19 de abril de 2024 19 / 04 / 2024

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Martha Duhne

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El suelo, recurso crítico

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) creó en 1988 la Organización de las Naciones Unidas para analizar la información científica sobre el cambio climático, sus repercusiones sociales y económicas y las posibles estrategias de respuesta. Desde sus orígenes ha elaborado cinco reportes y en agosto presentó en Ginebra, Suiza, una sección del sexto informe que trata sobre el papel del suelo en la reducción de gases de efecto invernadero y como sustento de la vida, tanto forestal como de los cultivos que alimentan a la población global.

En un ecosistema conservado, las plantas y animales al morir caen al suelo y se reincorporan a la cadena alimenticia. Pero cuando se tala la vegetación, el suelo se queda sin nada que lo proteja. Y si además se introduce ganado que lo pisa y compacta, o enormes cultivos que se bañan con toneladas de fertilizantes y herbicidas, o lo cubrimos con kilómetros de cemento, la riqueza del suelo desaparece. Los suelos fértiles son la base del bienestar humano, ya que de ellos dependen una serie de servicios ecosistémicos como fibras, energía, alimentos y agua, además de ser un resguardo para la biodiversidad.

Con el cambio climático aumenta la frecuencia e intensidad de sequías, huracanes, inundaciones, ciclones y deslaves, lo que entre otras cosas incrementa la desertificación. Enormes extensiones de terrenos de ecosistemas naturales han sido talados para convetirlos en pastizales y para sembrar cultivos que alimentan el ganado y que agotan el suelo.

Es importante acabar con el desperdicio: entre 25 y 30 % de todos los alimentos que producimos, tanto en países pobres como ricos, acaba en la basura. Tenemos que aprender a utilizar prácticas agrícolas sostenibles. Reforestar. Todas las acciones son posibles, pero se necesita un cambio drástico en nuestros hábitos y en la forma en que manejamos nuestros recursos.

El suelo, recurso críticoKhemanun Rugyooprasert/Pixabay.

Desarrollan un hígado para probar fármacos

Un equipo de investigadores de Estados Unidos, China, Japón y Alemania desarrolló un pequeño hígado humano para probar medicamentos. Las células a partir de las cuales se formó el órgano se modificaron genéticamente en el laboratorio para mostrar los síntomas de la enfermedad del hígado graso no alcohólico.

Se trata de un padecimiento complejo que aumenta el riesgo de padecer diabetes mellitus y enfermedades cardiovasculares y del riñón. Actualmente afecta a 6.5 % de mexicanos y estudios en Estados Unidos encontraron que la prevalencia en ese país es mayor en la población hispana y mexicoamericana. La insuficiencia y la cirrosis hepática son la segunda causa de trasplantes de hígado. Añádase que hay muy pocos hígados para trasplantes, que el procedimiento es caro y que los pacientes tienen que tomar medicamentos el resto de su vida.

Estudios previos ya habían demostrado que la proteína SIRT1 desempeña un papel en el desarrollo de esta enfermedad, la cual se ha tratado con Resveratrol, un medicamento que funciona bien en animales, pero no en humanos. El equipo de investigadores empezó tomando células humanas modificadas genéticamente para inhabilitar la producción de proteína SIRT1. Después desprogramaron estas células para transformarlas en células madre y luego en células hepáticas. Este procedimiento es complicado, pero se utiliza en varios laboratorios del mundo. Pruebas iniciales demostraron que en estas células se aceleraba la acumulación de grasas. Lo siguiente fue poner estas células en la estructura de colágeno de hígados de rata. Sobre este andamiaje se desarrolló un hígado con características del de un ser humano, pero del tamaño de un hígado de rata. A pesar de que en estos hígados no se reprodujeron todas las funciones de un hígado normal, sí fueron un modelo más parecido al humano que el de una rata. Los investigadores confirmaron que el Resveratrol no fue efectivo en estos hígados, como sí lo fue en el de rata. Los resultados de esta investigación se publicaron en la revista Cell Metabolism.

Desarrollan un hígado para probar fármacosPixabay.

Ecología de un murciélago

Investigadores del Instituto de Ecología de la UNAM y de la Universidad de Ohio estudiaron los movimientos de murciélagos de la especie Chrotopterus auritus, conocido como falso vampiro orejón o lanudo, el segundo más grande de los murciélagos mexicanos, para entender cómo afecta la perturbación de su hábitat el desarrollo de su vida. Es un murciélago carnívoro que habita en las selvas tropicales desde el sur de México hasta el norte de Argentina y Paraguay. Come aves, ratones y otras especies de murciélagos, pero también puede alimentarse de insectos, polen, reptiles y anfibios. En México está considerado como en riesgo menor, pero en otros países lo catalogan como amenazado o incluso en riesgo de extinción. Los investigadores localizaron en Campeche dos colonias de esta especie. La primera madriguera estaba en un paisaje talado y muy perturbado, dentro de las ruinas arqueológicas del Hormiguero, cerca de la Reserva de la Biósfera de Calakmul. Ahí tomaron ocho individuos y les pusieron un pequeño receptor GPS. La segunda madriguera, llamada Monterrey, estaba en una cueva en la Reserva de Balam-Ku, en un sitio boscoso y bien conservado. Siete individuos de esta madriguera se equiparon con receptores GPS. Los investigadores estudiaron los patrones de movimiento de los murciélagos durante 72 vuelos en 32 noches. Al analizar los datos, se dieron cuenta de que los murciélagos preferían buscar alimento en los bosques bien conservados y no en sitios abiertos, zonas taladas ni cultivos. Así, los murciélagos de Hormiguero tenían que desplazarse distancias significativamente mayores que los de Monterrey, lo que implica un gasto energético mayor.

