Retos 7

De lanzamientos, amibas y enigmas

Antonio Ortíz

Lanzamiento

Debido a su forma y a la presencia del aire, es conocido que cuando se lanza un bumerang con la velocidad adecuada y hacia el frente, éste siempre regresará. Ahora bien, ¿de qué manera habría que lanzar una pelota de béisbol para que ésta regrese nuevamente a las manos del lanzador?

El enigma del peso perdido

Aquel día hacía tanto calor que Julio, Paco y Luis tenían tanta, pero tanta sed, que decidieron ir a comprar entre los tres un garrafón de agua y de pasadita ver a la hermosa Lucía, la cajera de la tienda, que con sus 18 años y los pequeños vestidos que utilizaba, encendía las más ardientes pasiones. Al llegar a la tienda, los tres adolescentes, todos embobados y con la mirada perdida en el cuerpo de Lucía, apenas y alcanzaron a balbucear que querían un garrafón de agua superfrío. Lucía, con todo el aburrimiento del mundo encima, caminó cadenciosamente hasta uno de los refrigeradores y sacó un pequeño garrafón. En un principio, ni siquiera consultó la tabla de precios y les dijo a los muchachos: “son 30 pesos”. Julio, Paco y Luis buscaron entre sus bolsillos y cada uno puso un billete de diez pesos sobre el mostrador. Lucía tomó el dinero y, al meterlo en la caja registradora, miró en la lista de precios que el garrafón costaba 25 pesos, y tomó 5 monedas de un peso de la caja. Sin embargo, era tanto el calor, pero tanto, que a Lucía le dio una flojera descomunal el pensar cómo dividir las cinco monedas entre los tres muchachos, así es que mientras le daba una moneda a cada uno de ellos y depositaba las otras dos en una latita, les dijo “Cómo hoy los quiero mucho, les doy un peso a cada uno”. Julio, Paco y Luis, con el corazón acelerado y todos enrojecidos, tomaron sus pesos y el garrafón, y salieron en cámara lenta de la tienda.

Por la noche el calor continuaba siendo insoportable y Lucía se puso a hacer las cuentas de lo vendido durante el día. Al recordar la venta del garrafón comenzó a pensar: “Cada uno me dio diez pesos, metí los treinta pesos en la caja y saqué cinco. Metí en el bote dos y les regresé tres. O sea, cada uno me dio nueve pesos: esos 27, más los dos pesos del bote, serían 29. ¿En dónde quedaría el otro peso?”

Ayuda a Lucía a encontrar el peso que falta.

Amibas

En la clase de biología el profesor puso sobre la mesa dos frascos con un litro de agua cada uno. Con ayuda de un gotero, en el frasco A puso dos amibas, y en el frasco B, introdujo solamente una amiba. Ahora bien, las amibas se reproducen por bipartición cada tres minutos, de tal manera que en 24 horas, el vaso A se encontrará totalmente lleno de amibas. ¿Cuántas horas tardará el vaso B para llenarse completamente de amibas?