¿Quién es? 206

María Antonieta Fernández Herrera

Anayantzin Inzunza

Foto: Arturo Orta

Biomoléculas, curiosidad y creatividad

Está feliz por un logro más alcanzado en su trayectoria científica: la Beca para Mujeres en la Ciencia L’Oréal- UNESCO-CONACyT-AMC 2015, que obtuvo por la síntesis, caracterización y estudio teórico de biomoléculas derivadas de carbohidratos, esteroides y aminoácidos. La investigadora de 34 años señala que este premio es importante porque reconoce el esfuerzo de las mujeres y los recursos que otorga hacen mucha falta para la investigación.

María Antonieta descubrió su gusto por la química durante la adolescencia, los nueves y dieces predominaban en sus boletas. Por la curiosidad de descubrir y entender qué hay detrás de las cosas decidió estudiar esta ciencia que califica como un arte donde la creatividad es una de sus principales herramientas.

Estudió la licenciatura en química en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, así como la maestría y el doctorado en ciencias químicas. Realizó una estancia doctoral y posdoctoral en la Simon Fraser University, en Canadá, con el doctor Brian Mario Pinto. “Realizar la estancia doctoral y posdoctoral en otro país me dejó un buen sabor de boca porque me di cuenta que salimos bien preparados de aquí. Tuve muy buena formación en Puebla, nunca tuve problemas para relacionarme y trabajar con colegas de distintas partes del mundo; trabajábamos a la par y no necesité aprender gran cosa pues sabíamos más o menos lo mismo”, recuerda María Antonieta, para quien una de sus autoras favoritas de novelas es Louisa May Alcott.

Actualmente labora en el departamento de Física Aplicada del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV), Unidad Mérida, buscando moléculas que tengan alguna actividad, que resuelvan algún problema, comentó. A pesar de que en ese campo científico predominan los hombres, las mujeres van ganando más espacios. Por ello hace un llamado a las jóvenes a incursionar en estas carreras que las pueden llenar de satisfacciones, además de aportar algo a la sociedad. Reconoce que hay mitos sobre la vida de los investigadores, como el de que siempre están estudiando: “Hay tiempo para todo —señala— de hacer ejercicio, divertirse, convivir con la familia y los amigos, y realizarse personalmente. Tengo un bebé de meses que se llama Guillermo”.

Es admiradora de Marie Curie y señala que para dedicarse a la ciencia hay que organizarse, ser activa y buscar retroalimentación con otros colegas. Son muchos los éxitos académicos alcanzados por esta investigadora; no obstante, dice que todavía le falta mucho por recorrer. Desea terminar exitosamente el proyecto por el que ganó la beca, que consiste en combinar productos naturales para hacer moléculas más complejas que sean más activas y tratar de imitar lo que sucede en la naturaleza.

Desde 1998, el programa For Women in Science L’Oréal-UNESCO apoya a las mujeres científicas con premios internacionales y becas de investigación L’Oréal México. La Comisión Mexicana de Cooperación con la UNESCO, la Oficina de la UNESCO en México, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y la Academia Mexicana de Ciencias se sumaron a este esfuerzo y desde 2007 han otorgado 44 becas a jóvenes investigadoras mexicanas. El pasado 31 de agosto, en el Museo Nacional de Antropología se llevó a cabo la ceremonia en la que María Antonieta y cuatro científicas más (menores de 40 años de edad) recibieron este reconocimiento.