¿Quién es? 289

María Emilia Beyer

Gloria Valek

Foto: Arturo Orta

Bióloga, divulgadora, museóloga y funcionaria universitaria

Como parte de las celebraciones del 30 aniversario del Museo de las Ciencias Universum de la UNAM nos recibe en sus oficinas su directora, la maestra María Emilia Beyer, autora de libros de divulgación y con numerosas colaboraciones en radio, televisión y medios escritos, entre estos últimos ¿Cómo ves?

¿Qué significa para ti esta celebración?

Para mí es doble, pues dirigir Universum es un sueño cumplido… Un reto y un gusto, pues es un sitio que amo y en el que creo firmemente; sus objetivos de divulgar la ciencia y hacerla llegar a múltiples públicos, sobre todo a los más jóvenes, me parecen fundamentales… Desde que entré por primera vez al museo me pareció un lugar en el que todo podía suceder.

¿Cómo se dirige un museo?

Con muchas ganas, con la participación de mucha gente y con una tremenda organización. En Universum trabaja un estupendo equipo de colaboradores que provienen de diversas áreas de la ciencia (desde matemáticos y biólogos hasta veterinarios, químicos, historiadores) y también de expertos en comunicación, divulgación de la ciencia y diseño que hacen que el museo funcione y que nuestros equipamientos estén actualizados y sean atractivos. Dirigir Universum es un reto enorme pues debemos contemplar desde la conceptualización de ideas hasta su puesta en marcha con rigor científico, ingenio y mucha creatividad. Es un trabajo arduo y delicado pero muy interesante, sobre todo cuando comprobamos que reditúa en, por ejemplo, el aprendizaje y gusto por la ciencia de nuestros visitantes y en la colaboración con otros centros de ciencia de reconocimiento internacional. Eso ocurrió recientemente con la exposición 400 años de Ilustración Científica, que contó con 50 reproducciones de gran formato de la Colección de Libros Raros de la biblioteca del Museo Americano de Historia Natural, que está en Nueva York. En la exposición se explora el papel de la ilustración en los descubrimientos científicos y en la construcción de conocimiento.

En Universum todo el equipo es importante; desde los científicos, creadores y redactores de contenidos para cada sala hasta los anfitriones que están en contacto con el público visitante; somos un grupo de profesionales a los que nos gusta la ciencia.

¿Cuándo detectaste ese gusto?

Creo que fue desde niña, pues mi papá era científico y mi hermana y yo crecimos rodeadas de arte y de libros, viendo programas como Civilización del historiador británico Kenneth Clark y yendo al Palacio de Bellas Artes los domingos en temporada de ópera. Mi lugar favorito era la biblioteca de mi papá, que con frecuencia era para mí sola debido a sus constantes viajes. Desde muy chica estudié ballet, y ahí practicaba, tomada de los libreros y repisas y, cuando me cansaba me sentaba a leer Cosmos de Carl Sagan y otros libros maravillosos como El anillo del rey Salomón de Konrad Lorenz, que narra la vida de los animales con anécdotas sorprendentes. Me perdía leyendo libros de aventuras, por ejemplo en las islas Galápagos, adonde me transportaba en mi imaginación y quedaba fascinada, no tanto por la biología sino por la ilusión de recorrer esos lugares. Ahí creo que empecé a contemplar la posibilidad de estudiar ciencias; quería ser bailarina pero felizmente años después me decidí por la biología.

Estudiaste en la Universidad Autónoma Metropolitana- Iztapalapa.

Sí, fui a la UAM-I y la disfruté enormemente; mi papá fue uno de sus fundadores y era lógico que yo estudiara ahí. Me hubiera encantado vivir la licenciatura en la UNAM, pero en la UAM aprendí mucho.

¿Por qué biología?

Desde la preparatoria era claro que iba por ciencias biológicas, pues la naturaleza era lo mío. Llegué a la carrera de biología con una visión de naturalista de finales del siglo XVIII, y la carrera era otra cosa… Tenía claro que me interesaba la zoología, pero me impresionaron la belleza de la botánica y la microscopía; me maravilla lo que descubres en ese mundo. Aunque disfruté mucho las prácticas de campo, lo que me había llevado a la biología fue la lectura de libros de divulgación y las descripciones sobre la ciencia, y eso seguía estando conmigo.

