De película 321
Terror corporal
Arturo Vallejo
La sustancia
Según la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva nuestro país ocupa el tercer lugar en cirugías estéticas en el mundo, sólo por debajo de Estados Unidos y Brasil. De hecho, la frecuencia de estos procedimientos en México ha aumentado 12 % en los últimos cinco años, el doble que el promedio en América Latina, y se practican sobre todo a hombres y mujeres de entre 18 y 40 años, muchos de los cuales acuden a ellos de manera recurrente, es decir tres veces o más. En la opinión de algunos expertos la cirugía plástica se ha vuelto una práctica con tintes obsesivos.
La película La sustancia (2024), de la francesa Coralie Fargeat, sigue a Elisabeth Sparkle (Demi Moore), una presentadora de televisión que, tras perder su empleo por ser mayor (en la película tiene 50 años) recurre a una sustancia experimental que le permite crear una versión perfecta de sí misma, Sue. Esta decisión desencadena una serie de eventos que ilustran los efectos adversos de la obsesión por detener el declive del cuerpo humano. Y es que la presión social por mantener los estándares de juventud y belleza afectan sobre todo a las mujeres.
Así, el filme aborda el envejecimiento como un fenómeno complejo que involucra cambios neurobiológicos y conductuales. Elisabeth, al consumir repetidamente la sustancia, experimenta alteraciones en la percepción y el estado físico que reflejan cómo las conductas adictivas pueden alterar la homeostasis del cuerpo y la mente, es decir el equilibrio interno. En el caso de la película, la dependencia de la sustancia se manifiesta en la necesidad constante de inyecciones para mantener la apariencia juvenil, lo que evidencia la pérdida de control característica de las adicciones.
La representación de la transformación física de Elisabeth a través de efectos prostéticos y maquillaje es hiperrealista y sirve como metáfora de la descomposición interna y las distorsiones en la percepción de su propia imagen corporal. Además, la interacción entre Elisabeth y Sue problematiza aspectos como la identidad y la autonomía, respaldados por investigaciones que sugieren que la adicción puede llevar a una fragmentación de la identidad y a una dependencia emocional que complica la recuperación.
Multipremiada en prestigiosos festivales de cine como el de Cannes y los bafta, La sustancia ofrece una representación visualmente impactante y relevante de un tema muy contemporáneo: la obsesión por la juventud y la belleza corporal. Con su propuesta aguda e ingeniosa la película invita a reflexionar sobre lo difícil que es mantener la integridad física y psicológica ante las intensas presiones sociales que sufren sobre todo las mujeres. Pero sus implicaciones van más allá del género y del horror corporal, pues ofrece una crítica necesaria sobre el deseo de evasión y transformación por medios artificiales.
La sustancia está disponible en nuestro país a través de la plataforma de streaming Mubi.
La sustancia
(The substance)
Guion y dirección: Coralie Fargeat
Reparto: Demi Moore, Margaret Qualley, Dennis Quaid
Duración: 140 minutos
País y año: Estados Unidos, Francia y Reino Unido, 2024











