3 de junio de 2025 3 / 06 / 2025

Ráfagas 319

Ráfagas

Maria Luisa Santillán

Ilustración: revista ¿Cómo ves?

Un marcapasos diminuto

Los bebés que requieren cirugías por defectos cardiacos congénitos necesitan usar durante unos días un marcapasos que les ayude a reparar su frecuencia cardiaca; unos siete días después del procedimiento el defecto se reparará solo. Pero al retirar los marcapasos pueden ocurrir complicaciones como infecciones, desgarramientos de tejido, sangrados, etcétera. Por ello ingenieros de la Universidad Northwestern desarrollaron un diminuto marcapasos, más pequeño que un grano de arroz, que puede inyectarse con una jeringa y que se disuelve solo, pues sus componentes son biocompatibles. Esto evita nuevas cirugías.

El marcapasos mide 1.8 milímetros de ancho, 3.5 milímetros de largo y 1 milímetro de grosor, y pesa aproximadamente 13.8 miligramos. Como electrodos usa dos metales distintos que, cuando entran en contacto con el tejido cardiaco o con los fluidos corporales, se convierten en una batería que proporciona la corriente eléctrica para estimular el corazón. Funciona con ayuda de un pequeño dispositivo inalámbrico que se coloca sobre el pecho del paciente y que cuando detecta un latido irregular emite un pulso de luz a través de la piel y de los músculos y activa el marcapasos, que controla el ritmo cardiaco.

La eficacia de este dispositivo fue probada en modelos animales grandes y pequeños, así como en corazones humanos de donantes de órganos. Aunque fue pensado sobre todo para recién nacidos también puede servir para adultos, según lo señala el artículo, publicado en la revista Nature.

Un marcapasos diminutoCortesía de John A. Rogers/Northwestern University

Urano nos revela su secreto

A partir de mediciones de la sonda Voyager 2 en 1986 se estimó que Urano da una vuelta completa sobre su propio eje en 17 horas, 14 minutos y 24 segundos. Pero recientemente un equipo internacional de astrónomos publicó en la revista Nature Astronomy una estimación que suma 28 segundos a ese periodo de rotación. Para este nuevo cálculo, que tiene una precisión mil veces mayor que el anterior, los científicos se basaron en datos que el Telescopio Espacial Hubble obtuvo durante una década de observación de las auroras de Urano. La técnica que usaron consistió en observar y rastrear el movimiento de rotación de las auroras, que ocurren cerca de los polos magnéticos del planeta, para inferir la posición de éstos.

Según la Agencia Espacial Europea (esa, por sus siglas en inglés) las auroras de Urano son distintas a las de la Tierra, Júpiter y Saturno, pues se comportan de manera impredecible porque el campo magnético de este planeta tiene una pronunciada inclinación y está desviado de su eje de rotación. La técnica usada por los astrónomos es una opción para medir de manera indirecta la velocidad de rotación interior de planetas lejanos como Urano. Por ello, la esa destaca que estos “hallazgos no sólo ayudan a los astrónomos a comprender la magnetosfera de Urano; también proporcionan información vital para futuras misiones espaciales”.

Urano nos revela su secretoesa/Hubble y nasa, L. Lamy/Observatorio de París

Microplásticos en el cerebro

Una investigación reciente de la Universidad de Nuevo México, en Estados Unidos, analizó muestras de tejido de personas fallecidas en 2016 y 2024 y detectó un aumento de 50 % en la concentración de microplásticos en estos últimos ocho años. Los investigadores, que analizaron riñones, hígados y cerebros (corteza frontal), también hallaron entre 7 y 30 veces más microplásticos en los tejidos cerebrales que en los hígados y riñones.

El estudio reportó una acumulación de hasta 10 veces más microplásticos en cerebros de personas fallecidas con diagnóstico de demencia, aunque señala que no hay una correlación directa entre ambas cosas. El tipo de plástico que predomina en sus resultados es el polietileno, que se utiliza en envases de alimentos y bebidas. Algunos de los fragmentos de plástico están en la categoría de nanoplásticos; su diminuto tamaño les permite cruzar la barrera hematoencefálica, aunque en realidad se desconoce cómo llegan al cerebro y los daños que pueden ocasionarle. Estos hallazgos, publicados en la revista Nature Medicine, abren la puerta para nuevas investigaciones sobre el efecto de los microplásticos y los nanoplásticos en los trastornos neurológicos y la salud humana.

Microplásticos en el cerebromahbub04047, luckakcul, Kuttelvaserova Stuchelova/Shutterstock

El invertebrado más colosal

Un equipo internacional de científicos a bordo del buque de investigación Falkor del Instituto Oceánico Schmidt grabó por primera vez un ejemplar de calamar colosal (Mesonychoteuthis hamiltoni) en su entorno natural, a 600 metros de profundidad, cerca de las remotas islas Sandwich del Sur, en el océano Atlántico. Se trataba de un pequeño molusco, un calamar colosal juvenil de 30 centímetros de largo, aunque se estima que los individuos de esta especie llegan a medir siete metros de largo y pueden pesar hasta 500 kilogramos, lo que los convertiría en los invertebrados más pesados del planeta.

El hallazgo ocurrió durante una expedición científica de 35 días cuyo objetivo era buscar nuevas formas de vida marina. Aunque el Mesonychoteuthis hamiltonifue visto por primera vez en 1925 sólo se habían filmado algunos ejemplares adultos moribundos, o se habían encontrado fragmentos en estómagos de ballenas o aves marinas; ésta es la primera vez que se le graba en su entorno natural.

Un comunicado del Instituto Oceánico Schmidt destaca que se sabe poco del ciclo de vida del calamar colosal; hasta el momento sólo se tiene información de que pierden su apariencia transparente conforme crecen, pero hay mucho por descubrir sobre sus características y comportamiento.

El invertebrado más colosalrov SuBastian/Schmidt Ocean Institute

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