15 de enero de 2025 15 / 01 / 2025

Ráfagas 314

Ráfagas

Maria Luisa Santillán

Ilustración: revista ¿Cómo ves?

Descubren el coral más grande del planeta

En las islas Salomón, en el sureste del océano Pacífico y cerca de Papúa Nueva Guinea y Australia, se descubrió el coral más grande del mundo: mide 34 metros de ancho, 32 de largo y 5.5 de altura, y tiene una circunferencia de 183 metros. Fue hallado por la expedición Pristine Seas de National Geographic durante una exploración científica en la zona, y superó el récord de tamaño que poseía un coral de la Samoa Americana, el cual mide 22.4 metros de ancho, 8 de altura y tiene una circunferencia de 69 metros. El recientemente descubierto es tan grande que puede verse desde el espacio; por su colosal tamaño los miembros del equipo pensaron que podría tratarse de los restos de algún naufragio.

Los corales están formados por una compleja red de pólipos (pequeños animales con cuerpo blando) que provienen de larvas que se asientan en el fondo marino y se multiplican para dar lugar a pólipos genéticamente idénticos. Se estima que este megacoral, de la especie Pavona clavus, tiene alrededor de 300 años; es un hábitat esencial y refugio de diversas especies de peces en etapa juvenil, cangrejos y otros invertebrados básicos para la alimentación de las comunidades locales.

En un comunicado de prensa National Geographic destacó que, a pesar de su remota ubicación y de que grandes colonias de corales como ésta poseen un alto potencial reproductivo que puede ayudar a la recuperación de los ecosistemas arrecifales, no está a salvo del calentamiento global y de otras amenazas humanas.

Descubren el coral más grande del planetazaferkizilkaya/Shutterstock

Del acicalamiento al beso

Existen diversas hipótesis sobre por qué besamos. Algunas están relacionadas con el acto de olfatear, con el amamantamiento o incluso con la estrategia de alimentar a las crías con comida masticada, pero ninguna es concluyente. Una investigación reciente de la Universidad de Warwick, en el Reino Unido, sugiere que la explicación evolutiva más probable y directa es que el beso empezó como un ritual de acicalamiento, pues es la única conducta de los grandes simios que cumple con tres características: tiene la misma forma (protrusión de los labios y movimiento de succión), función (entre individuos con fuertes vínculos afectivos o de parentesco) y contexto (entre individuos de distintas edades y sexos). El acicalamiento tiene una función higiénica entre los grandes simios y fortalece los lazos sociales, pues para asear el pelaje de un congénere el acicalador busca parásitos con las manos y los succiona con la boca.

Pero, ¿cómo se pasó del acicalamiento al beso como lo conocemos? El autor del estudio especula que, conforme nuestros ancestros evolucionaron y fueron perdiendo pelo, el acicalamiento perdió su función de conducta higiénica y se hizo más breve. El estudio sugiere que, a pesar de esos cambios, la sesión de acicalamiento terminaba así: el acicalador tocaba al acicalado con los labios salientes y realizaba una acción de succión para tomar y eliminar un parásito o un residuo. De ahí la acción se fue transformando hasta convertirse en un símbolo de confianza y afecto, es decir, el beso. El estudio, publicado en Evolutionary Anthropology, ubica el surgimiento del beso cuando nuestros antepasados se movieron más por el suelo y empezaron a perder pelaje.

Del acicalamiento al besoPieter Noullet/Shutterstock

Valeriana, ciudad maya descubierta casi por accidente

Un estudiante de doctorado de la Universidad Tulane, Estados Unidos, descubrió una antigua ciudad maya en el estado mexicano de Campeche, oculta bajo la densa selva y con una fecha de fundación que se estima previa al año 150 d. n. e. El doctorante realizó el hallazgo al revisar un estudio publicado hace una década en el que se utilizó la tecnología LiDAR en la zona con fines de monitoreo ambiental. Al procesar esos mismos datos, pero ahora con fines arqueológicos, encontró más de 6 700 estructuras prehispánicas en un terreno de 16.6 km2 que revelan que allí existió una enorme ciudad. La bautizaron Valeriana, en honor a una laguna de agua dulce cerca del lugar.

La tecnología LiDAR (light detection and ranging) utiliza pulsos láser para mapear superficies en tres dimensiones, medir distancias, escanear extensas franjas de tierra con gran detalle (incluso bajo densas cubiertas forestales) y descubrir anomalías en el paisaje. Cuando se reprocesaron los escaneos LiDAR se produjo un modelo digital del terreno que reveló anomalías a nivel del suelo y se determinó que son pirámides, casas familiares y otras obras. El estudio, publicado en la revista Antiquity, señala que la zona está compuesta por dos centros de arquitectura monumental, uno de los cuales tiene las características de una capital política maya clásica. Además, la integran múltiples plazas cerradas conectadas por una amplia calzada, pirámides, canchas y patios residenciales. La publicación también destaca la presencia de densos patrones de asentamientos y mucha variabilidad, pues no sólo había una gran ciudad sino también áreas rurales y basamentos más pequeños a sus alrededores. El artículo subraya la importancia de esta tecnología en el descubrimiento de antiguos asentamientos que hasta el momento han estado ocultos para la comunidad científica y el mundo en general.

Valeriana, ciudad maya descubierta casi por accidenteL. Auld-Thomas, M. A. Canuto, A. Velázquez Morlet et al., “Running out of empty space: environmental lidar and the crowded ancient landscape of Campeche, Mexico”, Antiquity, vol. 98, núm. 401, p. 1 347. CC 4.0.

Hoyo negro con un apetito voraz

Un equipo internacional identificó un hoyo negro supermasivo que podría resolver un misterio que desde hace tiempo hace batallar a los astrónomos. Los hoyos negros supermasivos se forman en los centros de las galaxias absorbiendo masas equivalentes a millones, o incluso miles de millones, de veces la del Sol. Según los modelos de formación de hoyos negros que tenemos, este proceso requiere mucho tiempo. Fue una sorpresa cuando se descubrieron hoyos negros de masas enormes a distancias tan grandes que los vemos como eran cuando el Universo tenía 10 % de su antigüedad actual. Era inexplicable que hubiera hoyos negros supermasivos tan grandes en una etapa tan temprana del Universo.

El hoyo negro supermasivo llamado LID-568, que el equipo identificó usando el Telescopio Espacial James Webb, está acumulando masa a un ritmo 40 veces superior al límite máximo que aceptan los modelos actuales (llamado “límite de Eddington”). Otros objetos identificados por el equipo por sus fuertes emisiones de rayos X (lo que es señal de procesos muy violentos) podrían también tener etapas de intensa acumulación de masa muy por encima de lo que se esperaba. Esto explicaría la anomalía. El hallazgo contribuirá a entender mejor cómo se forman los hoyos negros supermasivos y por lo tanto cómo se formaron las primeras galaxias. La investigación se publicó en Nature Astronomy en noviembre de 2024.

Valeriana, ciudad maya descubierta casi por accidenteRecreación artística del LID-568. NOIRLab/NSF/AURA/J. da Silva/M. Zamani

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