¿Quién es? 232

Tommaso Gravante

Anayansin Inzunza

Un joven sociólogo comprometido con los jóvenes

La indiferencia ante los acontecimientos sociales de México no caracteriza a sus jóvenes; al contrario, se involucran y exigen soluciones, como ocurrió con la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa en 2014 o los sismos del pasado septiembre. Así definió a la juventud mexicana Tommaso Gravante, investigador del Laboratorio de Análisis de Organizaciones y Movimientos Sociales (LAOMS) y becario posdoctoral del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM.

Gravante también define a los jóvenes de clase baja, su sujeto de estudio, como un volcán en erupción. El investigador italiano radica en México desde hace tres años. Estudió sociología porque al provenir de una familia humilde se dio cuenta de que eso podía cambiar. El investigador de 44 años, formado en el European University Institute en Italia y en la Newcastle University en Inglaterra, fue uno de los cinco ganadores de la “Séptima Competencia Mundial para Jóvenes Sociólogos”, de la International Sociological Association, en la que se recibieron más de 300 investigaciones. La suya, “Desaparición forzada y trauma cultural en México. La construcción de una nueva narrativa social a partir del Movimiento de Ayotzinapa”, fue la primera ganadora de esta competencia en lengua española y proveniente de una universidad hispano hablante pública y latinoamericana como la UNAM. Además de ser una investigación de alto nivel realizada con pocos recursos y competir con universidades como Cambridge y Oxford, el tema que aborda llamó mucho la atención.

Tommaso decidió investigar sobre el caso Ayotzinapa porque muchos jóvenes se manifestaron sin saber incluso dónde estaba la población. De octubre de 2014 a septiembre de 2015 asistió a las marchas y realizó 70 entrevistas a jóvenes participantes. Según él, este movimiento fue la oportunidad para que los jóvenes expresaran un fuerte sentimiento de identidad y responsabilidad, y la conciencia de su importante participación en el futuro de México.

El investigador aseguró también que la sociología —disciplina que explica el comportamiento social— ofrece opciones laborales en docencia, investigación y empresas. “Si una empresa quiere mejorar su plantilla de trabajo recurre a un sociólogo para que le explique qué sucede, también puede participar en el área de mercadotecnia, ventas y servicios. Un buen sociólogo sabe escuchar, ser humilde, realizar investigación de campo y estar con la gente”, señala Gravante.

Después de una jornada de investigación de campo, el joven científico termina exhausto, ya que escuchar a las personas enriquece pero también agota por tanta información impregnada de emociones, “por eso, generalmente llego a casa a cocinar, que es mi válvula de escape”.

Para Tommaso, México es su segunda patria pues es hospitalario, solidario y goza de excelente gastronomía. Además permite estudiar con becas de posgrado, condiciones que no encontró en países europeos. “Aunque hay muchos méxicos, la gente comparte valores, empatía y en muchas ocasiones supera las barreras de las clases sociales. Es un país muy emotivo donde no hay apatía por lo que sucede”.