Retos 78

De la taberna al comedor

Antonio Ortiz

Presidenciables

Ya bien entrada la noche y muy “alegres”, en una cantina se encontraban Madrazo, López Obrador, Creel y Castañeda. Dejando a un lado las diferencias partidistas, cantaban y se abrazaban. Fue entonces que Creel les propuso que de una buena vez, allí mismo, decidieran entre ellos quién iba a ser el próximo presidente. Todos estuvieron de acuerdo, pero ¿cómo hacerlo? Madrazo propuso que el próximo presidente fuera el que más tequilas se hubiera tomado hasta ese momento porque eso querría decir que era el más “macho”; López Obrador propuso que mejor fuese el que menos tequilas se hubiera tomado porque eso querría decir que era el más responsable; Castañeda opinaba que mejor fuera aquel que hubiera tomado el promedio porque ése sería el más equilibrado. Optaron por la propuesta de Castañeda, y de inmediato pidieron la cuenta de los tequilas al mesero, quien les dijo que entre todos se habían tomado 80 tequilas, pero que no sabía cuántos se había tomado cada uno. Allí se desató la típica discusión de borrachos, porque cada uno juraba y perjuraba que nada más se había tomado 20 tequilas. Y siguieron discutiendo hasta que se dejaron entrever los primeros rayos del sol.

Por la tarde, crudos y desvelados, ninguno se acordaba ya de que habían estado en la cantina. Lo único que queda como testimonio de lo ocurrido es la libreta del agente de la Agencia Federal de Investigaciones, que de incógnito se desempeñaba como mesero en la cantina. En la página 8 de su libreta, apuntó: “Cuando dejaron de beber, el licenciado Madrazo había tomado 5 tequilas más que el licenciado Creel y 4 más que el licenciado López Obrador. El total de tequilas que tomaron el licenciado Creel y el licenciado Madrazo fue de 41”.

A partir de los datos de la libreta del agente, ¿a quién tendrían que haber designado como el próximo presidente?

Puro corte fino

En el más caro de los restaurantes de la Ciudad de México, después de una junta en la Federación Mexicana de Futbol, Hugo Sánchez y Ricardo Lavolpe trataban de limar asperezas. Pero después de un rato terminaron como siempre, cada uno presumiendo: que si el mejor entrenador, que si el mejor futbolista, que si el más carismático y un sinfín de cosas hasta llegar incluso a presumir que si uno era mejor que el otro por ser chilango del DF y el otro porteño de Buenos Aires. De hecho, en un momento dado Hugo Sánchez de plano le dijo: “…y, además, los hombres de aquí comemos más carne que los de Buenos Aires”. A lo que Lavolpe respondió: “Pero que pavada decís, che. Imposible, allá en mi ciudad comemos muchísima carne, puro corte fino”. Entonces Hugo Sánchez lo retó: si no era cierto él mismo pagaba la comida, pero si era verdad la pagaría Lavolpe.

Minutos después, y ante la forma contundente en que Hugo demostró su aseveración, a Lavolpe no le quedó más remedio que pagar la cuenta.

¿En que pudo haberse basado Hugo para hacer tal aseveración?

El paraíso de Lupita

Un día que Lupita tenía un “poquito” de hambre se fue a la taquería El paraíso del paisa con sus amigas Sol y Gloria. Como Lupita sólo tenía poquita hambre, pidió únicamente 7 tacos por cada 3 que pidió Sol, quien a su vez pidió 5 tacos por cada 2 tacos que pidió Gloria.

Si al final entre las tres amigas comieron 56 tacos, ¿cuántos tacos se comió Lupita?