Ráfagas 215

Ráfagas

Martha Duhne

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Hallazgo en Palenque

Un equipo de arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia dirigido por Arnoldo González descubrió que bajo el Templo de las Inscripciones en Palenque, Chiapas, ciudad maya de 1 300 años de antigüedad, existen canales de agua que podrían tener un significado simbólico. No es novedad que en el sitio hay un complejo sistema de acueductos y represas construido por los mayas, pero la relevancia de este descubrimiento es que los canales se encuentran debajo de la cripta del rey Pakal el Grande.

En 1952 Alberto Ruz Lhuillier descubrió la tumba de K’nich Janaab’ Pakal, gobernante de una de las dinastías más importantes de la historia del pueblo maya. Dentro de la cámara funeraria, cientos de glifos describen la historia de los 70 años de su reinado hasta su muerte, en el año 683. Cubriendo el cuerpo de Pakal se encontró una lápida de piedra de 20 toneladas en la que está esculpida una imagen del viaje de Pakal al otro mundo. El esqueleto portaba una máscara de jade y un par de orejeras con un epígrafe que narraba que para ser recibido por el dios del inframundo el difunto debía sumergirse en el agua del dios Chaac.

Gónzalez, quien también descubrió en 1994 el sarcófago de la Reina Roja, explicó que en 2012 él y su equipo de arqueólogos realizaban trabajos de conservación del sitio cuando observaron que en la roca madre en la que está asentada la pirámide había un corte central con grandes rocas acomodadas y amarradas con arcilla que parecían ser un piso. Debajo de éste encontraron otro estrato de piedras muy gruesas, unidas también con barro. Una tercera y cuarta capa eran semejantes a las primeras dos y debajo de ellas encontraron una serie de canales construidos mediante hileras horizontales de grandes piedras talladas, unidas con arcilla. En el momento del descubrimiento, se observó que una pequeña corriente de agua seguía su curso por un canal. El arqueólogo, quien dio a conocer el hallazgo en el 10º Congreso Internacional de Mayistas a finales de julio pasado, asegura que la tumba de Pakal se construyó sobre un manantial cuyas aguas fueron dirigidas por medio de este sistema hidráulico. El manantial fue el origen de la construcción del templo y probablemente reproducía de manera simbólica el camino al inframundo, al que, según los antiguos mayas, se entraba por cuevas y superficies acuosas.

Foto: cortesía INAH.

¿Cuánto entienden los perros?

A principios de septiembre, la revista Science publicó una investigación en la que se encontró que los perros entienden tanto la entonación como el significado de las palabras que les dirigimos.

Los científicos piensan que la capacidad de los humanos para formar palabras, los bloques básicos del lenguaje, surgió como un mecanismo cerebral para apoyar la comunicación. Las palabras son sonidos arbitrarios a los que asignamos significados. A pesar de que los perros no vocalizan con palabras, parecen comprender el significado de una amplia variedad de vocablos: se sientan, buscan objetos, dan la pata y mueven la cola en respuesta a palabras específicas.

Para estudiar cuánto entienden los perros, un equipo de científicos de la Universidad Loránd Eötvös de Budapest, dirigidos por Atilla Andics, reunió 13 perros de distintas razas y los entrenó para que permanecieran quietos dentro de un aparato de resonancia magnética durante cerca de siete minutos, mientras les ponían grabaciones de la voz de sus dueños utilizando distintas combinaciones de palabras y tonos. Por ejemplo, los entrenadores usaron palabras de elogio con una entonación alegre y neutra, y palabras neutras con una entonación alegre y neutra. Mientras los perros escuchaban, los científicos registraron la actividad cerebral de los animales.

Los resultados revelan que, independientemente del tono, los perros procesan el vocabulario, reconociendo palabras clave para ellos, y lo hacen, igual que los humanos, con el hemisferio izquierdo del cerebro. Además los perros procesan la entonación de manera independiente al significado de las palabras con el hemisferio derecho, como nosotros. Y dependen de la suma de los dos factores para saber qué respuesta dar.

Foto: Enikö Kubinyi

Localizan exoplaneta cercano

Se ha descubierto un planeta parecido a la Tierra orbitando alrededor de Próxima Centauri, la estrella más cercana a nuestro Sol. La distancia que lo separa de su estrella permitiría que el agua existiera en estado líquido, característica indispensable para el desarrollo de la vida.

Hasta la fecha se han encontrado más de 3 000 exoplanetas, la mayoría utilizando el telescopio espacial Kepler de la NASA, que detecta cambios de brillo de las estrellas con increíble precisión. Los planetas se detectan observando diminutos cambios de brillo que se producen cuando el planeta en su órbita pasa entre la estrella y nosotros, produciendo un minúsculo y periódico oscurecimiento.

