Ráfagas 311
Ráfagas
María Luisa Santillán
Ilustración: revista ¿Cómo ves?
Alerta por viruela símica
El pasado 14 de agosto la Organización Mundial de la Salud declaró que la viruela símica (mpox) es ya una emergencia de salud pública de importancia internacional por su alto potencial para extenderse dentro y fuera de África, en donde es endémica. Las autoridades sanitarias emitieron este comunicado al detectar una rápida propagación de una nueva cepa del virus (el clado Ib), más infecciosa y con mayor mortalidad. Esta enfermedad se detectó por primera vez en humanos en 1970 en la República Democrática del Congo. El virus que la ocasiona pertenece a la misma familia que la viruela; hasta ahora se conocían dos cepas, el clado I y el clado II. Se transmite al tener contacto con animales infectados con el virus, al consumir su carne o al estar en contacto cercano con una persona contagiada, ya sea por vía sexual, fluidos como la saliva o partículas respiratorias. Algunos síntomas son fiebre, dolor de cabeza intenso, lumbalgia y cansancio; también se caracteriza por la aparición de erupciones cutáneas en la cara y el cuerpo.
La mayoría de los casos notificados hasta ahora del clado Ib ocurrieron en África, y sólo se reportó un caso en Suecia. En otros países circulan distintas variantes de mpox, sobre todo del clado IIb, que provoca cuadros clínicos más leves. En México, de enero al 5 de agosto de 2024 el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica reportó más de 200 casos, 49 de los cuales se confirmaron y más de la mitad ocurrieron en la Ciudad de México.
Hasta ahora la viruela símica sigue ex-pandiéndose por el mundo y poniendo en estado de alerta a los distintos gobiernos; por lo pronto, todos debemos mantenernos informados.
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Revelan secretos del asteroide que acabó con los dinosaurios
Hace 66 millones de años un objeto proveniente del espacio chocó contra la actual península de Yucatán, en México, y provocó la desaparición de más de 75 % de las especies del planeta. Hasta ahora no se sabía si se trataba de un cometa o de un asteroide, de qué lugar del espacio provenía y cuál era el origen de los metales que dispersó durante el impacto.
Un nuevo estudio dirigido desde la Universidad de Colonia, en Alemania, analiza la identidad química del asteroide, que dejó una capa de sedimentos en toda la Tierra que marca el límite entre los periodos Cretácico y Paleógeno y que contiene altas concentraciones de metales como iridio, rutenio, osmio, rodio, platino y paladio, raros en la corteza terrestre pero comunes en rocas espaciales. Para conocer la procedencia del asteroide los investigadores midieron el rutenio —único metal cuya abundancia de isótopos es distinta según los asteroides de los que proviene— en muestras de rocas de hace 66 millones de años de Dinamarca, Italia y España. Luego compararon sus niveles con muestras de rutenio presente en impactos que ocurrieron en otros momentos y encontraron que el asteroide que provocó la muerte de los dinosaurios no aviares era de tipo carbonáceo, que se formó más allá de la órbita de Júpiter.
Así pues, los autores de la investigación, publicada en la revista Science, muestran evidencias sugerentes de que el objeto no se trató de un cometa con origen fuera del Sistema Solar sino de un habitante de nuestro vecindario planetario.
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Impulsar estrategias para erradicar la violencia de pareja
La violencia de pareja aparece a edades cada vez más tempranas, y los estragos a la salud física y mental de quienes la padecen pueden causar daños permanentes. Algunas de sus consecuencias son depresión, trastornos de ansiedad, embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual, entre otras. La Organización Mundial de la Salud realizó un análisis a partir de datos previos sobre el problema e incluyó variantes como matrimonio infantil, legislación de género y acceso restringido a la educación y a la fuerza laboral. Entre sus hallazgos está que casi 1 de cada 6 adolescentes menores de 20 años sufrió este tipo de violencia en el último año y que en todo el mundo 24% de las adolescentes de entre 15 y 19 años que han tenido pareja han sufrido violencia física o sexual. Según la oms las regiones más afectadas son Oceanía (47 %) y África subsahariana central (40 %), y las tasas más bajas se encuentran en Europa central (10 %) y Asia central (11 %). Destaca que esta violencia es mayor en países de bajos ingresos o donde prevalece el matrimonio infantil, y menor en regiones donde las jóvenes acuden a la escuela secundaria o donde existen leyes de género más igualitarias.
El análisis, publicado en The Lancet Child & Adolescent Health, pone énfasis en la necesidad de fortalecer los servicios de apoyo y la prevención temprana en las adolescentes, así como la de promover programas que las orienten sobre relaciones saludables, prevención de la violencia, protección jurídica y empoderamiento económico. Además, muestra el rezago que existe en las distintas naciones para eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se espera alcanzar en 2030.
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Inteligencia artificial y envejecimiento cerebral
Las desigualdades socioeconómicas, la contaminación del aire y las disparidades de género y salud tienen un impacto mayor del que se creía en el envejecimiento cerebral de las personas, reveló un estudio publicado en la revista Nature Medicine, dirigido desde el BrainLat Institute de la Universidad Adolfo Ibáñez en Chile y en el que también participan otros grupos que estudian la salud cerebral en Estados Unidos e Irlanda. Los investigadores analizaron los datos de 5 306 personas de 15 países, siete ubicados en América Latina, incluido el Caribe, y los ocho restantes en países industrializados con altos niveles de ingreso. Se estudió a hombres y mujeres, algunos sanos y otros con algún deterioro cognitivo leve, Alzheimer u otra forma de demencia.
Para el estudio se analizaron con inteligencia artificial (ia) grandes bases de datos de resonancias magnéticas y electroencefalogramas de los participantes. Esto permitió evaluar la conectividad funcional —la interacción entre las regiones cerebrales— que disminuye a mayor edad. Con estos datos se desarrolló una especie de reloj que comparó la “edad cerebral” de cada individuo con su edad real. Las disparidades entre ambas edades indican que un cerebro envejeció más rápidamente de lo normal. Se encontró que las desigualdades económicas —acompañadas de estrés, mala alimentación y menor educación—, así como la contaminación —que produce inflamación— parecen conducir a los participantes de países de América Latina y el Caribe a sufrir un envejecimiento cerebral acelerado asociado, entre otras cosas, con enfermedades neurodegenerativas y con un menor rendimiento cognitivo. Otro de los hallazgos fue que en esas regiones los cerebros femeninos envejecen más rápidamente que los masculinos debido a aspectos como la menor educación y acceso a la atención médica, menos ingresos y una mayor carga de cuidados familiares.
Estos hallazgos permitirán enriquecer las investigaciones en diversas poblaciones geográficas y, a más largo plazo, usar modelos de ia para predecir distintas enfermedades neurológicas y establecer políticas públicas que ayuden a desacelerar el envejecimiento cerebral de las personas más vulnerables.
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