¿Cómo llegaste a la divulgación?

Al inicio de la licenciatura pensé en dedicarme a la conducta animal, la etología. Estuve dos años en investigación en un laboratorio de reproducción animal, que me iba gustando cada vez más. Pero gracias a un folleto me enteré de que necesitaban voluntarios en el Museo de Historia Natural de la Ciudad de México. Me presenté en sus oficinas de reclutamiento y conocí a la directoria del patronato, que me preguntó qué tanto sabía de murciélagos. Después de charlar, me sorprendió: yo sería la coordinadora de capacitación de una exposición sobre ese tema y ¡me iban a pagar! Ese día salí no solo con mi primer trabajo sino con la mentora más importante de mi vida: Silvia Singer. Trabajé con ella en el Museo de Historia Natural y luego en Universum. De hecho, cuando emprendió el proyecto del Museo Interactivo de Economía (MIDE) me invitó a ir con ella, pero yo ya había probado trabajar en la UNAM y era (es) más de lo que había soñado. Desde entonces sigo en esta universidad.

Y estudiaste la maestría…

Aquí tengo que agradecer a Julia Tagüeña, entonces titular de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia, a la que pertence Universum, quien me dijo que estaban por crear el posgrado y que quería que yo fuera parte de la generación cero. Me uní entonces al posgrado en filosofía con orientación en comunicación de la ciencia. Aunque no lo disfruté como hubiera querido, tuve profesores fabulosos, muchos de los cuales son hoy buenos amigos.

¿Has seguido preparándote?

Los divulgadores de la ciencia estamos entre dos aguas: si vienes del área de la ciencia tienes que prepararte en el de la comunicación, y viceversa. Y ahora que soy directora de Universum sé que soy bióloga, divulgadora, museóloga y funcionaria universitaria, pero ¿y la organización de grupos, el trabajo en equipo, el manejo de proyectos, la administración de recursos…? Por eso he estado tomando diplomados, para desempeñar mis funciones correctamente y de la mejor forma con este gran equipo.

¿Es la UNAM un modus vivendi?

Sí, es un modus vivendi. Muchas de mis actividades tienen que ver con mis funciones y responsabilidades académicas, pero la UNAM tiene muchos espacios fabulosos para niños y jóvenes que son bonitos, enriquecedores y sanos. Mi esposo es también universitario y nuestra vida gira alrededor de la universidad; somos muy afortunados.

Eres autora de nueve libros de divulgación de la ciencia. ¿Tienes algún favorito?

Los he disfrutado todos, pero quizá mi favorito es Monstruos, sueños y otros cuentos, en el que me di vuelo trabajando sobre los mitos de Drácula, las sirenas, el monstruo del lago Ness, el hombre lobo… Mi amiga Aline dice que nací medio dark. Lo cierto es que disfruto la posibilidad de explicar los mitos y monstruos desde la ciencia… arrojar luz desde el conocimiento científico a lo que se considera mítico o monstruoso y aquello que puede o no explicarse racionalmente.

Has trabajado en diversos temas científicos para distintos públicos, ¿qué te mueve a hacerlo?

Generalmente trabajo en temas de actualidad, de interés científico y social. Hacerlo para niños y jóvenes me parece natural y, por ejemplo, divulgar temas a personas de la tercera edad es ahora fundamental para mí, quizá porque mi mamá se encuentra en esa etapa, pero también porque recientemente un médico me comentó que los adultos mayores ven en la jubilación la meta de sus vidas, pero cuando llegan y descubren que no hay otro plan se deprimen. Me puse a estudiar, pues estoy convencida de que si quieres divulgar un tema primero debes entenderlo y preparé una conferencia para la tercera edad, para explicar qué les está pasando, cómo funciona el cerebro. He aprendido que la felicidad es un continuo relacionado con la armonía, la paz, la tranquilidad y el bien dormir.

¿Cuáles son las actividades con las que celebrarán el 30 aniversario de Universum?

Recomiendo que festejen con nosotros; que visiten todo el museo, pues estamos renovándolo, y las exposiciones nuevas, como “Color. El mundo de lo visible”, que montamos en colaboración con Fundación Telefónica. Habrá también conciertos, pláticas de divulgadores, la expedición de un billete de lotería por nuestro aniversario y una carrera por la ciencia, en la que espero que participen.