupo de colaboradores hace 15 años instaló su campamento de exploración. Saca de su inseparable mochila varios libros de divulgación que ha escrito acerca de los dinosaurios y llama la atención uno que motiva a los niños a colorear e imaginarse esos evocativos animales.

Nos narra las mil peripecias que ha vivido durante sus rescates paleontológicos: “Cuando encontré mi primer fósil, el diente de un mamut juvenil, estudiaba biología en la Facultad de Ciencias y decidí dedicarme a esto toda la vida. Un paleontólogo es como un cazador que, mochila al hombro, sale al campo sin saber qué va a encontrar. Probablemente en la tarde regrese con una presa que ningún otro ser humano ha visto jamás. ¡Eso es una aventura increíble!”.

En su infancia René —quien nació en el corazón del barrio de la Merced, en la Ciudad de México—, se apasionaba con las revistas de aventuras y le gustaba la vida al aire libre, acampar y escalar montañas, “todo eso influyó en mi decisión de ser paleontólogo”. Inició su búsqueda en 1985 en Coahuila, y se especializó en la Universidad del Norte de Arizona y en los Museos de Historia Natural del Condado de los Ángeles, el de la Brea en California, en los Estados Unidos y en el de Drumheller en Alberta, Canadá. Está empeñado en que se conozcan los dinosaurios en forma científica; por ello, sus estudios han derribado mitos: “Los dinosaurios eran activos, ágiles, con una asombrosa capacidad de adaptación a diferentes ambientes. No todos eran enormes, había unos del tamaño de un pollo”, explica.

Es difícil saber la cantidad de fósiles que han encontrado el doctor René Hernández y sus colaboradores; hasta ahora han descubierto 10 dinosaurios completos, aún sin armar. Y podemos esperar otros pues estamos ante un incansable cazador de dinosaurios.

Personalmente

Autorretrato. Soy hiperactivo y muy obsesivo.

Sueño. Encontrar nidos de dinosaurios y mamíferos del Mesozoico.

Amores. Después de los dinosaurios, la
música.

Pasatiempos. Tocar armónica; lo hago desde hace 30 años, y escribir cuentos. También el rock, en especial las canciones de Bob Dylan.

 
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