Aquí estamos 191

Interfaz ciencia-política

Mariana Achirica Acosta

¿Cómo ves?

Siendo mexicana, bióloga y universitaria me resulta difícil comprender por qué las universidades y centros de investigación generan tanto conocimiento que no es aprovechado por la sociedad civil. Esta pregunta no sólo es importante para mí, sino para los millones de ciudadanos cuyos impuestos se invierten en el desarrollo de la ciencia.

No todas las investigaciones científicas tienen una aplicación práctica; hay y debe haber investigación teórica básica que dé sustento a la ciencia pero, ¿qué pasa con la utilidad de muchas de las investigaciones científicas y el apoyo a los gobernantes para que ellos tomen decisiones informadas? El nexo entre el científico y el funcionario público en la toma de decisiones que involucran al conocimiento científico, es un tema que se estudia desde hace aproximadamente 20 años; sin embargo, todavía hoy es común encontrar científicos desinteresados en comunicar sus resultados y políticos que ignoran la opinión de los científicos cuando tienen que emitir un dictamen y actuar en consecuencia. Entonces, ¿cómo hacer que la ciencia incida en una mejor política pública?

Actualmente existe un área de estudio llamada interfaz ciencia‑política (science policy interface) que analiza la relación entre los científicos y los tomadores de decisiones. Hasta el momento no hay nada sorprendente pues los estudios al respecto concluyen que si tan sólo pusiéramos un poco más de atención en la forma de comunicarnos y en la disponibilidad de integrar nuestras visiones, tendríamos grandes y fructíferos cambios para todos los involucrados: la ciencia, la política y la sociedad.

Hay que buscar canales de comunicación más efectivos. Cambiar el lenguaje técnico para resolver necesidades sociales, dar respuestas sencillas y evitar los prejuicios; y tomar en cuenta la información académica generada por los especialistas para sustentar las decisiones que se toman en materia de política pública en cualquier área. ¡Hagámoslo ya!