¿Quién es? 250

Helena Chávez Mac Gregor

Tania Trejo

Foto: Arturo Orta

“Tengo un perfil muy extraño: estudié filosofía pero opté por escapar de esa rigidez, pues ser un filósofo tradicional, es muy restringido. Esas plazas académicas son muy privilegiadas y escasas; por eso exploro y utilizo las herramientas que me dio la filosofía para trabajar en la divulgación, la gestión cultural, la curaduría o la ciencia”, reflexiona Helena Chávez Mac Gregor, profesora del posgrado en historia del arte del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM y primera curadora académica del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC).

Helena cuenta que no estaba entre sus planes ser filósofa pues quería ser bailarina. Desde niña la danza contemporánea era su gran pasión, pero tras una lesión en la espalda y la rodilla tuvo que dejar de bailar. Fue en ese momento cuando decidió estudiar otra carrera. Estaba indecisa, no sabía si letras inglesas o filosofía; al final hizo el examen para la licenciatura en filosofía y en el año 2000 entró a la UNAM. “La carrera fue muy divertida, en ella encontré un camino que me permitió una amplia experimentación y exploración de ideas; siempre me ha gustado escribir y en ese sentido fue muy enriquecedor”, recuerda.

Después de haber concluido sus estudios de licenciatura, se fue a España a estudiar la maestría en estética y teoría del arte en la Universidad Autónoma de Barcelona. Cuando regresó a México trabajó en el MUAC y desarrolló durante cinco años el programa Teoría Crítica Campus Expandidos, que buscaba intervenir las estructuras académicas de los posgrados en historia del arte de la UNAM para generar propuestas que pudieran aterrizarse en los procesos de curación del museo.

La doctora Chávez se especializa en la relación estética-política, investiga las experiencias que nos permiten pensar en política para poder crear nuevos relatos colectivos en el arte. “Me interesa saber cómo se puede seguir reactivando la noción de lo político en los procesos que pueden generar rupturas y trasladarlas al arte contemporáneo. A la hora de hacer curaduría pienso en la parte pública de la discusión y en problemáticas como la violencia, el racismo, la desigualdad o la migración,” explica la curadora.

En su día a día Helena compagina la investigación con los procesos dinámicos de la curaduría y el trabajo que para ella representa ser madre de una niña de dos años: “Mi tiempo y mi vida giran alrededor de mi hija y del proceso de trabajo en el que me encuentre; por lo general preparo el desayuno, corro, subo, bajo, arreglo a mi hija, juego con ella y la llevo a la escuela. Cuando investigo intento estar todo el día en mi casa leyendo y escribiendo, doy clases en el posgrado y luego voy al MUAC. Cuando eres mamá tienes que improvisar dependiendo de tus responsabilidades”.

Para conseguir trabajo en el área de filosofía, la joven recomienda ser riguroso en todo y no sólo restringirse a lo académico pues, asegura, explorar otros campos y utilizar ahí los conocimientos adquiridos durante la carrera puede generar una práctica viva de la filosofía. Para su futuro Helena espera seguir desarrollando una práctica congruente que, más que darle premios o títulos, enriquezca y aporte lecturas a sus alumnos y a la gente con la que trabaja.