Los resultados de esta investigación se publicaron en la revista PLOS ONE a finales de julio y muestran que esta especie puede tolerar terrenos fragmentados, pero que la deforestación de grandes extensiones es una amenaza real. Sabemos que muchas especies desaparecerán, y la causa principal es la fragmentación y deforestación de los ecosistemas naturales.

Ecología de un murciélagoChrotopterus auritus. Roberto González.

Evaluación de la epidemia de VIH/sida

Investigadores del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de Estados Unidos (IHME por sus siglas en inglés) coordinaron un estudio para comprender los patrones que ha seguido la epidemia de VIH/sida en 195 países y territorios del mundo entre 1980 y 2017, y pronosticaron su desarrollo para 2030. Entender estos patrones es vital para evaluar los esfuerzos de prevención y control de la enfermedad, que se convirtió en epidemia en los años 90.

En México el primer caso se reportó en 1983 en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán y se reconoció su presencia de manera oficial hasta 1985.

Los investigadores, con colegas de todo el mundo incluido México, estimaron la incidencia, prevalencia, mortalidad y cobertura médica con los datos de cada país.

En la década de los años 90 el número global de personas infectadas con el virus y la cifra de muertes por sida aumentaron de manera exponencial hasta llegar a un punto máximo de 2 000 000 de decesos en 2006. Desde entonces estas cifras han bajado a poco menos de 1 000 000 al año. Sin embargo, en el mundo aproximadamente 37 000 000 de personas son actualmente portadoras del virus y la prevalencia más alta se sigue concentrando en el África subsahariana. Para México, los investigadores reportaron un total de cerca de 19 800 nuevas infecciones en 2017 (3 930 mujeres y 15 900 hombres) y 5 580 muertes, lo que significa un descenso en el índice de muertes por el virus entre 2007 y 2017 de 2.4 %. CENSIDA reporta 207 369 casos de sida en el periodo de 2013 a 2019.

Los resultados de esta investigación se publicaron en la revista The Lancet en agosto pasado y se prevé que 54 países cumplirán el objetivo de ONUSIDA de llegar a 81 % de cobertura de terapia antirretroviral para 2020 y que solo 12 países estarán en camino de alcanzar 90 % para 2030. Es decir, pocos países alcanzarán las metas que fijó ONUSIDA para 2020 y 2030. Con tantas personas en el mundo portadoras del VIH, es de extrema importancia no bajar la guardia, aumentar el acceso gratuito y sin interrupciones de los medicamentos e incrementar las acciones de educación y prevención.

Evaluación de la epidemia de VIH/sidaBruce Blaus.

Los herbívoros y la agricultura

Los seres humanos que habitaron la Tierra hace entre 5 000 y 7 000 años empezaron a cultivar variedades silvestres de plantas herbáceas de semillas como quinoa, amaranto, trigo sarraceno o mijo. Estas variedades tenían semillas más pequeñas que las actuales con cubiertas gruesas e indigeribles y no germinaban fácilmente, además de que crecían en valles y pastizales, dispersas entre otras plantas. ¿Por qué los humanos de entonces las eligieron para comer? Hasta ahora se pensaba que fueron una fuente de alimentación de emergencia, es decir, que las utilizaban sólo cuando no encontraban otra cosa.

Un estudio reciente dirigido por investigadores del Instituto Max Planck de Alemania y de la Universidad Cornell, de Estados Unidos, encontraron otra explicación: la domesticación de estas plantas tuvo su origen en la dispersión de las semillas por medio de la digestión de los grandes mamíferos herbívoros de la época. Los investigadores proponen que estos animales se alimentaban de las semillas y se desplazaban en rebaños, buscando lagos o ríos como fuente de agua, por lo que sus heces se depositaron en sus rutas de alimentación y descanso. Es decir que los herbívoros dispersaron las semillas y formaron parcelas en las que crecieron las plantas, lo cual facilitó que los humanos las descubrieran, se alimentaran de ellas y empezaran a cultivarlas. Una vez que los humanos aprendieron a cultivar los granos, viajaron con ellos. Con el tiempo, fueron seleccionando las características más deseadas, como semillas más grandes o con cubiertas más delgadas y digeribles. El estudio se llevó a cabo en pastizales del oeste norteamericano, donde existían grandes rebaños de bisontes.

Los resultados de esta investigación se publicaron el pasado julio en la revista Nature Plants y resaltan la importancia de los herbívoros en la domesticación de los cultivos que nos proporcionan más alimentos.

Los herbívoros y la agriculturaWikiImage/Pixabay.

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