Este reciente hallazgo fue realizado por Guillem Anglada Escudé, de la Universidad Queen Mary de Londres y un grupo de científicos, la mayoría del Instituto de Astrofísica de Andalucía. Próxima Centauri se encuentra a poco más de cuatro años luz de nosotros y el planeta recién descubierto, nombrado Próxima Centauri b, tiene una masa de 1.3 veces la de la Tierra, lo cual permite suponer que es rocoso como nuestro planeta; completa una vuelta alrededor de su estrella en 11.2 días a una distancia de siete millones de kilómetros, que lo coloca dentro de lo que se considera la “zona habitable”, que en teoría podría permitir la presencia de vida. Por la cercanía a su estrella, es probable que su periodo de rotación coincida con el de traslación; es decir, que un lado del planeta sea día y el otro noche permanentemente.

Próxima Centauri es una enana roja, con el 12% de la intensidad del Sol y sólo el 0.17% de su brillo. Entre 70 y 80% de todas las estrellas en nuestras vecindades cósmicas son tenues enanas rojas, lo que hace dificil su detección. Las estrellas de su tipo son pequeñas, de una tercera parte o menos del Sol, y generan un fuerte campo magnético. Esto tiene como consecuencia la producción de rayos X que constantemente llegan a la superficie del planeta, lo que dificultaría la existencia de vida.

Los resultados de esta investigación se dieron a conocer en la revista Nature en agosto de 2016.

Próxima Centauri.Foto: ESA/Hubble.

Encuentran el fósil más antiguo del mundo

Un equipo de investigadores australianos dirigidos por Allen Nutman, de la Universidad de Wollongong, descubrió la evidencia fósil de vida más antigua que conozcamos. Se trata de un estromatolito fechado en 3 700 millones de años que se encontró incrustado en las rocas sedimentarias más antiguas del planeta, en el sudoeste de Groenlandia, región conocida como el Cinturón de Isua. Los estromatolitos son rocas laminadas que se originan por la actividad de poblaciones microbianas, generalmente cianobacterias, organismos con rasgos de bacterias y de algas. Son bacterias muy pequeñas que contienen pigmentos verde-azulados para realizar la fotosíntesis. Este descubrimiento demuestra que la vida empezó cerca de 220 millones de años antes de lo que se pensaba. Durante buena parte de la historia de la Tierra, la vida consistió de células independientes y los fósiles de estromatolitos fueron construidos por agrupaciones de esas células. Su importancia radica no sólo en que son la evidencia de esa forma de vida antiquísima, también en que estas células formaron ecosistemas cada vez más complejos. Vickie Bennett, coautora del artículo que publicó la revista Nature en el mes de agosto, aseguró que ahora, “más que especular sobre las características de los entornos más antiguos, por primera vez tenemos rocas en las que se encuentran registradas las condiciones y ambientes que sustentaban las primeras formas de vida. Nuestra investigación proporcionará nuevos conocimientos sobre los ciclos químicos e interacciones rocaagua- microorganismo que existían en nuestro planeta cuando se acababa de formar”. Si los resultados de esta investigación se corroboran, podemos decir que la vida se originó hace cerca de 4 000 millones de años.

Foto: Allen P. Nutman et al.

En busca de una ventana al cerebro

Una investigación reciente logró dar un paso importante en el desarrollo de un implante de cráneo transparente, que permitirá a los médicos utilizar con mayor efectividad diversas terapias en pacientes con trastornos neurológicos y neurodegenerativos.

Se trata del proyecto “Ventana al Cerebro”, en el que participan la Universidad de California, San Diego, el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica.

El equipo desarrolló una versión transparente del material llamado YSZ (siglas en inglés de circonio estabilizado con itrio) que se utiliza en trasplantes de cadera y dentales. Estudios, publicados en la revista Lasers in Surgery and Medicine en el mes de julio, muestran cómo el YSZ transparente puede permitir a los médicos combatir infecciones bacterianas, que son la principal causa del fracaso de los implantes craneales. En estudios de laboratorio los investigadores trataron infecciones de E. coli utilizando rayos láser a través del implante sin dañar el tejido circundante.

Otro estudio reciente publicado en la revista Nanomedicine: Nanotechnology, Biology and Medicine, demostró la biocompatibilidad del YSZ en un modelo animal. El material se integró al tejido del huésped sin causar una respuesta inmunitaria ni otros efectos adversos.

Este proyecto está financiado por la Fundación Nacional para la Ciencia, de Estados Unidos, y por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) de nuestro país

Algunos miembros del equipo de investigación de “Ventana al cerebro”: (de izq. a der.) J. Garay, Y. Kodera, C. Reynolds, Y. Damestani, G. Aguilar, M. Rao y H. Park.
Foto: University of California, Riverside.