¿Quién es? 131

Álvaro López López

Martha Elena García

Foto: Ernesto Navarrete

Navegante de nuevas coordenadas

Enhebrar los conocimientos derivados de la filosofía, la economía y la historia para entender cómo interactúan los distintos fenómenos geográficos con todas sus variantes en nuestro territorio: tal es el afán que impulsa al geógrafo Álvaro López a abrir nichos de investigación inusitados, varios de los cuales resultan de lo más avanzado dentro del concierto geográfico internacional.

Desde su óptica de navegante crítico de las dinámicas poblacionales en tierra, al doctor Álvaro López —Premio Universidad Nacional en Investigación en Ciencias Económico-Administrativas 2008— lo ha cautivado la geografía económica, y dentro de ésta, la minería y el turismo, dos actividades esenciales en la economía mexicana.

Álvaro López abordó la geografía minera para obtener su título de licenciatura, una línea de investigación importante dentro del Instituto de Geografía (IG), del cual era becario por su alto promedio en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. De la minería, su interés se desplazó a la actividad turística, tema con el cual no solo acreditó sus estudios de maestría y doctorado, sino que recibió en 2001 el Premio a la Mejor tesis de Doctorado en Ciencias Sociales, que otorga la Academia Mexicana de Ciencias.

“Pasé de una actividad primaria, la minería”, explica el investigador, “a una terciaria, el turismo. Así ocurrió en el caso de la evolución de la economía en nuestro país, que de ser productor de materia prima sin tener un proceso de industrialización destacado, dio un salto impresionante con el turismo, como una salida rápida a la crisis económica. Desde los años 70 tenemos una actividad turística rampante, que se ha convertido en una parte estructural y fundamental de la economía en México”.

De espíritu inquieto y perspicaz ingenio, Álvaro López, además de estudiar la actividad turística litoral, fronteriza, urbana y el turismo alternativo, incursionó en el fenómeno de la sexualidad desde el punto de vista de la geografía. Luego de trabajar en tres investigaciones sobre esa temática,fusionó turismo con diversidad sexual: “Hemos entrado a investigar el turismo casi a la par de otras naciones del primer mundo. Hay proyectos significativos que empezaron a finales del siglo pasado en Estados Unidos, Australia, Inglaterra y Alemania, pero no vamos muy atrasados respecto a ellos. El desfase es casi nulo. Nos hemos colocado en un ámbito de investigación de punta y esto ha sido muy enriquecedor para nosotros”. No obstante, lamenta que la UNAM no ofrezca la carrera de turismo, una actividad medular para la economía nacional.

Por el impacto de sus proyectos, Álvaro López también recibió el Premio de Investigación 2008 de la Academia Mexicana de Ciencias en el área de Ciencias Sociales. Además de pertenecer al Sistema Nacional de Investigadores y participar como docente en la licenciatura de geografía, López es miembro de la Academia de Geografía, de la Sociedad Geográfica del Centro Humboldt y de la Academia Mexicana de Investigación Turística.

Para Álvaro ha sido prioritario formar grupos interdisciplinarios de investigación, tanto de instituciones nacionales como extranjeras, así como difundir sus resultados a escala nacional e internacional a través de publicaciones especializadas y de divulgación, conferencias y congresos. Con el mismo fin ha enriquecido su formación académica con un posdoctorado en Canadá sobre turismo y planeación y dos diplomados, uno en turismo para el desarrollo sustentable y otro de diversidad sexual.

Álvaro López rebosa del orgullo de ser geógrafo. Su interés por esta disciplina brotó en la escuela primaria, donde le llamaban la atención muchos temas distintos. “Si en alguna materia veíamos asuntos de astronomía, quería ser astrónomo; si veíamos cuestiones de biología, quería ser biólogo; todo me atraía. Aún no sabía que lo que me gustaba era la geografía, pues su riqueza reside, precisamente, en la posibilidad de unificar los conocimientos de diferentes disciplinas, a diferencia del resto de las ciencias que buscan la especialización”.

Resultó certera la elección de geografía, que cursó durante cuatro años, pues concretó su anhelo de estudiar en Ciudad Universitaria, y la posibilidad de abrir nuevas coordenadas a la investigación para navegar por los mares ignotos de nuestro país.